Prólogo

Muchos han intentado hacer un relato de las cosas que se han cumplido[a] entre nosotros, tal y como nos las transmitieron los que desde el principio fueron testigos presenciales y servidores de la palabra. Por lo tanto, yo también, excelentísimo Teófilo, habiendo investigado todo esto con esmero desde su origen, he decidido escribírtelo ordenadamente, para que llegues a tener plena seguridad de lo que te enseñaron.

Anuncio del nacimiento de Juan el Bautista

En tiempos de Herodes, rey de Judea, hubo un sacerdote llamado Zacarías, miembro del grupo de Abías. Su esposa Elisabet también era descendiente de Aarón. Ambos eran rectos e intachables delante de Dios; obedecían todos los mandamientos y preceptos del Señor. Pero no tenían hijos, porque Elisabet era estéril y los dos eran de edad avanzada.

Un día en que Zacarías, por haber llegado el turno de su grupo, oficiaba como sacerdote delante de Dios, le tocó en suerte, según la costumbre del sacerdocio, entrar en el Templo del Señor para quemar incienso. 10 Cuando llegó la hora de ofrecer el incienso, la multitud reunida afuera estaba orando. 11 En esto un ángel del Señor se apareció a Zacarías a la derecha del altar del incienso. 12 Al verlo, Zacarías se asustó y el temor se apoderó de él. 13 El ángel dijo:

—No tengas miedo, Zacarías, pues ha sido escuchada tu oración. Tu esposa Elisabet te dará un hijo y le pondrás por nombre Juan. 14 Tendrás gozo y alegría y muchos se regocijarán por su nacimiento, 15 porque él será un gran hombre delante del Señor. Jamás tomará vino ni licor y será lleno del Espíritu Santo aun antes de su nacimiento. 16 Hará que muchos israelitas se vuelvan al Señor su Dios. 17 Él irá primero, delante del Señor, con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a[b] los padres con los hijos y guiar a los desobedientes a la sabiduría de los justos. De este modo preparará para el Señor un pueblo bien dispuesto.

18 —¿Cómo podré estar seguro de esto? —preguntó Zacarías al ángel—. Ya soy anciano y mi esposa también es de edad avanzada.

19 —Yo soy Gabriel y estoy a las órdenes de Dios —contestó el ángel—. He sido enviado para hablar contigo y darte estas buenas noticias. 20 Pero como no creíste en mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo, te vas a quedar mudo. No podrás hablar hasta el día en que todo esto suceda.

21 Mientras tanto, el pueblo estaba esperando a Zacarías y les extrañaba que se demorara tanto en el Templo. 22 Cuando por fin salió, no podía hablarles, así que se dieron cuenta de que allí había tenido una visión. Se podía comunicar solo por señas, pues seguía mudo.

23 Cuando terminaron los días de su servicio, regresó a su casa. 24 Poco después, su esposa Elisabet quedó embarazada y se mantuvo recluida por cinco meses. 25 «Esto —decía ella— es obra del Señor, que ahora ha mostrado su bondad al quitarme la vergüenza que yo tenía ante los demás».

Anuncio del nacimiento de Jesús

26 A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, pueblo de Galilea, 27 a visitar a una joven virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, descendiente de David. La virgen se llamaba María. 28 El ángel se acercó a ella y le dijo:

—¡Te saludo,[c] tú que has recibido el favor de Dios! El Señor está contigo.[d]

29 Ante estas palabras, María se perturbó y se preguntaba qué podría significar este saludo.

30 —No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor —le dijo el ángel—. 31 Quedarás embarazada y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. 32 Él será un gran hombre y lo llamarán Hijo del Altísimo. Dios el Señor le dará el trono de su padre David 33 y reinará sobre el pueblo de Jacob para siempre. Su reinado no tendrá fin.

34 —¿Cómo podrá suceder esto —preguntó María al ángel—, puesto que soy virgen?[e]

35 Y el ángel dijo:

—El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios. 36 También tu parienta Elisabet va a tener un hijo en su vejez; de hecho, la que decían que era estéril ya está en el sexto mes de embarazo. 37 Porque para Dios no hay nada imposible.

38 —Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—. Que él haga conmigo como me has dicho.

Con esto, el ángel la dejó.

María visita a Elisabet

39 A los pocos días María emprendió viaje y se fue de prisa a un pueblo en la región montañosa de Judea. 40 Al llegar, entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet. 41 Tan pronto como Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre. Entonces Elisabet, llena del Espíritu Santo, 42 exclamó:

—¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el hijo que darás a luz![f] 43 Pero ¿cómo es esto que la madre de mi Señor venga a verme? 44 Te digo que tan pronto como llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de alegría la criatura que llevo en el vientre. 45 ¡Dichosa tú que has creído, porque lo que el Señor te ha dicho se cumplirá!

El cántico de María(A)

46 Entonces dijo María:

«Mi alma glorifica al Señor
47     y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador,
48 porque se ha dignado fijarse en su humilde sierva.
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones,
49     porque el Poderoso ha hecho grandes cosas por mí.
    ¡Santo es su nombre!
50 De generación en generación
    se extiende su misericordia a los que le temen.
51 Hizo proezas con su brazo;
    desbarató las intrigas de los soberbios.[g]
52 De sus tronos derrocó a los poderosos,
    mientras que ha exaltado a los humildes.
53 A los hambrientos los colmó de bienes
    y a los ricos los despidió con las manos vacías.
54 Acudió en ayuda de su siervo Israel
    mostrando[h] su misericordia
55 a Abraham y sus descendientes para siempre,
    tal como había prometido a nuestros antepasados».

56 María se quedó con Elisabet unos tres meses y luego regresó a su casa.

Nacimiento de Juan el Bautista

57 Cuando se le cumplió el tiempo, Elisabet dio a luz un hijo. 58 Sus vecinos y parientes se enteraron de que el Señor le había mostrado gran misericordia y compartieron su alegría.

59 A los ocho días llevaron a circuncidar al niño. Como querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías, 60 su madre se opuso.

—¡No! —dijo ella—. Tiene que llamarse Juan.

61 —Pero si nadie en tu familia tiene ese nombre —le dijeron.

62 Entonces le hicieron señas a su padre para saber qué nombre quería ponerle al niño. 63 Él pidió una tablilla en la que escribió: «Su nombre es Juan». Y todos quedaron asombrados. 64 Al instante abrió su boca y se desató su lengua, recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios. 65 Todos los vecinos se llenaron de temor y por toda la región montañosa de Judea se comentaba lo sucedido. 66 Quienes lo oían se preguntaban: «¿Qué llegará a ser este niño?». Porque el poder del Señor lo acompañaba.

El cántico de Zacarías

67 Entonces su padre Zacarías, lleno del Espíritu Santo, profetizó:

68 «Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
    porque ha venido a redimir[i] a su pueblo.
69 Nos envió un poderoso Salvador[j]
    en la casa de David su siervo
70 (como lo prometió en el pasado por medio de sus santos profetas),
71 para liberarnos de nuestros enemigos
    y del poder de todos los que nos aborrecen;
72 para mostrar misericordia a nuestros antepasados
    al acordarse de su santo pacto.
73     Así lo juró a Abraham nuestro padre:
74 nos concedió que fuéramos libres del temor
    al rescatarnos del poder de nuestros enemigos,
para que le sirviéramos 75 con santidad y justicia,
    viviendo en su presencia todos nuestros días.

76 »Y tú, hijito mío, serás llamado profeta del Altísimo,
    porque irás delante del Señor para prepararle el camino.
77 Darás a conocer a su pueblo la salvación
    mediante el perdón de sus pecados,
78 gracias a la entrañable misericordia de nuestro Dios.
    Así nos visitará desde el cielo el sol naciente,
79 para dar luz a los que viven en tinieblas
    y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos por la senda de la paz».

80 El niño crecía y se fortalecía en espíritu; y vivió en el desierto hasta el día en que se presentó públicamente al pueblo de Israel.

Footnotes

  1. 1:1 se han cumplido. Alt. se han recibido con convicción.
  2. 1:17 reconciliar a. Lit. hacer volver los corazones de; véase Mal 4:6.
  3. 1:28 ¡Te saludo. Alt. ¡Alégrate.
  4. 1:28 contigo. Var. contigo; bendita tú entre las mujeres.
  5. 1:34 soy virgen? Lit. no conozco a hombre?
  6. 1:42 el hijo que darás a luz! Lit. el fruto de tu vientre!
  7. 1:51 desbarató … soberbios. Lit. dispersó a los orgullosos en el pensamiento del corazón de ellos.
  8. 1:54 mostrando. Lit. recordando.
  9. 1:68 ha venido a redimir. Lit. ha visitado y ha redimido.
  10. 1:69 envió un poderoso Salvador. Lit. levantó un cuerno de salvación.

Dedicatoria a Teófilo

Excelentísimo Teófilo: Muchos han tratado ya de relatar en forma ordenada la historia de los sucesos que ciertamente se han cumplido entre nosotros, tal y como nos los enseñaron quienes desde el principio fueron testigos presenciales y ministros de la palabra. Después de haber investigado todo con sumo cuidado desde su origen, me ha parecido una buena idea escribírtelas por orden, para que llegues a conocer bien la verdad de lo que se te ha enseñado.

Anuncio del nacimiento de Juan

En los días de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías,(A) cuya esposa, Elisabet, era descendiente de Aarón. Ambos eran íntegros delante de Dios y obedecían de manera irreprensible todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. Pero no tenían hijos, porque Elisabet era estéril y los dos eran ya muy ancianos. Un día en que Zacarías oficiaba como sacerdote delante de Dios, pues le había llegado el turno a su grupo, le tocó en suerte entrar en el santuario del Señor para ofrecer incienso, conforme a la costumbre del sacerdocio. 10 Mientras se quemaba el incienso, todo el pueblo estaba orando afuera. 11 En eso, un ángel del Señor se le apareció a Zacarías. Estaba parado a la derecha del altar del incienso. 12 Cuando Zacarías lo vio, se desconcertó y le sobrevino un gran temor; 13 pero el ángel le dijo: «Zacarías, no tengas miedo, porque tu oración ha sido escuchada. Tu esposa Elisabet te dará un hijo, y tú le pondrás por nombre Juan. 14 Tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento, 15 pues ante Dios será un hombre muy importante. No beberá vino ni licor,(B) y tendrá la plenitud del Espíritu Santo desde antes de nacer. 16 Él hará que muchos de los hijos de Israel se vuelvan al Señor su Dios, 17 y lo precederá con el espíritu y el poder de Elías, para hacer que los padres se reconcilien con sus hijos,(C) y para llevar a los desobedientes a obtener la sabiduría de los justos. Así preparará bien al pueblo para recibir al Señor.» 18 Zacarías le preguntó al ángel: «¿Y cómo voy a saber que esto será así? ¡Yo estoy ya muy viejo, y mi esposa es de edad avanzada!» 19 El ángel le respondió: «Yo soy Gabriel,(D) y estoy en presencia de Dios. He sido enviado a hablar contigo para comunicarte estas buenas noticias. 20 Pero como no has creído mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo, ahora vas a quedarte mudo, y no podrás hablar hasta el día en que esto suceda.» 21 Mientras tanto, el pueblo esperaba a que saliera Zacarías, extrañados de que se tardara tanto en el santuario. 22 Pero cuando salió y no les podía hablar, comprendieron que habría tenido una visión en el santuario, pues les hablaba por señas y seguía mudo. 23 Cuando terminaron los días de su ministerio, Zacarías se fue a su casa.

24 Días después, su esposa Elisabet quedó encinta y se recluyó en su casa durante cinco meses, pues decía: 25 «El Señor ha actuado así conmigo para que ya no tenga nada de qué avergonzarme ante nadie.»

Anuncio del nacimiento de Jesús

26 Seis meses después, Dios envió al ángel Gabriel a la ciudad galilea de Nazaret 27 para ver a María,(E) una virgen que estaba comprometida con José, un hombre que era descendiente de David. 28 El ángel entró en donde ella estaba y le dijo: «¡Salve, muy favorecida! El Señor está contigo.» 29 Cuando ella escuchó estas palabras, se sorprendió y se preguntaba qué clase de saludo era ése. 30 El ángel le dijo: «María, no temas. Dios te ha concedido su gracia. 31 Vas a quedar encinta, y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre JESÚS.(F) 32 Éste será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del Altísimo. Dios, el Señor, le dará el trono de David, su padre, 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.»(G) 34 Pero María le dijo al ángel: «¿Y esto cómo va a suceder? ¡Nunca he estado con un hombre!» 35 El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el Santo Ser que nacerá será llamado Hijo de Dios. 36 También tu parienta Elisabet, la que llamaban estéril, ha concebido un hijo en su vejez, y ya está en su sexto mes de embarazo. 37 ¡Para Dios no hay nada imposible!»(H) 38 María dijo entonces: «Yo soy la sierva del Señor. ¡Cúmplase en mí lo que has dicho!» Y el ángel se fue de su presencia.

María visita a Elisabet

39 Por esos mismos días, María fue de prisa a una ciudad de Judá que estaba en las montañas. 40 Al entrar en la casa de Zacarías, saludó a Elisabet. 41 Y sucedió que, al oír Elisabet el saludo de María, la criatura saltó en su vientre y Elisabet recibió la plenitud del Espíritu Santo. 42 Entonces ella exclamó a voz en cuello: «¡Bendita eres tú entre las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre! 43 ¿Cómo pudo sucederme que la madre de mi Señor venga a visitarme? 44 ¡Tan pronto como escuché tu saludo, la criatura saltó de alegría en mi vientre! 45 ¡Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá lo que el Señor te ha anunciado!»

46 Entonces María dijo:(I)

«Mi alma glorifica al Señor,
47 y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.
48 Pues se ha dignado mirar a su humilde sierva,
Y desde ahora me llamarán dichosa
por todas las generaciones.
49 Grandes cosas ha hecho en mí el Poderoso;
¡Santo es su nombre!
50 La misericordia de Dios es eterna
para aquellos que le temen.
51 Con su brazo hizo grandes proezas,
y deshizo los planes de los soberbios.
52 Derrocó del trono a los poderosos,
Y puso en alto a los humildes.
53 A los hambrientos los colmó de bienes,
y a los ricos los dejó con las manos vacías.
54 Socorrió a su siervo Israel,
y se acordó de su misericordia,
55 de la cual habló con nuestros padres,
con Abrahán(J) y con su descendencia para siempre.»

56 María se quedó con Elisabet como tres meses, y después volvió a su casa.

Nacimiento de Juan el Bautista

57 Cuando se cumplió el tiempo, Elisabet dio a luz un hijo. 58 Y cuando sus vecinos y parientes supieron que Dios le había mostrado su gran misericordia, se alegraron con ella. 59 Al octavo día fueron para circuncidar al niño,(K) y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías. 60 Pero su madre dijo: «No, va a llamarse Juan.» 61 Le preguntaron: «¿Por qué? ¡No hay nadie en tu familia que se llame así!» 62 Luego le preguntaron a su padre, por señas, qué nombre quería ponerle. 63 Zacarías pidió una tablilla y escribió: «Su nombre es Juan.» Y todos se quedaron asombrados. 64 En ese mismo instante, a Zacarías se le destrabó la lengua y comenzó a hablar y a bendecir a Dios. 65 Todos sus vecinos se llenaron de temor, y todo esto se divulgó por todas las montañas de Judea. 66 Todos los que oían esto se ponían a pensar, y se preguntaban: «¿Qué va a ser de este niño?» Y es que la mano del Señor estaba con él.

Profecía de Zacarías

67 Lleno del Espíritu Santo, Zacarías, su padre, profetizó:

68 «Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha venido a redimir a su pueblo.
69 Nos ha levantado un poderoso Salvador
en la casa de David, su siervo,
70 tal y como lo anunció en el pasado
por medio de sus santos profetas:
71 “Salvación de nuestros enemigos,
y del poder de los que nos odian.”
72 Mostró su misericordia a nuestros padres,
y se acordó de su santo pacto,
73 de su juramento a nuestro padre Abrahán:
Prometió que nos concedería
74 ser liberados de nuestros enemigos,
para poder servirle sin temor,
75 en santidad y en justicia
todos nuestros días delante de él.
76 Y a ti, niño, te llamarán “Profeta del Altísimo”,
porque irás precediendo al Señor
para preparar sus caminos.(L)
77 Darás a conocer a su pueblo la salvación
y el perdón de sus pecados,
78 por la entrañable misericordia de nuestro Dios.
La aurora nos visitó desde lo alto,
79 para alumbrar a los que viven en tinieblas(M)
y en medio de sombras de muerte;
para encaminarnos por la senda de la paz.»

80 El niño fue creciendo y fortaleciéndose en espíritu, y vivió en lugares apartados hasta el día en que se presentó públicamente a Israel.

Introducción

Por cuanto muchos han tratado de compilar una historia de las cosas que entre nosotros son muy ciertas[a](A), tal como nos las han transmitido los que desde el principio(B) fueron[b] testigos oculares(C) y ministros(D) de la palabra[c](E), también a mí me ha parecido conveniente, después de haberlo investigado[d] todo con diligencia desde el principio(F), escribírtelas ordenadamente(G), excelentísimo(H) Teófilo(I), para que sepas la verdad precisa acerca de las cosas que te han sido enseñadas[e](J).

Anuncio del nacimiento de Juan el Bautista

Hubo en los días de Herodes(K), rey de Judea, cierto sacerdote llamado Zacarías, del grupo de Abías(L), que tenía por mujer una de las hijas de Aarón[f] que se llamaba Elisabet. Ambos eran justos delante de Dios(M), y se conducían intachablemente(N) en todos los mandamientos y preceptos del Señor. No tenían hijos, porque Elisabet era estéril, y ambos eran de edad avanzada[g].

Pero aconteció que mientras Zacarías[h] ejercía su ministerio sacerdotal delante de Dios según el orden indicado a su grupo(O), conforme a la costumbre del sacerdocio, fue escogido por sorteo para entrar al templo del Señor y quemar incienso(P). 10 Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando(Q) a la hora de la ofrenda de incienso. 11 Y se le apareció un ángel del Señor(R), de pie, a la derecha del altar del incienso. 12 Al verlo, Zacarías se turbó, y el temor se apoderó de[i] él(S). 13 Pero el ángel le dijo: No temas(T), Zacarías, porque tu petición ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y lo llamarás[j] Juan(U). 14 Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán por su nacimiento. 15 Porque él será grande delante del Señor; no beberá ni vino ni licor(V), y será lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre. 16 Y él hará volver a muchos de los hijos de Israel al Señor su Dios(W). 17 E irá delante de Él(X) en el espíritu y poder de Elías(Y) para hacer volver los corazones de los padres a los hijos(Z), y a los desobedientes a la actitud de los justos, a fin de preparar(AA) para el Señor un pueblo bien dispuesto.

18 Entonces Zacarías dijo al ángel: ¿Cómo podré saber esto? Porque yo soy anciano y mi mujer es de edad avanzada[k](AB). 19 Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel(AC), que estoy en[l] la presencia de Dios(AD), y he sido enviado para hablarte y anunciarte estas buenas nuevas. 20 Y he aquí, te quedarás mudo, y no podrás hablar hasta el día en que todo esto acontezca, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo. 21 Y el pueblo estaba esperando a Zacarías, y se extrañaba de su tardanza en el templo. 22 Pero cuando salió, no podía hablarles, y se dieron cuenta de que había visto una visión en el templo; y él les hablaba por señas(AE), y permanecía mudo. 23 Y[m] cuando se cumplieron los días de su servicio sacerdotal, regresó a su casa.

24 Y después de estos días, Elisabet su mujer concibió, y se recluyó[n] por cinco meses, diciendo: 25 Así ha obrado el Señor conmigo en los días en que se dignó mirarme para quitar mi afrenta entre los hombres(AF).

Anuncio del nacimiento de Jesús

26 Y al sexto mes, el ángel Gabriel(AG) fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret(AH), 27 a una virgen desposada[o] con un hombre que se llamaba José(AI), de los descendientes[p] de David(AJ); y el nombre de la virgen era María. 28 Y entrando el ángel, le dijo: ¡Salve, muy favorecida[q]! El Señor está[r] contigo; bendita eres tú entre las mujeres[s]. 29 Pero ella se turbó(AK) mucho por estas[t] palabras, y se preguntaba qué clase de saludo sería este. 30 Y el ángel le dijo: No temas(AL), María, porque has hallado gracia delante de Dios. 31 Y he aquí, concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por[u] nombre Jesús(AM). 32 Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo(AN); y el Señor Dios le dará el trono de su padre David(AO); 33 y reinará sobre la casa de Jacob(AP) para siempre, y su reino no tendrá fin(AQ). 34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto, puesto que soy virgen[v]? 35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti(AR), y el poder del Altísimo(AS) te cubrirá con su sombra; por eso el santo Niño(AT) que nacerá[w] será llamado Hijo de Dios(AU). 36 Y he aquí, tu parienta Elisabet en su vejez también ha concebido un hijo; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril. 37 Porque ninguna cosa[x] será imposible para[y] Dios(AV). 38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.

María visita a Elisabet

39 En esos[z] días María se levantó y fue apresuradamente a la región montañosa(AW), a una ciudad de Judá; 40 y entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet. 41 Y aconteció que cuando Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo(AX), 42 y exclamó a gran voz y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! 43 ¿Por qué me ha acontecido esto a mí[aa], que la madre de mi Señor(AY) venga a mí? 44 Porque he aquí, apenas la voz de tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de gozo en mi vientre. 45 Y bienaventurada(AZ) la que creyó que tendrá[ab] cumplimiento lo que le fue dicho de parte del Señor. 46 Entonces María dijo:

(BA)Mi alma engrandece al Señor(BB),
47 y mi espíritu se regocija en Dios(BC) mi Salvador(BD).
48 Porque ha mirado la humilde condición de esta su sierva;
pues he aquí, desde ahora en adelante todas las generaciones me tendrán por bienaventurada(BE).
49 Porque grandes cosas me ha hecho el Poderoso;
y santo es su nombre.
50 Y de generación en generación[ac] es su misericordia
para los que le temen(BF).
51 Ha hecho proezas[ad] con su brazo(BG);
ha esparcido a los soberbios en el pensamiento de sus corazones.
52 Ha quitado a los poderosos de sus tronos;
y ha exaltado a los humildes(BH);
53 a los hambrientos ha colmado de bienes(BI)
y ha despedido a los ricos con las manos vacías.
54 Ha ayudado a Israel, su siervo,
para recuerdo de su[ae] misericordia
55 tal como dijo a nuestros padres,
a Abraham y a su descendencia[af] para siempre(BJ).

56 Y María se quedó con Elisabet[ag] como tres meses, y después regresó a su casa.

Nacimiento de Juan el Bautista

57 Cuando a Elisabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento, dio a luz un hijo. 58 Y sus vecinos y parientes oyeron que el Señor había demostrado su gran[ah] misericordia(BK) hacia ella; y se regocijaban con ella. 59 Y[ai] al octavo día vinieron para circuncidar al niño(BL), y lo iban a llamar Zacarías según el nombre de su padre. 60 Pero la[aj] madre respondió, y dijo: No, sino que se llamará Juan(BM). 61 Y le dijeron: No hay nadie en tu familia[ak] que tenga ese nombre. 62 Entonces preguntaban por[al] señas(BN) al padre, cómo lo quería llamar. 63 Y él pidió una tablilla y escribió lo siguiente[am]: Su nombre es Juan(BO). Y todos se maravillaron. 64 Al instante le fue abierta su boca y suelta su lengua, y comenzó a hablar(BP) dando alabanza a Dios. 65 Y vino temor sobre todos los que vivían a su alrededor; y todas estas cosas se comentaban en toda la región montañosa(BQ) de Judea. 66 Y todos los que las oían las guardaban en su corazón, diciendo: ¿Qué, pues, llegará a ser este niño? Porque la mano del Señor ciertamente estaba con él(BR).

Profecía de Zacarías

67 Y su padre Zacarías fue lleno del Espíritu Santo(BS), y profetizó(BT) diciendo:

68 Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque nos ha visitado y ha efectuado redención(BU) para su pueblo,
69 y nos ha levantado un cuerno de salvación(BV)
en la casa de David su siervo(BW),
70 tal como lo anunció[an] por boca de sus santos profetas(BX) desde los tiempos antiguos(BY),
71 salvación[ao](BZ) de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos aborrecen(CA);
72 para mostrar misericordia(CB) a nuestros padres,
y para recordar su santo pacto(CC),
73 el juramento que hizo[ap] a nuestro padre Abraham(CD):
74 concedernos que, librados de la mano de nuestros enemigos,
le sirvamos sin temor
75 en santidad y justicia(CE) delante de Él, todos nuestros días.
76 Y tú, niño, serás llamado profeta(CF) del Altísimo(CG);
porque irás delante del Señor(CH) para preparar sus caminos(CI);
77 para dar a su pueblo el conocimiento de la salvación
por[aq] el perdón de sus pecados(CJ),
78 por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
con que la Aurora(CK) nos visitará desde lo alto,
79 para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte(CL),
para guiar nuestros pies en el camino de paz.

80 Y el niño crecía y se fortalecía(CM) en espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día en que apareció en público a Israel.

Footnotes

  1. Lucas 1:1 O, sobre las cuales hay plena convicción
  2. Lucas 1:2 Lit., llegaron a ser
  3. Lucas 1:2 I.e., el evangelio
  4. Lucas 1:3 O, seguido
  5. Lucas 1:4 O, instruido oralmente
  6. Lucas 1:5 I.e., de descendencia sacerdotal
  7. Lucas 1:7 Lit., avanzados en sus días
  8. Lucas 1:8 Lit., él
  9. Lucas 1:12 Lit., cayó sobre
  10. Lucas 1:13 Lit., llamarás su nombre
  11. Lucas 1:18 Lit., avanzada en sus días
  12. Lucas 1:19 Lit., estoy junto a
  13. Lucas 1:23 Lit., Y sucedió que
  14. Lucas 1:24 Lit., estuvo escondida
  15. Lucas 1:27 O, comprometida para casarse
  16. Lucas 1:27 Lit., de la casa
  17. Lucas 1:28 O, ricamente bendecida
  18. Lucas 1:28 O, sea
  19. Lucas 1:28 Algunos mss. antiguos no incluyen: bendita...mujeres
  20. Lucas 1:29 Lit., las
  21. Lucas 1:31 Lit., y llamarás su
  22. Lucas 1:34 Lit., no conozco hombre
  23. Lucas 1:35 Lit., lo santo engendrado
  24. Lucas 1:37 Lit., palabra
  25. Lucas 1:37 O, con
  26. Lucas 1:39 Lit., estos
  27. Lucas 1:43 Lit., ¿Y de dónde esto a mí
  28. Lucas 1:45 O, porque habrá un
  29. Lucas 1:50 Lit., a generaciones y generaciones
  30. Lucas 1:51 Lit., proeza
  31. Lucas 1:54 Lit., con el fin de recordar
  32. Lucas 1:55 Lit., simiente
  33. Lucas 1:56 Lit., ella
  34. Lucas 1:58 Lit., engrandecido su
  35. Lucas 1:59 Lit., Y sucedió que
  36. Lucas 1:60 Lit., su
  37. Lucas 1:61 O, entre tus parientes
  38. Lucas 1:62 Lit., hacían
  39. Lucas 1:63 Lit., diciendo
  40. Lucas 1:70 Lit., habló
  41. Lucas 1:71 O, liberación
  42. Lucas 1:73 Lit., que juró
  43. Lucas 1:77 O, que consiste en