Add parallel Print Page Options

”Al cumplirse los días de su purificación, haya tenido un hijo o una hija, irá a la entrada del tabernáculo de reunión y presentará al sacerdote un cordero de un año, para holocausto, y un palomino o una tórtola para expiación. El sacerdote se los ofrecerá al Señor, y hará expiación por ella, y ella quedará limpia de su flujo de sangre.

”Ésta es la ley para la mujer que dé a luz un hijo o una hija. Si no tiene lo suficiente para comprar un cordero, presentará entonces dos tórtolas o dos palominos,(A) uno para holocausto y otro para expiación; el sacerdote hará entonces la expiación por ella, y ella quedará limpia.”»

Read full chapter