Jueces 2
La Palabra (España)
El ángel del Señor anuncia desgracias a Israel
2 El ángel del Señor subió de Guilgal a Betel y dijo:
— Yo os saqué de Egipto, os traje a la tierra que había prometido con juramento a vuestros antepasados y os dije: “No romperé jamás mi alianza con vosotros; 2 por vuestra parte, no haréis alianza con los habitantes de este país y destruiréis sus altares”. Pero no habéis escuchado mi voz. ¿Por qué habéis obrado así? 3 Por eso no los expulsaré ante vosotros; serán vuestros opresores, y sus dioses una trampa para vosotros.
4 Apenas el ángel del Señor dijo estas palabras a todos los israelitas, el pueblo se puso a llorar a gritos. 5 Así que llamaron a aquel lugar Bokín. Y ofrecieron allí sacrificios al Señor.
II.— HISTORIAS DE LOS “JUECES” (2,6—16,31)
Interpretación religiosa programática
6 Josué despidió al pueblo, y los israelitas se volvieron cada uno a su heredad para tomar posesión de ella. 7 El pueblo sirvió al Señor mientras vivieron Josué y los ancianos que le sobrevivieron y que habían sido testigos de todas las grandes hazañas que el Señor había hecho en favor de Israel. 8 Pero Josué, hijo de Nun, siervo del Señor, murió a la edad de ciento diez años. 9 Lo enterraron en el término de su heredad, en Timná Séraj, en la montaña de Efraín, al norte del monte Gaas. 10 También aquella generación fue a reunirse con sus antepasados y surgió otra generación que no conocía al Señor ni lo que había hecho por Israel.
11 Entonces los israelitas hicieron lo que desagrada al Señor: dieron culto a los Baales; 12 abandonaron al Señor, el Dios de sus antepasados, que los había sacado de Egipto, y siguieron a otros dioses de los pueblos de alrededor; se postraron ante ellos e irritaron al Señor. 13 Dejaron al Señor y dieron culto a Baal y a las Astartés. 14 Entonces se encolerizó el Señor contra Israel y los entregó en manos de salteadores que los saqueaban; los dejó a merced de los enemigos de alrededor y no pudieron ya resistir ante ellos. 15 En todas sus campañas el Señor se les ponía en contra haciendo que fracasaran tal como el Señor se lo tenía dicho y jurado. Los puso así en gran aprieto.
16 Pero entonces el Señor hacía surgir jueces que los ponían a salvo de quienes los saqueaban. 17 Sin embargo, tampoco hicieron caso de esos jueces. Dieron culto a otros dioses y se postraron ante ellos. Se desviaban en seguida del camino seguido por sus padres que habían sido dóciles a los mandamientos del Señor y no los imitaban.
18 Cuando el Señor les suscitaba jueces, el Señor asistía al juez y, mientras este vivía, estaban a salvo de sus enemigos, porque el Señor se compadecía de los gemidos que proferían ante los que los maltrataban y oprimían. 19 Pero en cuanto moría el juez, volvían a corromperse más todavía que sus padres e iban detrás de otros dioses, dándoles culto, postrándose ante ellos y siguiendo en todo las prácticas y la conducta obstinada de sus padres. 20 Así que el Señor se encolerizó con el pueblo israelita y dijo:
— Ya que este pueblo ha quebrantado la alianza que sellé con sus antepasados y no ha escuchado mi voz, 21 tampoco yo seguiré expulsando ante ellos a ninguno de los pueblos que Josué al morir dejó sin conquistar.
22 El Señor quería poner a prueba con esos pueblos a los israelitas, a ver si seguían o no los caminos del Señor, como los habían seguido sus antepasados. 23 Por eso el Señor no se metió con aquellos pueblos, y no los expulsó en seguida, ni los entregó en manos de Josué.
Jueces 2
Reina-Valera 1960
El ángel de Jehová en Boquim
2 El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros, 2 con tal que vosotros no hagáis pacto con los moradores de esta tierra, cuyos altares habéis de derribar;(A) mas vosotros no habéis atendido a mi voz. ¿Por qué habéis hecho esto? 3 Por tanto, yo también digo: No los echaré de delante de vosotros, sino que serán azotes para vuestros costados, y sus dioses os serán tropezadero. 4 Cuando el ángel de Jehová habló estas palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo alzó su voz y lloró. 5 Y llamaron el nombre de aquel lugar Boquim,[a] y ofrecieron allí sacrificios a Jehová.
Muerte de Josué
(Jos. 24.29-31)
6 Porque ya Josué había despedido al pueblo, y los hijos de Israel se habían ido cada uno a su heredad para poseerla. 7 Y el pueblo había servido a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían visto todas las grandes obras de Jehová, que él había hecho por Israel. 8 Pero murió Josué hijo de Nun, siervo de Jehová, siendo de ciento diez años. 9 Y lo sepultaron en su heredad en Timnat-sera,(B) en el monte de Efraín, al norte del monte de Gaas. 10 Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel.
Apostasía de Israel, y la obra de los jueces
11 Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales. 12 Dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira a Jehová. 13 Y dejaron a Jehová, y adoraron a Baal y a Astarot. 14 Y se encendió contra Israel el furor de Jehová, el cual los entregó en manos de robadores que los despojaron, y los vendió en mano de sus enemigos de alrededor; y no pudieron ya hacer frente a sus enemigos. 15 Por dondequiera que salían, la mano de Jehová estaba contra ellos para mal, como Jehová había dicho, y como Jehová se lo había jurado; y tuvieron gran aflicción.
16 Y Jehová levantó jueces que los librasen de mano de los que les despojaban; 17 pero tampoco oyeron a sus jueces, sino que fueron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron; se apartaron pronto del camino en que anduvieron sus padres obedeciendo a los mandamientos de Jehová; ellos no hicieron así. 18 Y cuando Jehová les levantaba jueces, Jehová estaba con el juez, y los libraba de mano de los enemigos todo el tiempo de aquel juez; porque Jehová era movido a misericordia por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían. 19 Mas acontecía que al morir el juez, ellos volvían atrás, y se corrompían más que sus padres, siguiendo a dioses ajenos para servirles, e inclinándose delante de ellos; y no se apartaban de sus obras, ni de su obstinado camino. 20 Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y dijo: Por cuanto este pueblo traspasa mi pacto que ordené a sus padres, y no obedece a mi voz, 21 tampoco yo volveré más a arrojar de delante de ellos a ninguna de las naciones que dejó Josué cuando murió; 22 para probar con ellas a Israel, si procurarían o no seguir el camino de Jehová, andando en él, como lo siguieron sus padres. 23 Por esto dejó Jehová a aquellas naciones, sin arrojarlas de una vez, y no las entregó en mano de Josué.
Footnotes
- Jueces 2:5 Esto es, los que lloran.
La Palabra, (versión española) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España
Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Utilizado con permiso. Si desea más información visite americanbible.org, unitedbiblesocieties.org, vivelabiblia.com, unitedbiblesocieties.org/es/casa/, www.rvr60.bible