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Destruyeron nuestras viñas
y despedazaron nuestras higueras;
¡pelaron las ramas por completo!

»La gente llora desconsolada,
como la novia que llora de tristeza
porque se ha muerto su novio.
También lloran los sacerdotes
que están al servicio de Dios,
pues ya nadie lleva al templo
ofrendas de vino y de cereales.

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