29 Por eso la multitud que estaba allí y la oyó, decía que había sido un trueno; otros decían: Un ángel le ha hablado(A).

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29 Y la multitud que estaba allí, y había oído la voz, decía que había sido un trueno. Otros decían: Un ángel le ha hablado.

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(A)Y aconteció que cuando iba de camino, estando ya cerca de Damasco, como al mediodía, de repente una luz muy brillante fulguró desde el cielo a mi derredor, y caí al suelo, y oí una voz que me decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?». Y respondí: «¿Quién eres, Señor?». Y Él me dijo: «Yo soy Jesús el Nazareno(B), a quien tú persigues». Y los que estaban conmigo vieron la luz(C), ciertamente, pero no comprendieron[a] la voz(D) del que me hablaba. 10 Y yo dije: «¿Qué debo hacer(E), Señor?». Y el Señor me dijo: «Levántate y entra a Damasco; y allí se te dirá todo lo que se ha ordenado que hagas». 11 Pero como yo no veía por causa del resplandor[b] de aquella luz, los que estaban conmigo me llevaron de la mano y entré a Damasco(F). 12 Y uno llamado Ananías(G), hombre piadoso según las normas de la ley, y de quien daban buen testimonio todos los judíos(H) que vivían allí, 13 vino a mí, y poniéndose a mi lado, me dijo: «Hermano Saulo, recibe la vista(I)». En ese mismo instante[c](J) alcé los ojos y lo miré. 14 Y él dijo: «El Dios de nuestros padres(K) te ha designado[d](L) para que conozcas su voluntad, y para que veas(M) al Justo(N) y oigas palabra[e] de su boca. 15 Porque testigo(O) suyo serás a todos los hombres de lo que has visto y oído(P). 16 Y ahora, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate(Q), y lava tus pecados(R) invocando su nombre(S)». 17 Y aconteció que cuando regresé a Jerusalén(T) y me hallaba orando en el templo, caí en un éxtasis(U), 18 y vi al Señor que me decía: «Apresúrate y sal pronto de Jerusalén porque no aceptarán tu testimonio acerca de mí(V)». 19 Y yo dije: «Señor, ellos saben bien que en una sinagoga tras otra, yo encarcelaba(W) y azotaba(X) a los que creían en ti. 20 Y cuando se derramaba la sangre de tu testigo Esteban, allí estaba también yo dando mi aprobación, y cuidando los mantos de los que lo estaban matando(Y)». 21 Pero Él me dijo: «Ve, porque te voy a enviar lejos, a los gentiles(Z)».

Pablo bajo vigilancia del comandante

22 Lo oyeron hasta que dijo esto[f], y entonces alzaron sus voces y dijeron: ¡Quita de la tierra a ese individuo(AA)! No se le debe permitir que viva(AB). 23 Como ellos vociferaban y arrojaban sus mantos(AC) y echaban polvo(AD) al aire, 24 el comandante[g] ordenó que lo llevaran al cuartel(AE), diciendo que debía ser sometido(AF) a[h] azotes para saber la razón por qué gritaban contra él de aquella manera. 25 Cuando lo estiraron con[i] correas, Pablo dijo al centurión que estaba allí: ¿Os es lícito azotar a un ciudadano[j] romano(AG) sin haberle hecho juicio? 26 Al oír esto el centurión, fue al comandante y le avisó, diciendo: ¿Qué vas a hacer? Porque este hombre es romano. 27 Vino el comandante a Pablo y le dijo: Dime, ¿eres romano? Y él dijo: Sí. 28 Y el comandante respondió: Yo adquirí esta ciudadanía por una gran cantidad de dinero. Y Pablo dijo: Pero yo soy ciudadano de nacimiento. 29 Entonces los que iban a someterlo a[k] azotes(AH), al instante lo soltaron[l]; y también el comandante tuvo temor cuando supo que Pablo era romano(AI), y porque lo había atado con cadenas(AJ).

Pablo ante el concilio

30 Al día siguiente, queriendo saber con certeza(AK) la causa por la cual los judíos lo acusaban, lo soltó, y ordenó a los principales sacerdotes y a todo el concilio[m](AL) que se reunieran; y llevando[n] a Pablo, lo puso ante ellos(AM).

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Footnotes

  1. Hechos 22:9 U, oyeron (con entendimiento)
  2. Hechos 22:11 O, de la gloria
  3. Hechos 22:13 O, Al instante; lit., Y en esa misma hora
  4. Hechos 22:14 O, escogido
  5. Hechos 22:14 O, mensaje; lit., voz
  6. Hechos 22:22 Lit., esta palabra
  7. Hechos 22:24 Gr., quiliarca; i.e., oficial militar romano al mando de mil soldados, y así en el resto del cap.
  8. Hechos 22:24 Lit., examinado con
  9. Hechos 22:25 Lit., para las
  10. Hechos 22:25 Lit., hombre
  11. Hechos 22:29 Lit., examinarlo con
  12. Hechos 22:29 Lit., se retiraron de él
  13. Hechos 22:30 O, Sanedrín
  14. Hechos 22:30 Lit., bajando

Pablo relata su conversión

(Hch. 9.1-19; 26.12-18)

Pero aconteció que yendo yo, al llegar cerca de Damasco, como a mediodía, de repente me rodeó mucha luz del cielo; y caí al suelo, y oí una voz que me decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Yo entonces respondí: ¿Quién eres, Señor? Y me dijo: Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues. Y los que estaban conmigo vieron a la verdad la luz, y se espantaron; pero no entendieron la voz del que hablaba conmigo. 10 Y dije: ¿Qué haré, Señor? Y el Señor me dijo: Levántate, y ve a Damasco, y allí se te dirá todo lo que está ordenado que hagas. 11 Y como yo no veía a causa de la gloria de la luz, llevado de la mano por los que estaban conmigo, llegué a Damasco.

12 Entonces uno llamado Ananías, varón piadoso según la ley, que tenía buen testimonio de todos los judíos que allí moraban, 13 vino a mí, y acercándose, me dijo: Hermano Saulo, recibe la vista. Y yo en aquella misma hora recobré la vista y lo miré. 14 Y él dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su boca. 15 Porque serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído. 16 Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.

Pablo es enviado a los gentiles

17 Y me aconteció, vuelto a Jerusalén, que orando en el templo me sobrevino un éxtasis. 18 Y le vi que me decía: Date prisa, y sal prontamente de Jerusalén; porque no recibirán tu testimonio acerca de mí. 19 Yo dije: Señor, ellos saben que yo encarcelaba y azotaba en todas las sinagogas a los que creían en ti; 20 y cuando se derramaba la sangre de Esteban tu testigo, yo mismo también estaba presente, y consentía en su muerte, y guardaba las ropas de los que le mataban.(A) 21 Pero me dijo: Ve, porque yo te enviaré lejos a los gentiles.

Pablo en manos del tribuno

22 Y le oyeron hasta esta palabra; entonces alzaron la voz, diciendo: Quita de la tierra a tal hombre, porque no conviene que viva. 23 Y como ellos gritaban y arrojaban sus ropas y lanzaban polvo al aire, 24 mandó el tribuno que le metiesen en la fortaleza, y ordenó que fuese examinado con azotes, para saber por qué causa clamaban así contra él. 25 Pero cuando le ataron con correas, Pablo dijo al centurión que estaba presente: ¿Os es lícito azotar a un ciudadano romano sin haber sido condenado? 26 Cuando el centurión oyó esto, fue y dio aviso al tribuno, diciendo: ¿Qué vas a hacer? Porque este hombre es ciudadano romano. 27 Vino el tribuno y le dijo: Dime, ¿eres tú ciudadano romano? Él dijo: Sí. 28 Respondió el tribuno: Yo con una gran suma adquirí esta ciudadanía. Entonces Pablo dijo: Pero yo lo soy de nacimiento. 29 Así que, luego se apartaron de él los que le iban a dar tormento; y aun el tribuno, al saber que era ciudadano romano, también tuvo temor por haberle atado.

Pablo ante el concilio

30 Al día siguiente, queriendo saber de cierto la causa por la cual le acusaban los judíos, le soltó de las cadenas, y mandó venir a los principales sacerdotes y a todo el concilio, y sacando a Pablo, le presentó ante ellos.

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