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Entonces Dios le preguntó:

—¿De verdad estás tan enojado porque se secó la planta de ricino?[a]

Y Jonás le respondió:

—¡Claro que sí! Estoy que me muero de rabia.

10 Entonces el SEÑOR le dijo:

—Tú no moviste ni un dedo por la planta de ricino, ni hiciste que creciera; en una noche nació y murió la noche siguiente. Tú sí puedes preocuparte por ella, pero 11 ¿no puedo yo preocuparme por Nínive, una gran ciudad donde viven más de 120 000 personas que no sabían el mal que estaban haciendo,[b] y donde hay muchos animales?

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Footnotes

  1. 4:9 ¿De verdad […] ricino? o ¿Haces bien en enojarte tanto porque se secó la planta de ricino?
  2. 4:11 no sabían […] haciendo Textualmente no distinguían entre su mano izquierda y su mano derecha.