25 no necesitaba que nadie le informara acerca de los demás, pues él conocía el interior del ser humano.

Read full chapter

Nada hay tan engañoso como el corazón.
    No tiene remedio.
    ¿Quién puede comprenderlo?

Read full chapter

21 Cuando el Señor percibió el grato aroma, se dijo a sí mismo: «Aunque la inclinación del corazón del ser humano es perversa desde su juventud, nunca más volveré a maldecir la tierra por culpa suya. Tampoco volveré a destruir a todos los seres vivientes, como acabo de hacerlo.

Read full chapter

Bible Gateway Recommends