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La invasión de langostas

Despiértense, borrachos, y lloren.
    Que todos los bebedores de vino lloren amargamente
    porque ya no tendrán más vino dulce para probar.
Porque una nación fuerte y numerosa
    invadió mi país.
Sus armas son cortantes como los dientes del león
    y poderosas como su quijada.
Ha arruinado mi vid
    y destrozado mi higuera;
las peló completamente
    y dejó desnudas sus ramas.

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