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Así, el que mate a alguien sin querer o por accidente podrá huir allí. Esas ciudades serán un refugio para protegerse del pariente que tiene el deber de castigar al homicida.

»Cuando alguien huya a una de esas ciudades debe detenerse a la entrada de la ciudad, y explicar su caso a los ancianos de la ciudad. Entonces ellos le darán entrada en la ciudad y le darán un lugar dónde vivir. Luego si el pariente que tiene el deber de castigar al homicida lo persigue, no se lo deben entregar a él puesto que el homicida mató a su vecino sin haber sido antes enemigos.

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