Advertencias y estímulos(A)

12 Mientras tanto, se habían reunido millares de personas, tantas que se atropellaban unas a otras. Jesús comenzó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos: «Cuídense de la levadura de los fariseos, o sea, de la hipocresía.

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La levadura de los fariseos

12 Mientras tanto, la gente se había reunido por millares. Era tal la multitud que se atropellaban unos contra otros. Jesús comenzó entonces a hablar, y en primer término les dijo a sus discípulos: «Cuídense de la levadura de los fariseos,(A) que es la hipocresía.

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«Los maestros de la Ley y los fariseos tienen la responsabilidad de interpretar a Moisés.[a] Así que ustedes deben obedecerlos y hacer todo lo que les digan. Pero no hagan lo que hacen ellos, porque no practican lo que predican. Atan cargas pesadas y las ponen sobre la espalda de los demás, pero ellos mismos no están dispuestos a mover ni un dedo para levantarlas.

»Todo lo hacen para que la gente los vea: Usan en la frente y en los brazos porciones de las Escrituras escritas en anchas cintas y ponen en sus ropas adornos llamativos. Les encanta el lugar de honor en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas. Y les gustan los saludos en las plazas y que la gente los llame “Rabí”.[b]

»Pero no permitan que a ustedes se les llame “Rabí”, porque tienen un solo Maestro y todos ustedes son hermanos. Y no llamen “padre” a nadie en la tierra, porque ustedes tienen un solo Padre y él está en el cielo. 10 Ni permitan que los llamen “guía”, porque tienen un solo Guía, el Cristo. 11 El más importante entre ustedes será siervo de los demás. 12 Porque el que a sí mismo se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido.

13 »¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, hipócritas! Les cierran a los demás el reino de los cielos; ni entran ustedes ni dejan entrar a los que intentan hacerlo. 14 [c]

15 »¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, hipócritas! Recorren tierra y mar para ganar un solo partidario, y cuando lo han logrado lo hacen dos veces más merecedor del infierno que ustedes.

16 »¡Ay de ustedes, guías ciegos!, que dicen: “Si alguien jura por el Templo, no significa nada; pero si jura por el oro del Templo, queda obligado por su juramento”. 17 ¡Ciegos tontos! ¿Qué es más importante: el oro o el Templo que hace sagrado al oro? 18 También dicen ustedes: “Si alguien jura por el altar, no significa nada; pero si jura por la ofrenda que está sobre él, queda obligado por su juramento”. 19 ¡Ciegos! ¿Qué es más importante: la ofrenda o el altar que hace sagrada la ofrenda? 20 Por tanto, el que jura por el altar jura no solo por el altar, sino por todo lo que está sobre él. 21 El que jura por el Templo jura no solo por el Templo, sino por quien habita en él. 22 Y el que jura por el cielo jura por el trono de Dios y por aquel que lo ocupa.

23 »¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, hipócritas! Dan la décima parte de sus especias: la menta, el anís y el comino. Pero han descuidado los asuntos más importantes de la Ley, tales como la justicia, la misericordia y la fidelidad. Debían haber practicado esto sin descuidar aquello. 24 ¡Guías ciegos! Cuelan el mosquito, pero se tragan el camello.

25 »¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, hipócritas! Limpian el vaso y el plato por fuera, pero por dentro están llenos de robo y falta de dominio propio. 26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero por dentro el vaso y el plato, así quedará limpio también por fuera.

27 »¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados. Por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de impurezas. 28 Así también ustedes, por fuera dan la impresión de ser justos, pero por dentro están llenos de hipocresía y de maldad.

29 »¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, hipócritas! Construyen sepulcros para los profetas y adornan los monumentos de los justos. 30 Y dicen: “Si hubiéramos vivido nosotros en los días de nuestros antepasados, no habríamos sido cómplices de ellos para derramar la sangre de los profetas”. 31 Pero así quedan implicados ustedes al declararse descendientes de los que asesinaron a los profetas. 32 ¡Completen de una vez por todas lo que sus antepasados comenzaron!

33 »¡Serpientes! ¡Camada de víboras! ¿Cómo escaparán ustedes de la condenación del infierno? 34 Por eso yo les voy a enviar profetas, sabios y maestros. A algunos de ellos ustedes los matarán y crucificarán; a otros los azotarán en sus sinagogas y los perseguirán de pueblo en pueblo. 35 Así recaerá sobre ustedes la culpa de toda la sangre justa que ha sido derramada sobre la tierra. Sí, desde la sangre del justo Abel hasta la de Zacarías, hijo de Berequías. A este, ustedes lo asesinaron entre el santuario y el altar. 36 Les aseguro que todo esto vendrá sobre esta generación.

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Footnotes

  1. 23:2 tienen … Moisés. Lit. se sientan en la cátedra de Moisés.
  2. 23:7 Rabí. Es decir, Maestro.
  3. 23:14 Algunos manuscritos agregan lo siguiente: ¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, hipócritas! Ustedes devoran las casas de las viudas y por las apariencias hacen largas plegarias. Por esto se les castigará con más severidad. Véanse Mr 12:40 y Lc 20:47.

«Los escribas y los fariseos se apoyan en la cátedra de Moisés. Así que ustedes deben obedecer y hacer todo lo que ellos les digan, pero no sigan su ejemplo, porque dicen una cosa y hacen otra. Imponen sobre la gente cargas pesadas y difíciles de llevar, pero ellos no mueven ni un dedo para levantarlas. Al contrario, todo lo que hacen es para que la gente los vea.(A) Ensanchan sus filacterias(B) y extienden los flecos(C) de sus mantos, y les encanta ocupar los mejores asientos en las cenas y sentarse en las primeras sillas de las sinagogas, y que la gente los salude en las plazas y los llame: “¡Rabí, Rabí!” Pero ustedes no busquen que los llamen “Rabí”, porque sólo uno es el Maestro de ustedes, y ése es el Cristo; y todos ustedes son hermanos. Ni llamen “padre” a nadie en la tierra, porque sólo uno es el Padre de ustedes, y él está en los cielos. 10 Tampoco se hagan llamar “maestros”, porque sólo uno es su Maestro, y es el Cristo. 11 El que sea más importante entre ustedes, sea siervo de todos.(D) 12 Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.(E)

13 »Pero ¡ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque le niegan a la gente la entrada al reino de los cielos, y ni ustedes entran, ni tampoco dejan entrar a los que quieren hacerlo. 14 [¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque devoran las casas de las viudas, y como pretexto hacen largas oraciones. Por esto, mayor será su condenación.][a] 15 ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque recorren mar y tierra en busca de seguidores, y una vez que los consiguen, los hacen dos veces más hijos del infierno que ustedes.

16 »¡Ay de ustedes, guías ciegos! Pues dicen: “Si alguno jura por el templo, no es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, debe cumplir el juramento.” 17 ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante? ¿El oro, o el templo que santifica al oro? 18 También dicen: “Si alguno jura por el altar, no es nada; pero si alguno jura por la ofrenda que está sobre el altar, debe cumplir el juramento.” 19 ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más importante? ¿La ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda? 20 Porque el que jura por el altar, jura por el altar y por todo lo que está sobre el altar. 21 Y el que jura por el templo, jura por el templo y por el que lo habita. 22 Y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios(F) y por aquel que está sentado en él.

23 »¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque pagan el diezmo de la menta, del eneldo y del comino,(G) y soslayan lo más importante de la ley, que es la justicia, la misericordia y la fe. Es necesario que hagan esto, pero sin dejar de hacer aquello. 24 ¡Guías ciegos, que cuelan el mosquito, pero se tragan el camello!

25 »¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque limpian por fuera el vaso y el plato, pero por dentro están llenos de robo y de injusticia. 26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero el vaso y el plato por dentro, para que también quede limpio por fuera.

27 »¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque son como los sepulcros blanqueados,(H) que por fuera se ven hermosos pero por dentro están llenos de carroña y de total impureza. 28 Así también ustedes, por fuera se presentan ante todos como hombres justos, pero por dentro están llenos de hipocresía y de maldad.

29 »¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque edifican los sepulcros de los profetas y adornan los monumentos de los justos, 30 y dicen: “Si hubiéramos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la muerte de los profetas.” 31 Con esto dan testimonio contra ustedes mismos, de que son hijos de aquellos que mataron a los profetas. 32 ¡Terminen de hacer lo que sus padres comenzaron! 33 ¡Serpientes, generación de víboras!(I) ¿Cómo escaparán de la condenación del infierno? 34 Por eso, yo les enviaré profetas, sabios y escribas. De ellos, ustedes matarán y crucificarán a algunos, y a otros los azotarán en sus sinagogas, y los perseguirán de ciudad en ciudad, 35 para que recaiga sobre ustedes toda la sangre inocente que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel(J) el justo hasta la sangre de Zacarías(K) hijo de Berequías, a quien ustedes mataron entre el templo y el altar. 36 De cierto les digo que todo esto vendrá sobre esta generación.

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Footnotes

  1. Mateo 23:14 La frase ¡Ay de ustedes,... mayor será su condenación se halla sólo en mss. tardíos.

Él contestó:

—Tenía razón Isaías cuando profetizó de ustedes, hipócritas, según está escrito:

»“Este pueblo me honra con los labios,
    pero su corazón está lejos de mí.

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Jesús les respondió: «¡Hipócritas! Bien profetizó de ustedes Isaías, cuando escribió:

»“Este pueblo me honra con los labios,
pero su corazón está lejos de mí.

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16 Profesan conocer a Dios, pero con sus acciones lo niegan; son abominables, desobedientes e incapaces de hacer algo bueno.

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16 dicen conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, pues son odiosos y rebeldes, reprobables en cuanto a toda buena obra.

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31 Acuden a ti en masa, y se sientan delante de ti y escuchan tus palabras, pero luego no las practican. Me halagan de labios para afuera, pero sus corazones[a] solo buscan las ganancias injustas.

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Footnotes

  1. 33:31 corazones. En la Biblia, corazón se usa para designar el asiento de las emociones, pensamientos y voluntad, es decir, el proceso de toma de decisiones del ser humano.

31 Y se acercan a ti en grupo, y delante de ti se sientan, como pueblo mío, para escuchar tus palabras, ¡pero no las ponen en práctica! Al contrario, se deshacen en elogios, pero su corazón sólo busca satisfacer su codicia.

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22 No se contenten solo con oír la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica.

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22 Pero pongan en práctica la palabra, y no se limiten sólo a oírla, pues se estarán engañando ustedes mismos.

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