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Entonces Jonás oró así al SEÑOR su Dios desde el estómago del pez:

«Clamé a ti, SEÑOR, en medio de mi angustia
    ¡y me contestaste!
Desde las profundidades del sepulcro[a] pedí tu ayuda,
    ¡y me escuchaste!

»Me arrojaste a lo más hondo,
    a lo más profundo del mar;
la corriente me envolvía,
    y todas tus olas poderosas pasaban sobre mí.
Pensé: “Me has echado de tu presencia,
    pero así y todo yo seguiré rogando hacia tu santo templo”.[b]

»Las aguas me envolvieron hasta el cuello,
    estaba cubierto de mar por todas partes;
    las algas se enredaban en mi cabeza.
Me hundí en el mar
    hasta donde comienzan las montañas.
Bajé al mundo de los muertos
    y tras de mí sus rejas se cerraron para siempre.
Pero tú SEÑOR, Dios mío,
    me sacaste vivo de la fosa.
Al sentir que se me iba la vida,
    me acordé del SEÑOR
y mi oración llegó hasta ti,
    en tu santo templo.

»Los que adoran ídolos inútiles
    han dejado tu fiel amor[c];
pero yo con gratitud te alabaré
    y te ofreceré sacrificios.
Cumpliré la promesa que te hice.
    ¡La salvación viene del SEÑOR!»

10 Entonces el SEÑOR le ordenó al pez que vomitara a Jonás en tierra firme.

Footnotes

  1. 2:2 sepulcro o Seol, sitio donde van los muertos.
  2. 2:4 pero […] santo templo o ¿cómo volveré a ver tu santo templo?
  3. 2:8 han dejado tu fiel amor o han dejado de serte leales.

Oración de Jonás

Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez, y dijo:

Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó;

Desde el seno del Seol clamé,

Y mi voz oíste.

Me echaste a lo profundo, en medio de los mares,

Y me rodeó la corriente;

Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí.

Entonces dije: Desechado soy de delante de tus ojos;

Mas aún veré tu santo templo.

Las aguas me rodearon hasta el alma,

Rodeóme el abismo;

El alga se enredó a mi cabeza.

Descendí a los cimientos de los montes;

La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre;

Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío.

Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová,

Y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo.

Los que siguen vanidades ilusorias,

Su misericordia abandonan.

Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios;

Pagaré lo que prometí.

La salvación es de Jehová.

10 Y mandó Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra.

Entonces Jonás oró al Señor su Dios desde el vientre del pez. Dijo:

«En mi angustia clamé al Señor,
    y él me respondió.
Desde lo profundo de los dominios de la muerte[a] pedí auxilio,
    y tú escuchaste mi clamor.
A lo profundo me arrojaste,
    al corazón mismo de los mares;
    las corrientes me envolvían,
todas tus ondas y tus olas
    pasaban sobre mí.
Y pensé: “He sido expulsado
    de tu presencia;
pero volveré a contemplar
    tu santo Templo”.[b]
Las aguas me llegaban hasta el cuello,
    lo profundo del mar me envolvía;
las algas se me enredaban en la cabeza,
    arrastrándome a los cimientos de las montañas.
Me tragó la tierra y para siempre
    sus cerrojos se cerraron tras de mí.
Pero tú, Señor, Dios mío,
    rescataste mi vida de la fosa.

»Al sentir que se me iba la vida,
    me acordé del Señor,
y mi oración llegó hasta ti,
    hasta tu santo Templo.

»Los que siguen a ídolos vanos
    abandonan el amor de Dios.[c]
Yo, en cambio, te ofreceré sacrificios
    y cánticos de gratitud.
Cumpliré las promesas que te hice.
    ¡La salvación viene del Señor!».

10 Entonces el Señor dio una orden y el pez vomitó a Jonás en tierra firme.

Footnotes

  1. 2:2 de los dominios de la muerte. Lit. del Seol.
  2. 2:4 pero … Templo. Alt. ¿Cómo volveré a contemplar tu santo Templo?
  3. 2:8 abandonan el amor de Dios. Alt. desprecian la misericordia suya.