Add parallel Print Page Options

Entonces Dios preguntó al acusador:

―¿Te has fijado en mi siervo Job? No hay otro como él en toda la tierra: hombre perfecto y recto, que me teme y se abstiene de todo mal.

―¿Y cómo no habría de serlo si lo recompensas tan bien? —dijo burlonamente el acusador—. 10 Siempre has librado de todo daño su persona, su hogar y sus bienes. Has hecho prosperar cuanto hace. ¡Mira cómo se ha enriquecido! ¡Razón tiene para adorarte!

Read full chapter