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¡Todos los cultivos fueron devorados por las plagas! Primero vinieron las orugas y se comieron una parte. Luego vinieron las langostas y acabaron con otra parte. Después de estas vinieron sucesivamente pulgones y saltamontes y se comieron lo poco que quedaba.

¡Despierten y lloren ustedes, borrachos, pues no hay uvas para preparar el vino! ¡Les quitarán hasta el mosto que tengan en la boca! ¡Un inmenso ejército los invade! Es un ejército terrible, demasiado numeroso como para poder ser contado, ¡es tan terrible y destructor que parece tener dientes y garras como los de los leones!

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