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La mujer sorprendida en adulterio

Pero Jesús se fue al monte de los Olivos(A). Al amanecer, vino otra vez al templo, y todo el pueblo venía a Él; y sentándose, les enseñaba(B). Los escribas y los fariseos trajeron* a una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola en medio, dijeron* a Jesús: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo del adulterio. Y en la ley, Moisés nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres(C). ¿Tú, pues, qué dices?».

Decían esto, poniendo a prueba a Jesús(D), para tener de qué acusarlo(E). Pero Jesús se inclinó y con el dedo escribía en la tierra. Pero como insistían en preguntar, Jesús se enderezó(F) y les dijo: «El que de ustedes esté sin pecado, sea el primero(G) en tirarle una piedra(H)».

E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra. Al oír ellos esto, se fueron retirando uno a uno comenzando por los de mayor edad, y dejaron solo a Jesús y a la mujer que estaba en medio. 10 Enderezándose(I) Jesús, le dijo: «Mujer, ¿dónde están ellos? ¿Ninguno te ha condenado?».

11 «Ninguno, Señor», respondió ella. Entonces Jesús le dijo: «Yo tampoco te condeno(J). Vete; y desde ahora no peques más(K)».

Jesús, la Luz del mundo

12 Jesús les habló otra vez, diciendo: «Yo soy la Luz del mundo(L); el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la Luz(M) de la vida». 13 Entonces los fariseos le dijeron: «Tú das testimonio de Ti mismo; Tu testimonio no es verdadero[a](N)».

14 Jesús les respondió: «Aunque Yo doy testimonio(O) de Mí mismo, Mi testimonio es verdadero, porque Yo sé de dónde he venido y adónde voy(P); pero ustedes no saben de dónde vengo(Q) ni adónde voy. 15 Ustedes juzgan según la carne[b](R); Yo no juzgo a nadie(S). 16 Pero si Yo juzgo, Mi juicio es verdadero; porque no soy Yo solo, sino Yo y el Padre que[c] me envió(T). 17 Aun en la ley de ustedes está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero(U). 18 Yo soy el que doy testimonio de Mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de Mí(V)».

19 Entonces le decían: «¿Dónde está Tu Padre?». «Ustedes no me conocen a Mí ni a Mi Padre», les respondió Jesús. «Si me conocieran, conocerían también a Mi Padre(W)».

20 Estas palabras las pronunció en el lugar del tesoro(X), cuando enseñaba en el templo(Y); y nadie lo prendió, porque todavía no había llegado Su hora(Z).

Advertencias a los incrédulos

21 Entonces Jesús les dijo de nuevo: «Yo me voy, y me buscarán(AA), y ustedes morirán en su pecado(AB); adonde Yo voy, ustedes no pueden ir». 22 Por eso los judíos(AC) decían: «¿Acaso se va a suicidar, puesto que dice: “Adonde Yo voy, ustedes no pueden ir(AD)”?».

23 Y Jesús les decía: «Ustedes son de abajo, Yo soy de arriba(AE); ustedes son de este mundo(AF), Yo no soy de este mundo(AG). 24 Por eso les dije que morirán en sus pecados; porque si no creen que Yo soy[d](AH), morirán en sus pecados(AI)».

25 «¿Tú quién eres?», le preguntaron. Jesús les contestó: «¿Qué les he estado diciendo desde el principio[e]? 26 Tengo mucho que decir y juzgar de ustedes, pero Aquel que me envió es veraz(AJ); y Yo, las cosas que oí de Él, estas digo al mundo(AK)».

27 Ellos no comprendieron que les hablaba del Padre. 28 Por eso Jesús les dijo: «Cuando ustedes levanten al Hijo del Hombre(AL), entonces sabrán que Yo soy[f](AM) y que no hago nada por Mi cuenta(AN), sino que hablo estas cosas como el Padre me enseñó. 29 Y Aquel que me envió está conmigo; no me ha dejado[g] solo(AO), porque Yo siempre hago lo que le agrada(AP)». 30 Al hablar estas cosas, muchos creyeron en Él(AQ).

Los verdaderos hijos de Abraham

31 Entonces Jesús decía a los judíos que habían creído en Él: «Si ustedes permanecen en Mi palabra(AR), verdaderamente son Mis discípulos(AS); 32 y conocerán la verdad(AT), y la verdad los hará libres(AU)». 33 Ellos le contestaron: «Somos descendientes de Abraham(AV) y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices Tú: “Serán libres”?».

34 Jesús les respondió: «En verdad les digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado(AW); 35 y el esclavo no queda en la casa para siempre(AX); el hijo permanece para siempre(AY). 36 Así que, si el Hijo los hace libres(AZ), ustedes serán realmente libres. 37 Sé que ustedes son descendientes de Abraham(BA); y sin embargo, me quieren matar(BB) porque Mi palabra no tiene aceptación en ustedes[h]. 38 Yo hablo lo que he visto con Mi Padre[i]; ustedes, entonces, hacen también lo que oyeron de su padre(BC)».

39 Ellos le contestaron: «Abraham es nuestro padre(BD)». Jesús les dijo*: «Si son hijos de Abraham(BE), hagan las obras de Abraham. 40 Pero ahora me quieren matar(BF), a Mí[j] que les he dicho la verdad que oí de Dios(BG). Esto no lo hizo Abraham. 41 Ustedes hacen las obras de su padre(BH)». Ellos le dijeron: «Nosotros no nacimos de fornicación; tenemos un Padre, es decir, Dios(BI)».

42 Jesús les dijo: «Si Dios fuera su Padre, me amarían(BJ), porque Yo salí de Dios y vine de Él(BK), pues no he venido por Mi propia iniciativa(BL), sino que Él[k] me envió(BM). 43 ¿Por qué no entienden lo que digo[l](BN)? Porque no pueden oír Mi palabra(BO).

44 »Ustedes son de su padre el diablo y quieren hacer los deseos de su padre(BP). Él fue un asesino desde el principio(BQ), y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira[m], habla de su propia naturaleza(BR), porque es mentiroso(BS) y el padre de la mentira[n]. 45 Pero porque Yo digo la verdad(BT), no me creen. 46 ¿Quién de ustedes me prueba que tengo pecado? Y si digo verdad(BU), ¿por qué ustedes no me creen? 47 El que es de Dios escucha las palabras de Dios; por eso ustedes no escuchan, porque no son de Dios(BV)».

Jesús, anterior a Abraham

48 Los judíos(BW) le contestaron: «¿No decimos con razón que Tú eres samaritano(BX) y que tienes un demonio(BY)?». 49 Jesús respondió: «Yo no tengo ningún demonio(BZ), sino que honro a Mi Padre, y ustedes me deshonran a Mí. 50 Pero Yo no busco Mi gloria(CA); hay Uno que la busca, y juzga. 51 En verdad les digo que si alguien guarda Mi palabra(CB), no verá jamás la muerte(CC)».

52 Los judíos(CD) le dijeron: «Ahora sí sabemos que tienes un demonio(CE). Abraham murió, y también los profetas, y Tú dices: “Si alguien guarda Mi palabra(CF) no probará jamás la muerte(CG)”. 53 ¿Eres Tú acaso mayor que nuestro padre(CH) Abraham que murió? Los profetas también murieron; ¿quién crees que eres?[o]».

54 Jesús respondió: «Si Yo mismo me glorifico(CI), Mi gloria no es nada; es Mi Padre el que me glorifica(CJ), de quien ustedes dicen: “Él es nuestro Dios”. 55 Ustedes no lo han conocido(CK), pero Yo lo conozco; y si digo que no lo conozco seré un mentiroso como ustedes(CL); pero lo conozco(CM) y guardo Su palabra(CN). 56 Abraham, el padre de ustedes(CO), se regocijó esperando ver[p] Mi día; y lo vio y se alegró(CP)».

57 Por esto los judíos(CQ) le dijeron: «Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?». 58 Jesús les dijo: «En verdad les digo, que antes que Abraham naciera[q], Yo soy(CR)». 59 Entonces tomaron piedras para tirárselas(CS), pero Jesús se ocultó[r](CT) y salió del templo[s].

Footnotes

  1. Juan 8:13 O válido.
  2. Juan 8:15 I.e. según un criterio carnal.
  3. Juan 8:16 Algunos mss. antiguos dicen: yo y el que.
  4. Juan 8:24 La mayoría de los eruditos bíblicos relacionan estas palabras con Ex. 3:14 YO SOY EL QUE SOY.
  5. Juan 8:25 O Lo que les he dicho desde el principio.
  6. Juan 8:28 Véase la nota, vers. 24.
  7. Juan 8:29 O no me dejó.
  8. Juan 8:37 O no progresa en ustedes.
  9. Juan 8:38 O en la presencia del Padre.
  10. Juan 8:40 Lit. a un hombre.
  11. Juan 8:42 Lit. Aquél.
  12. Juan 8:43 O mi manera de hablar.
  13. Juan 8:44 Lit. la mentira.
  14. Juan 8:44 Lit. el padre de ella.
  15. Juan 8:53 Lit. ¿quién te haces?
  16. Juan 8:56 Lit. para que viera.
  17. Juan 8:58 Lit. viniera a ser.
  18. Juan 8:59 Lit. fue ocultado.
  19. Juan 8:59 Algunos mss. agregan: y pasando por en medio de ellos, se fue, y así pasó.

y Jesús se fue al monte de los Olivos. Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba. Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres.(A) Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. 10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? 11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.

Jesús, la luz del mundo

12 Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo;(B) el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. 13 Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero.(C) 14 Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo, ni a dónde voy. 15 Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie. 16 Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre. 17 Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero. 18 Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí. 19 Ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, también a mi Padre conoceríais. 20 Estas palabras habló Jesús en el lugar de las ofrendas, enseñando en el templo; y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora.

A donde yo voy, vosotros no podéis venir

21 Otra vez les dijo Jesús: Yo me voy, y me buscaréis, pero en vuestro pecado moriréis; a donde yo voy, vosotros no podéis venir. 22 Decían entonces los judíos: ¿Acaso se matará a sí mismo, que dice: A donde yo voy, vosotros no podéis venir? 23 Y les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. 24 Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis. 25 Entonces le dijeron: ¿Tú quién eres? Entonces Jesús les dijo: Lo que desde el principio os he dicho. 26 Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros; pero el que me envió es verdadero; y yo, lo que he oído de él, esto hablo al mundo. 27 Pero no entendieron que les hablaba del Padre. 28 Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo. 29 Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada. 30 Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él.

La verdad os hará libres

31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. 33 Le respondieron: Linaje de Abraham somos,(D) y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres?

34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. 35 Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. 36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. 37 Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros. 38 Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre.

Sois de vuestro padre el diablo

39 Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais. 40 Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham. 41 Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios. 42 Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió. 43 ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. 44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. 45 Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis. 46 ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis? 47 El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.

La preexistencia de Cristo

48 Respondieron entonces los judíos, y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres samaritano, y que tienes demonio? 49 Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis. 50 Pero yo no busco mi gloria; hay quien la busca, y juzga. 51 De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte. 52 Entonces los judíos le dijeron: Ahora conocemos que tienes demonio. Abraham murió, y los profetas; y tú dices: El que guarda mi palabra, nunca sufrirá muerte. 53 ¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Abraham, el cual murió? ¡Y los profetas murieron! ¿Quién te haces a ti mismo? 54 Respondió Jesús: Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es; mi Padre es el que me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios. 55 Pero vosotros no le conocéis; mas yo le conozco, y si dijere que no le conozco, sería mentiroso como vosotros; pero le conozco, y guardo su palabra. 56 Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó. 57 Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? 58 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. 59 Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue.