²⁶ Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo;

²⁷ y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre.

⁶ pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.

⁸ Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;

²⁸ Porque la ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres; pero la palabra del juramento, posterior a la ley, al Hijo, hecho perfecto para siempre.