⁸ Por tanto, dad frutos dignos de arrepentimiento; y no comencéis a deciros a vosotros mismos^(A): «Tenemos a Abraham por padre^(B)», porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham de estas piedras.

²⁴ Y gritando, dijo: «Padre Abraham^(A), ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, pues estoy en agonía en esta llama^(B)».

³³ Ellos le contestaron: Somos descendientes de Abraham^(A) y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: «Seréis libres»?

³⁹ Ellos le contestaron, y le dijeron: Abraham es nuestro padre^(A). Jesús les dijo*: Si sois hijos de Abraham^(B), haced las obras de Abraham.

⁵³ ¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre^(A) Abraham que murió? Los profetas también murieron; ¿quién crees que eres?^[a]

²⁶ Hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que entre vosotros teméis a Dios, a nosotros^[a] nos es enviada la palabra de esta salvación^(A).

Abraham, justificado por la fe

4 ¿Qué diremos, entonces, que halló Abraham, nuestro padre^[a] según la carne^(A)?

⁷ ni son todos hijos por ser descendientes^[a] de Abraham^(A), sino que por Isaac será llamada tu descendencia^[b](B).

⁸ Esto es, no son los hijos de la carne los que son hijos de Dios^(A), sino que los hijos de la promesa son considerados como descendientes^[a](B).

²⁹ Y si sois de Cristo^(A), entonces sois descendencia^[a] de Abraham, herederos según la promesa^(B).