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Opresión de Israel por los madianitas

Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos del Señor(A), y el Señor los entregó en manos de Madián(B) por siete años. Y el poder[a] de Madián prevaleció sobre Israel. Por causa de los madianitas, los hijos de Israel se hicieron escondites en las montañas y en las cavernas y en los lugares fortificados(C). Porque sucedía que cuando los hijos de Israel sembraban, los madianitas venían[b] con los amalecitas y los hijos del oriente y subían contra ellos; acampaban frente a ellos y destruían el producto de la tierra(D) hasta[c] Gaza, y no dejaban sustento alguno en Israel, ni oveja, ni buey, ni asno(E). Porque subían con su ganado y sus tiendas, y entraban como langostas en multitud(F), tanto ellos como sus camellos eran innumerables; y entraban en la tierra para devastarla. Así fue empobrecido(G) Israel en gran manera por causa de Madián, y los hijos de Israel clamaron al Señor.

Y[d] cuando los hijos de Israel clamaron al Señor a causa de Madián, el Señor envió a los hijos de Israel un profeta que les dijo: Así dice el Señor, Dios de Israel: «Fui yo el que os hice subir de Egipto, y os saqué de la casa de servidumbre[e](H). Os libré de la mano de los egipcios y de la mano de todos vuestros opresores; los desalojé delante de vosotros, os di su tierra, 10 y os dije: “Yo soy el Señor vuestro Dios. No temeréis a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis(I)”. Pero no me habéis obedecido[f]».

Llamamiento de Gedeón

11 Y vino el ángel del Señor(J) y se sentó debajo de la encina[g] que estaba en Ofra, la cual pertenecía a Joás abiezerita(K); y su hijo Gedeón(L) estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo[h] de los madianitas. 12 Y el ángel del Señor se le apareció, y le dijo: El Señor está contigo, valiente guerrero. 13 Entonces Gedeón le respondió: Ah señor mío, si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos ha ocurrido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas que nuestros padres nos han contado, diciendo: «¿No nos hizo el Señor subir de Egipto?». Pero ahora el Señor nos ha abandonado, y nos ha entregado en mano[i] de los madianitas(M). 14 Y el Señor lo miró[j], y dijo: Ve con esta tu fuerza(N), y libra a Israel de la mano[k] de los madianitas. ¿No te he enviado yo? 15 Y él respondió: Ah Señor, ¿cómo[l] libraré a Israel(O)? He aquí que mi familia es la más pobre en Manasés(P), y yo el menor de la casa de mi padre. 16 Pero el Señor le dijo: Ciertamente yo estaré contigo(Q), y derrotarás[m] a Madián como a un solo hombre. 17 Y Gedeón le dijo: Si he hallado gracia ante tus ojos, muéstrame una señal de que eres tú el que hablas conmigo(R). 18 Te ruego que no te vayas de aquí hasta que yo vuelva a ti, y traiga mi ofrenda y la ponga delante de ti. Y él respondió: Me quedaré hasta que vuelvas.

19 Y Gedeón entró y preparó un cabrito y pan sin levadura de un efa[n] de harina; puso la carne en una cesta y[o] el caldo en un caldero, y se los llevó a él debajo de la encina[p](S) y se los presentó. 20 Y el ángel de Dios le dijo: Toma la carne y el pan sin levadura, ponlos sobre esta peña y derrama el caldo. Y así lo hizo. 21 Entonces el ángel del Señor extendió la punta de la vara que estaba en su mano y tocó la carne y el pan sin levadura; y subió fuego de la roca que consumió la carne y el pan sin levadura(T). Y el ángel del Señor desapareció[q] de su vista. 22 Al ver Gedeón que era el ángel del Señor, dijo[r]: ¡Ay de mí, Señor Dios[s]! Porque ahora he visto al ángel del Señor cara a cara(U). 23 Y el Señor le dijo: La paz sea contigo, no temas; no morirás. 24 Y Gedeón edificó allí un altar al Señor y lo llamó El Señor es Paz[t], el cual permanece en Ofra de los abiezeritas hasta hoy(V).

Destrucción del altar de Baal

25 Sucedió que aquella misma noche el Señor le dijo: Toma el novillo de tu padre y otro[u] novillo de siete años; derriba el altar de Baal que pertenece a tu padre y corta la Asera[v](W) que está junto a él; 26 edifica después, en debida forma, un altar al Señor tu Dios sobre la cumbre de este peñasco; toma el segundo novillo y ofrece holocausto con la leña de la Asera que has cortado. 27 Gedeón tomó diez hombres de sus siervos e hizo como el Señor le había dicho; y sucedió, que como temía mucho a la casa de su padre y a los hombres de la ciudad para hacerlo de día, lo hizo de noche.

28 Cuando los hombres de la ciudad se levantaron temprano en la mañana, he aquí, el altar de Baal había sido derribado y cortada la Asera que estaba junto a él, y el segundo novillo había sido ofrecido en el altar que se había edificado. 29 Y se dijeron unos a otros: ¿Quién ha hecho esto? Y cuando buscaron e inquirieron, dijeron: Gedeón, hijo de Joás, ha hecho esto. 30 Entonces los hombres de la ciudad dijeron a Joás: Saca a tu hijo para que muera, porque ha derribado el altar de Baal, y ciertamente ha cortado la Asera que estaba a su lado. 31 Pero Joás dijo a todos los que estaban contra él: ¿Contenderéis vosotros por Baal, o lo libraréis? A cualquiera que contienda por él, se le dará muerte antes de llegar la mañana. Si es un dios, que contienda por sí mismo, porque alguien ha derribado su altar. 32 Por tanto, aquel día Gedeón[w] fue llamado Jerobaal(X), es decir, que Baal contienda contra él, porque había derribado su altar.

33 Pero todos los madianitas, los amalecitas y los hijos del oriente se reunieron, y cruzaron y acamparon en el valle de Jezreel(Y). 34 Y el Espíritu del Señor vino sobre[x](Z) Gedeón, y este tocó la trompeta(AA) y los abiezeritas se juntaron para seguirle. 35 Envió mensajeros por todo Manasés, que también se juntó para seguirle; y envió mensajeros a Aser, a Zabulón y a Neftalí(AB), que subieron a su encuentro(AC).

La prueba del vellón

36 Entonces Gedeón dijo a Dios: Si has de librar a Israel por mi mano(AD), como has dicho, 37 he aquí, yo pondré un vellón de lana en la era. Si hay rocío solamente en el vellón y toda la tierra queda seca, entonces sabré que librarás a Israel por mi mano, como has dicho. 38 Y así sucedió. Cuando se levantó temprano en la mañana, exprimió el vellón y escurrió el rocío del vellón, un tazón lleno de agua. 39 Y Gedeón dijo a Dios: No se encienda tu ira(AE) contra mí si hablo otra vez; te ruego que me permitas hacer otra vez una prueba con el vellón; que ahora quede seco el vellón y haya rocío en toda la tierra. 40 Así lo hizo Dios aquella noche, porque solamente quedó seco el vellón y había rocío en toda la tierra.

El ejército de Gedeón reducido

Entonces se levantó temprano Jerobaal(AF), es decir Gedeón, y todo el pueblo que estaba con él, y acamparon junto a la fuente de Harod[y]; y el campamento de Madián estaba al norte de ellos[z], cerca de la colina de More(AG), en el valle.

Y el Señor dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es demasiado numeroso para que yo entregue a Madián en sus manos; no sea que Israel se vuelva orgulloso[aa], diciendo: «Mi propia fortaleza[ab] me ha librado(AH)». Ahora pues[ac], proclama a oídos del pueblo, diciendo: «Cualquiera que tenga miedo y tiemble(AI), que regrese y parta del monte Galaad». Y veintidós mil personas regresaron, pero quedaron diez mil.

Y el Señor dijo a Gedeón(AJ): Todavía el pueblo es demasiado numeroso; hazlos bajar al agua y allí te los probaré. Y será que de quien yo te diga: «Este irá contigo», ese irá contigo; pero todo aquel de quien yo te diga: «Este no irá contigo», ese no irá. E hizo bajar el pueblo al agua. Y el Señor dijo a Gedeón: Pondrás a un lado a todo aquel que lamiere el agua con su lengua, como lame el perro, y a todo el que se arrodille para beber. Y fue el número de los que lamieron, poniendo la mano a su boca, trescientos hombres; pero todo el resto del pueblo se arrodilló para beber. Entonces el Señor dijo a Gedeón(AK): Os salvaré con los trescientos hombres que lamieron el agua y entregaré a los madianitas en tus manos. Que todos los demás del pueblo se vayan, cada uno a su casa[ad]. Y los trescientos hombres tomaron en sus manos las provisiones del pueblo y sus trompetas. Y Gedeón envió a todos los demás hombres de Israel, cada uno a su tienda, pero retuvo a los trescientos hombres. El campamento de Madián le quedaba abajo en el valle.

Y aconteció que aquella misma noche, el Señor le dijo a Gedeón: Levántate, desciende contra el campamento porque lo he entregado en tus manos(AL). 10 Pero si tienes temor de descender, baja al campamento con tu criado Fura, 11 y oirás lo que dicen. Entonces tus manos serán fortalecidas(AM) para descender contra el campamento. Y descendió con su criado Fura hasta los puestos avanzados del ejército[ae] que estaban en el campamento. 12 Y los madianitas, los amalecitas y todos los hijos del oriente estaban tendidos en el valle, numerosos como langostas(AN); y sus camellos eran muchos, innumerables, como la arena que está a la orilla del mar(AO). 13 Cuando llegó Gedeón, he aquí que un hombre estaba contando un sueño a su amigo, y decía: He aquí, tuve[af] un sueño; un pan[ag] de cebada iba rodando hasta el campamento de Madián, y llegó hasta la tienda y la golpeó de manera que cayó, y la volcó de arriba abajo[ah] y la tienda quedó extendida. 14 Respondió su amigo, y dijo: Esto no es otra cosa que la espada de Gedeón, hijo de Joás, varón de Israel; Dios ha entregado en su mano a Madián y a todo el campamento(AP).

15 Cuando Gedeón oyó el relato del sueño y su interpretación, se inclinó y adoró. Volvió al campamento de Israel, y dijo: Levantaos, porque el Señor ha entregado en vuestras manos el campamento de Madián. 16 Y dividió los trescientos hombres en tres compañías[ai], y puso trompetas y cántaros vacíos en las manos de todos ellos, con antorchas dentro de los cántaros. 17 Y les dijo: Miradme, y haced lo mismo que yo. Y he aquí, cuando yo llegue a las afueras del campamento, como[aj] yo haga, así haréis vosotros. 18 Cuando yo y todos los que estén conmigo toquemos la trompeta, entonces también vosotros tocaréis las trompetas alrededor de todo el campamento, y decid: «Por el Señor y por Gedeón».

Confusión y derrota de los madianitas

19 Y llegó Gedeón con los cien hombres que estaban con él a las afueras del campamento, al principio de la guardia de medianoche, cuando apenas habían apostado la guardia; tocaron las trompetas y rompieron los cántaros que tenían en las manos. 20 Cuando las tres compañías[ak] tocaron las trompetas, rompieron los cántaros, y sosteniendo las antorchas en la mano izquierda y las trompetas en la mano derecha para tocarlas, gritaron: ¡La espada del Señor y de Gedeón! 21 Cada uno se mantuvo en su lugar alrededor del campamento; y todo el ejército[al] echó a correr gritando mientras huían(AQ). 22 Cuando tocaron las trescientas trompetas, el Señor puso la espada del uno contra el otro(AR) por todo el campamento; y el ejército[am] huyó hasta Bet-sita, en dirección de Zerera, hasta la orilla de Abel-mehola(AS), junto a Tabat. 23 Y los hombres de Israel se reunieron, de Neftalí, de Aser y de todo Manasés(AT), y persiguieron a los madianitas[an].

24 Y Gedeón envió mensajeros por toda la región montañosa de Efraín, diciendo: Descended contra[ao] Madián y tomad antes que ellos los vados[ap], hasta Bet-bara y el Jordán(AU). Y todos los hombres de Efraín se reunieron y tomaron los vados[aq] hasta Bet-bara y el Jordán. 25 Y capturaron a los dos jefes de Madián, Oreb y Zeeb; mataron a Oreb en la peña de Oreb y mataron a Zeeb en el lagar de Zeeb, cuando perseguían a Madián(AV). Y trajeron a Gedeón las cabezas de Oreb y Zeeb del otro lado del Jordán(AW).

Derrota de Zeba y Zalmuna

Entonces los hombres de Efraín le dijeron: ¿Qué es esto que nos has hecho, al no llamarnos cuando fuiste a pelear contra Madián(AX)? Y lo criticaron duramente. Pero él les dijo: ¿Qué he hecho yo ahora en comparación con vosotros? ¿No es mejor el rebusco de Efraín que la vendimia de Abiezer? Dios ha entregado en vuestras manos a los jefes de Madián, Oreb y Zeeb; ¿y qué pude hacer yo en comparación con vosotros? Entonces se aplacó la ira[ar] de ellos contra él cuando dijo esto[as].

Gedeón y los trescientos hombres que iban con él llegaron al Jordán y lo cruzaron, cansados, mas continuando la persecución(AY). Y dijo a los hombres de Sucot(AZ): Os ruego que deis pan[at] a la gente que me sigue, porque están cansados, y estoy persiguiendo a Zeba y a Zalmuna, reyes de Madián. Y los jefes de Sucot dijeron: ¿Están ya las manos[au] de Zeba y Zalmuna en tu poder[av], para que demos pan a tu ejército(BA)? Y Gedeón respondió: Muy bien[aw], cuando el Señor haya entregado en mi mano a Zeba y a Zalmuna(BB), trillaré[ax] vuestras carnes con espinos del desierto y con abrojos. De allí subió a Peniel(BC), y les habló de la misma manera; y los hombres de Peniel le respondieron tal como los de Sucot le habían contestado. Y habló también a los hombres de Peniel, diciendo: Cuando yo vuelva sano y salvo[ay], derribaré esta torre(BD). 10 Ahora bien, Zeba y Zalmuna estaban en Carcor, y sus ejércitos[az] con ellos, unos quince mil hombres, los que habían quedado de todo el ejército[ba] de los hijos del oriente; porque los que habían caído eran ciento veinte mil hombres que sacaban espada(BE). 11 Y subió Gedeón por el camino de los que habitaban en tiendas al este de Noba y Jogbeha, y atacó[bb] el campamento cuando el campamento estaba desprevenido[bc]. 12 Cuando Zeba y Zalmuna huyeron, los persiguió; capturó a los dos reyes de Madián, Zeba y Zalmuna y llenó de terror a todo el ejército[bd].

13 Después Gedeón, hijo de Joás, volvió de la batalla por la subida a Heres[be]. 14 Y capturó a un joven de[bf] Sucot y lo interrogó. Entonces el joven le dio por escrito los nombres de los príncipes de Sucot y de sus ancianos, setenta y siete hombres. 15 Y fue a los hombres de Sucot y dijo: He aquí a Zeba y a Zalmuna, acerca de los cuales me injuriasteis, diciendo: «¿Están ya las manos[bg] de Zeba y Zalmuna en tu mano para que demos pan a tus hombres que están fatigados(BF)?». 16 Entonces tomó a los ancianos de la ciudad, y espinos del desierto y abrojos, y con ellos castigó a[bh] los hombres de Sucot. 17 Derribó la torre de Peniel(BG) y mató a los hombres de la ciudad.

18 Después dijo a Zeba y a Zalmuna: ¿Qué clase de hombres eran los que matasteis en Tabor? Y ellos respondieron: Eran como tú, cada uno parecía hijo[bi] de rey. 19 Y él dijo: Eran mis hermanos, hijos de mi madre. Vive el Señor, que si los hubierais dejado con vida, yo no os quitaría la vida. 20 Y dijo a Jeter su primogénito: Levántate y mátalos. Pero el joven no sacó la espada porque tenía temor, pues todavía era muchacho. 21 Entonces Zeba y Zalmuna dijeron: Levántate tú y cae sobre nosotros; porque como es el hombre, así es su fortaleza[bj]. Y se levantó Gedeón y mató a Zeba y a Zalmuna(BH), y tomó los adornos de media luna que sus camellos llevaban al cuello(BI).

Ultimos años de Gedeón

22 Y los hombres de Israel dijeron a Gedeón: Reina sobre nosotros, tú y tus hijos, y también el hijo de tu hijo, porque nos has librado de la mano de Madián. 23 Pero Gedeón les dijo: No reinaré sobre vosotros, ni tampoco reinará sobre vosotros mi hijo; el Señor reinará sobre vosotros(BJ). 24 Les dijo también Gedeón: Quisiera pediros[bk] que cada uno de vosotros me dé un zarcillo[bl] de su botín (pues tenían zarcillos de oro, porque eran ismaelitas(BK)). 25 Y ellos dijeron: De cierto te los daremos. Y tendieron un manto, y cada uno de ellos echó allí un zarcillo de su botín. 26 El peso de los zarcillos de oro que él pidió fue de mil setecientos siclos[bm] de oro, sin contar los adornos de media luna, los pendientes y los vestidos de púrpura que llevaban los reyes de Madián y sin contar los collares que llevaban sus camellos al cuello. 27 Y Gedeón hizo de ello un efod(BL), y lo colocó en Ofra, su ciudad, con el cual todo Israel se prostituyó allí, y esto vino a ser ruina[bn] para Gedeón y su casa. 28 Así fue subyugado Madián delante de los hijos de Israel, y ya no volvieron a levantar cabeza. Y el país tuvo descanso por cuarenta años en los días de Gedeón.

29 Entonces Jerobaal(BM), hijo de Joás, fue y habitó en su casa. 30 Y tuvo Gedeón setenta hijos(BN) que fueron sus descendientes directos[bo], porque tuvo muchas mujeres. 31 La concubina que tenía en Siquem también le dio un hijo, y le puso por nombre Abimelec. 32 Y murió Gedeón, hijo de Joás, a una edad avanzada y fue sepultado en el sepulcro de su padre Joás, en Ofra de los abiezeritas.

33 Y sucedió que al morir Gedeón, los hijos de Israel volvieron a prostituirse con los baales(BO) e hicieron a Baal-berit su dios(BP). 34 Y los hijos de Israel se olvidaron del Señor su Dios(BQ) que los había librado de manos de todos sus enemigos en derredor; 35 tampoco mostraron bondad a la casa de Jerobaal(BR), es decir, Gedeón, conforme a todo el bien que él había hecho a Israel.

Footnotes

  1. Jueces 6:2 Lit., la mano
  2. Jueces 6:3 Lit., subían
  3. Jueces 6:4 Lit., hasta tu llegada a
  4. Jueces 6:7 Lit., Y fue que
  5. Jueces 6:8 Lit., esclavos
  6. Jueces 6:10 Lit., no habéis escuchado mi voz
  7. Jueces 6:11 O, terebinto
  8. Jueces 6:11 O, salvarlo
  9. Jueces 6:13 Lit., la palma
  10. Jueces 6:14 O, se volvió hacia él
  11. Jueces 6:14 Lit., palma
  12. Jueces 6:15 Lit., con qué
  13. Jueces 6:16 Lit., herirás
  14. Jueces 6:19 Un efa equivale aprox. a 22 litros
  15. Jueces 6:19 Lit., y puso
  16. Jueces 6:19 O, terebinto
  17. Jueces 6:21 O, se fue
  18. Jueces 6:22 Lit., Gedeón dijo
  19. Jueces 6:22 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
  20. Jueces 6:24 Heb., Yahweh-shalom
  21. Jueces 6:25 Lit., y un segundo
  22. Jueces 6:25 I.e., símbolo de madera de una deidad femenina
  23. Jueces 6:32 Lit., él
  24. Jueces 6:34 Lit., revistió a
  25. Jueces 7:1 O, junto a En Harod
  26. Jueces 7:1 Lit., él
  27. Jueces 7:2 Lit., se gloríe contra mí
  28. Jueces 7:2 Lit., mano
  29. Jueces 7:3 Lit., Y ahora te ruego
  30. Jueces 7:7 Lit., lugar
  31. Jueces 7:11 Lit., la extremidad del frente de batalla
  32. Jueces 7:13 Lit., soñé
  33. Jueces 7:13 Lit., y he aquí un pan
  34. Jueces 7:13 Lit., hacia arriba
  35. Jueces 7:16 Lit., cabezas
  36. Jueces 7:17 Lit., y sucederá que como
  37. Jueces 7:20 Lit., cabezas
  38. Jueces 7:21 O, campamento
  39. Jueces 7:22 O, campamento
  40. Jueces 7:23 Lit., a Madián
  41. Jueces 7:24 Lit., al encuentro de
  42. Jueces 7:24 Lit., los vados de las aguas
  43. Jueces 7:24 Lit., los vados de las aguas
  44. Jueces 8:3 Lit., el espíritu
  45. Jueces 8:3 Lit., esta palabra
  46. Jueces 8:5 Lit., tortas de pan
  47. Jueces 8:6 Lit., ¿Está la palma
  48. Jueces 8:6 Lit., tus manos
  49. Jueces 8:7 Lit., Porque así
  50. Jueces 8:7 U, hollaré
  51. Jueces 8:9 O, en paz
  52. Jueces 8:10 O, campamentos
  53. Jueces 8:10 O, campamento
  54. Jueces 8:11 Lit., e hirió
  55. Jueces 8:11 O, seguro
  56. Jueces 8:12 O, campamento
  57. Jueces 8:13 O, antes de subir el sol
  58. Jueces 8:14 Lit., un joven de los hombres de
  59. Jueces 8:15 Lit., ¿Está la palma
  60. Jueces 8:16 Lit., hizo que conocieran
  61. Jueces 8:18 Lit., como la apariencia de hijos
  62. Jueces 8:21 O, valentía
  63. Jueces 8:24 Lit., pediros una petición
  64. Jueces 8:24 O, una nariguera, y así en los vers. 25 y 26
  65. Jueces 8:26 Un siclo equivale aprox. a 11.4 gramos
  66. Jueces 8:27 Lit., trampa
  67. Jueces 8:30 Lit., que vinieron de sus lomos

Llamamiento de Gedeón

Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de Madián por siete años. Y la mano de Madián prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas, se hicieron cuevas en los montes, y cavernas, y lugares fortificados. Pues sucedía que cuando Israel había sembrado, subían los madianitas y amalecitas y los hijos del oriente contra ellos; subían y los atacaban. Y acampando contra ellos destruían los frutos de la tierra, hasta llegar a Gaza; y no dejaban qué comer en Israel, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos. Porque subían ellos y sus ganados, y venían con sus tiendas en grande multitud como langostas; ellos y sus camellos eran innumerables; así venían a la tierra para devastarla. De este modo empobrecía Israel en gran manera por causa de Madián; y los hijos de Israel clamaron a Jehová.

Y cuando los hijos de Israel clamaron a Jehová, a causa de los madianitas, Jehová envió a los hijos de Israel un varón profeta, el cual les dijo: Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Yo os hice salir de Egipto, y os saqué de la casa de servidumbre. Os libré de mano de los egipcios, y de mano de todos los que os afligieron, a los cuales eché de delante de vosotros, y os di su tierra; 10 y os dije: Yo soy Jehová vuestro Dios; no temáis a los dioses de los amorreos, en cuya tierra habitáis; pero no habéis obedecido a mi voz.

11 Y vino el ángel de Jehová, y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual era de Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas. 12 Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente. 13 Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas. 14 Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo? 15 Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre. 16 Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre. 17 Y él respondió: Yo te ruego que si he hallado gracia delante de ti, me des señal de que tú has hablado conmigo. 18 Te ruego que no te vayas de aquí hasta que vuelva a ti, y saque mi ofrenda y la ponga delante de ti. Y él respondió: Yo esperaré hasta que vuelvas.

19 Y entrando Gedeón, preparó un cabrito, y panes sin levadura de un efa de harina; y puso la carne en un canastillo, y el caldo en una olla, y sacándolo se lo presentó debajo de aquella encina. 20 Entonces el ángel de Dios le dijo: Toma la carne y los panes sin levadura, y ponlos sobre esta peña, y vierte el caldo. Y él lo hizo así. 21 Y extendiendo el ángel de Jehová el báculo que tenía en su mano, tocó con la punta la carne y los panes sin levadura; y subió fuego de la peña, el cual consumió la carne y los panes sin levadura. Y el ángel de Jehová desapareció de su vista. 22 Viendo entonces Gedeón que era el ángel de Jehová, dijo: Ah, Señor Jehová, que he visto al ángel de Jehová cara a cara. 23 Pero Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas temor, no morirás. 24 Y edificó allí Gedeón altar a Jehová, y lo llamó Jehová-salom;[a] el cual permanece hasta hoy en Ofra de los abiezeritas.

25 Aconteció que la misma noche le dijo Jehová: Toma un toro del hato de tu padre, el segundo toro de siete años, y derriba el altar de Baal que tu padre tiene, y corta también la imagen de Asera que está junto a él; 26 y edifica altar a Jehová tu Dios en la cumbre de este peñasco en lugar conveniente; y tomando el segundo toro, sacrifícalo en holocausto con la madera de la imagen de Asera que habrás cortado. 27 Entonces Gedeón tomó diez hombres de sus siervos, e hizo como Jehová le dijo. Mas temiendo hacerlo de día, por la familia de su padre y por los hombres de la ciudad, lo hizo de noche.

28 Por la mañana, cuando los de la ciudad se levantaron, he aquí que el altar de Baal estaba derribado, y cortada la imagen de Asera que estaba junto a él, y el segundo toro había sido ofrecido en holocausto sobre el altar edificado. 29 Y se dijeron unos a otros: ¿Quién ha hecho esto? Y buscando e inquiriendo, les dijeron: Gedeón hijo de Joás lo ha hecho. Entonces los hombres de la ciudad dijeron a Joás: 30 Saca a tu hijo para que muera, porque ha derribado el altar de Baal y ha cortado la imagen de Asera que estaba junto a él. 31 Y Joás respondió a todos los que estaban junto a él: ¿Contenderéis vosotros por Baal? ¿Defenderéis su causa? Cualquiera que contienda por él, que muera esta mañana. Si es un dios, contienda por sí mismo con el que derribó su altar. 32 Aquel día Gedeón fue llamado Jerobaal, esto es: Contienda Baal contra él, por cuanto derribó su altar.

33 Pero todos los madianitas y amalecitas y los del oriente se juntaron a una, y pasando acamparon en el valle de Jezreel. 34 Entonces el Espíritu de Jehová vino sobre Gedeón, y cuando este tocó el cuerno, los abiezeritas se reunieron con él. 35 Y envió mensajeros por todo Manasés, y ellos también se juntaron con él; asimismo envió mensajeros a Aser, a Zabulón y a Neftalí, los cuales salieron a encontrarles.

36 Y Gedeón dijo a Dios: Si has de salvar a Israel por mi mano, como has dicho, 37 he aquí que yo pondré un vellón de lana en la era; y si el rocío estuviere en el vellón solamente, quedando seca toda la otra tierra, entonces entenderé que salvarás a Israel por mi mano, como lo has dicho. 38 Y aconteció así, pues cuando se levantó de mañana, exprimió el vellón y sacó de él el rocío, un tazón lleno de agua. 39 Mas Gedeón dijo a Dios: No se encienda tu ira contra mí, si aún hablare esta vez; solamente probaré ahora otra vez con el vellón. Te ruego que solamente el vellón quede seco, y el rocío sobre la tierra. 40 Y aquella noche lo hizo Dios así; solo el vellón quedó seco, y en toda la tierra hubo rocío.

Gedeón derrota a los madianitas

Levantándose, pues, de mañana Jerobaal, el cual es Gedeón, y todo el pueblo que estaba con él, acamparon junto a la fuente de Harod; y tenía el campamento de los madianitas al norte, más allá del collado de More, en el valle.

Y Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado. Ahora, pues, haz pregonar en oídos del pueblo, diciendo: Quien tema y se estremezca, madrugue y devuélvase(A) desde el monte de Galaad. Y se devolvieron de los del pueblo veintidós mil, y quedaron diez mil.

Y Jehová dijo a Gedeón: Aún es mucho el pueblo; llévalos a las aguas, y allí te los probaré; y del que yo te diga: Vaya este contigo, irá contigo; mas de cualquiera que yo te diga: Este no vaya contigo, el tal no irá. Entonces llevó el pueblo a las aguas; y Jehová dijo a Gedeón: Cualquiera que lamiere las aguas con su lengua como lame el perro, a aquel pondrás aparte; asimismo a cualquiera que se doblare sobre sus rodillas para beber. Y fue el número de los que lamieron llevando el agua con la mano a su boca, trescientos hombres; y todo el resto del pueblo se dobló sobre sus rodillas para beber las aguas. Entonces Jehová dijo a Gedeón: Con estos trescientos hombres que lamieron el agua os salvaré, y entregaré a los madianitas en tus manos; y váyase toda la demás gente cada uno a su lugar. Y habiendo tomado provisiones para el pueblo, y sus trompetas, envió a todos los israelitas cada uno a su tienda, y retuvo a aquellos trescientos hombres; y tenía el campamento de Madián abajo en el valle.

Aconteció que aquella noche Jehová le dijo: Levántate, y desciende al campamento; porque yo lo he entregado en tus manos. 10 Y si tienes temor de descender, baja tú con Fura tu criado al campamento, 11 y oirás lo que hablan; y entonces tus manos se esforzarán, y descenderás al campamento. Y él descendió con Fura su criado hasta los puestos avanzados de la gente armada que estaba en el campamento. 12 Y los madianitas, los amalecitas y los hijos del oriente estaban tendidos en el valle como langostas en multitud, y sus camellos eran innumerables como la arena que está a la ribera del mar en multitud. 13 Cuando llegó Gedeón, he aquí que un hombre estaba contando a su compañero un sueño, diciendo: He aquí yo soñé un sueño: Veía un pan de cebada que rodaba hasta el campamento de Madián, y llegó a la tienda, y la golpeó de tal manera que cayó, y la trastornó de arriba abajo, y la tienda cayó. 14 Y su compañero respondió y dijo: Esto no es otra cosa sino la espada de Gedeón hijo de Joás, varón de Israel. Dios ha entregado en sus manos a los madianitas con todo el campamento.

15 Cuando Gedeón oyó el relato del sueño y su interpretación, adoró; y vuelto al campamento de Israel, dijo: Levantaos, porque Jehová ha entregado el campamento de Madián en vuestras manos. 16 Y repartiendo los trescientos hombres en tres escuadrones, dio a todos ellos trompetas en sus manos, y cántaros vacíos con teas ardiendo dentro de los cántaros. 17 Y les dijo: Miradme a mí, y haced como hago yo; he aquí que cuando yo llegue al extremo del campamento, haréis vosotros como hago yo. 18 Yo tocaré la trompeta, y todos los que estarán conmigo; y vosotros tocaréis entonces las trompetas alrededor de todo el campamento, y diréis: ¡Por Jehová y por Gedeón! 19 Llegaron, pues, Gedeón y los cien hombres que llevaba consigo, al extremo del campamento, al principio de la guardia de la medianoche, cuando acababan de renovar los centinelas; y tocaron las trompetas, y quebraron los cántaros que llevaban en sus manos. 20 Y los tres escuadrones tocaron las trompetas, y quebrando los cántaros tomaron en la mano izquierda las teas, y en la derecha las trompetas con que tocaban, y gritaron: ¡Por la espada de Jehová y de Gedeón! 21 Y se estuvieron firmes cada uno en su puesto en derredor del campamento; entonces todo el ejército echó a correr dando gritos y huyendo. 22 Y los trescientos tocaban las trompetas; y Jehová puso la espada de cada uno contra su compañero en todo el campamento. Y el ejército huyó hasta Bet-sita, en dirección de Zerera, y hasta la frontera de Abel-mehola en Tabat. 23 Y juntándose los de Israel, de Neftalí, de Aser y de todo Manasés, siguieron a los madianitas.

24 Gedeón también envió mensajeros por todo el monte de Efraín, diciendo: Descended al encuentro de los madianitas, y tomad los vados de Bet-bara y del Jordán antes que ellos lleguen. Y juntos todos los hombres de Efraín, tomaron los vados de Bet-bara y del Jordán. 25 Y tomaron a dos príncipes de los madianitas, Oreb y Zeeb; y mataron a Oreb en la peña de Oreb, y a Zeeb lo mataron en el lagar de Zeeb; y después que siguieron a los madianitas, trajeron las cabezas de Oreb y de Zeeb a Gedeón al otro lado del Jordán.

Gedeón captura a los reyes de Madián

Pero los hombres de Efraín le dijeron: ¿Qué es esto que has hecho con nosotros, no llamándonos cuando ibas a la guerra contra Madián? Y le reconvinieron fuertemente. A los cuales él respondió: ¿Qué he hecho yo ahora comparado con vosotros? ¿No es el rebusco de Efraín mejor que la vendimia de Abiezer? Dios ha entregado en vuestras manos a Oreb y a Zeeb, príncipes de Madián; ¿y qué he podido yo hacer comparado con vosotros? Entonces el enojo de ellos contra él se aplacó, luego que él habló esta palabra.

Y vino Gedeón al Jordán, y pasó él y los trescientos hombres que traía consigo, cansados, mas todavía persiguiendo. Y dijo a los de Sucot: Yo os ruego que deis a la gente que me sigue algunos bocados de pan; porque están cansados, y yo persigo a Zeba y Zalmuna, reyes de Madián. Y los principales de Sucot respondieron: ¿Están ya Zeba y Zalmuna en tu mano, para que demos pan a tu ejército? Y Gedeón dijo: Cuando Jehová haya entregado en mi mano a Zeba y a Zalmuna, yo trillaré vuestra carne con espinos y abrojos del desierto. De allí subió a Peniel, y les dijo las mismas palabras. Y los de Peniel le respondieron como habían respondido los de Sucot. Y él habló también a los de Peniel, diciendo: Cuando yo vuelva en paz, derribaré esta torre.

10 Y Zeba y Zalmuna estaban en Carcor, y con ellos su ejército como de quince mil hombres, todos los que habían quedado de todo el ejército de los hijos del oriente; pues habían caído ciento veinte mil hombres que sacaban espada. 11 Subiendo, pues, Gedeón por el camino de los que habitaban en tiendas al oriente de Noba y de Jogbeha, atacó el campamento, porque el ejército no estaba en guardia. 12 Y huyendo Zeba y Zalmuna, él los siguió; y prendió a los dos reyes de Madián, Zeba y Zalmuna, y llenó de espanto a todo el ejército.

13 Entonces Gedeón hijo de Joás volvió de la batalla antes que el sol subiese, 14 y tomó a un joven de los hombres de Sucot, y le preguntó; y él le dio por escrito los nombres de los principales y de los ancianos de Sucot, setenta y siete varones. 15 Y entrando a los hombres de Sucot, dijo: He aquí a Zeba y a Zalmuna, acerca de los cuales me zaheristeis, diciendo: ¿Están ya en tu mano Zeba y Zalmuna, para que demos nosotros pan a tus hombres cansados? 16 Y tomó a los ancianos de la ciudad, y espinos y abrojos del desierto, y castigó con ellos a los de Sucot. 17 Asimismo derribó la torre de Peniel, y mató a los de la ciudad.

18 Luego dijo a Zeba y a Zalmuna: ¿Qué aspecto tenían aquellos hombres que matasteis en Tabor? Y ellos respondieron: Como tú, así eran ellos; cada uno parecía hijo de rey. 19 Y él dijo: Mis hermanos eran, hijos de mi madre. ¡Vive Jehová, que si les hubierais conservado la vida, yo no os mataría! 20 Y dijo a Jeter su primogénito: Levántate, y mátalos. Pero el joven no desenvainó su espada, porque tenía temor, pues era aún muchacho. 21 Entonces dijeron Zeba y Zalmuna: Levántate tú, y mátanos; porque como es el varón, tal es su valentía. Y Gedeón se levantó, y mató a Zeba y a Zalmuna; y tomó los adornos de lunetas que sus camellos traían al cuello.

22 Y los israelitas dijeron a Gedeón: Sé nuestro señor, tú, y tu hijo, y tu nieto; pues que nos has librado de mano de Madián. 23 Mas Gedeón respondió: No seré señor sobre vosotros, ni mi hijo os señoreará: Jehová señoreará sobre vosotros. 24 Y les dijo Gedeón: Quiero haceros una petición; que cada uno me dé los zarcillos de su botín (pues traían zarcillos de oro, porque eran ismaelitas). 25 Ellos respondieron: De buena gana te los daremos. Y tendiendo un manto, echó allí cada uno los zarcillos de su botín. 26 Y fue el peso de los zarcillos de oro que él pidió, mil setecientos siclos de oro, sin las planchas y joyeles y vestidos de púrpura que traían los reyes de Madián, y sin los collares que traían sus camellos al cuello. 27 Y Gedeón hizo de ellos un efod, el cual hizo guardar en su ciudad de Ofra; y todo Israel se prostituyó tras de ese efod en aquel lugar; y fue tropezadero a Gedeón y a su casa. 28 Así fue subyugado Madián delante de los hijos de Israel, y nunca más volvió a levantar cabeza. Y reposó la tierra cuarenta años en los días de Gedeón.

29 Luego Jerobaal hijo de Joás fue y habitó en su casa. 30 Y tuvo Gedeón setenta hijos que constituyeron su descendencia, porque tuvo muchas mujeres. 31 También su concubina que estaba en Siquem le dio un hijo, y le puso por nombre Abimelec. 32 Y murió Gedeón hijo de Joás en buena vejez, y fue sepultado en el sepulcro de su padre Joás, en Ofra de los abiezeritas.

33 Pero aconteció que cuando murió Gedeón, los hijos de Israel volvieron a prostituirse yendo tras los baales, y escogieron por dios a Baal-berit. 34 Y no se acordaron los hijos de Israel de Jehová su Dios, que los había librado de todos sus enemigos en derredor; 35 ni se mostraron agradecidos con la casa de Jerobaal, el cual es Gedeón, conforme a todo el bien que él había hecho a Israel.

Footnotes

  1. Jueces 6:24 Esto es, Jehová es paz.