El Cordero de Dios

²⁹ Al día siguiente Juan vio* a Jesús que venía hacia él, y dijo*: «Ahí está el Cordero de Dios^(A) que quita el pecado del mundo^(B).

⁴ que Él mismo se dio por nuestros pecados^(A) para librarnos^[a] de este presente siglo^[b](B) malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre^(C),

Jesús como Sumo Sacerdote

5 Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres^(A) es constituido a favor de los hombres en las cosas que a Dios se refieren^(B), para presentar ofrendas y sacrificios^(C) por los pecados^(D).

³ Por esa causa está obligado a ofrecer sacrificios por los pecados^(A), tanto por sí mismo como por el pueblo^(B).

²⁴ Él mismo llevó nuestros pecados en Su cuerpo^(A) sobre^[a] la cruz^[b](B), a fin de que muramos al pecado^[c](C) y vivamos a la justicia, porque por Sus heridas^[d](D) fueron ustedes sanados^(E).