Advertencia contra la hipocresía

12 En estas circunstancias, cuando una multitud de miles y miles^[a] se había reunido, tanto que se atropellaban^[b] unos a otros, Jesús comenzó a decir primeramente a sus discípulos: Guardaos de la levadura de los fariseos^(A), que es la hipocresía.

² diciendo: Los escribas y los fariseos^(A) se han sentado en la cátedra de Moisés. ³ De modo que haced y observad todo lo que os digan; pero no hagáis conforme a sus obras, porque ellos dicen y no hacen. ⁴ Atan cargas pesadas^(B) y difíciles de llevar, y las ponen sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con un dedo quieren moverlas. ⁵ Sino que hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres^(C); pues ensanchan sus filacterias^[a](D) y alargan los flecos de sus mantos^(E); ⁶ aman el lugar de honor en los banquetes^(F) y los primeros asientos en las sinagogas, ⁷ y los saludos respetuosos en las plazas y ser llamados por los hombres Rabí ^[b](G). ⁸ Pero vosotros no dejéis^(H) que os llamen Rabí^(I); porque uno es vuestro Maestro y todos vosotros sois hermanos. ⁹ Y no llaméis a nadie padre vuestro en la tierra, porque uno es vuestro Padre^(J), el que está en los cielos. ¹⁰ Ni dejéis que os llamen preceptores^[c]; porque uno es vuestro Preceptor, Cristo. ¹¹ Pero el mayor de vosotros será vuestro servidor^(K). ¹² Y cualquiera que se ensalce, será humillado, y cualquiera que se humille, será ensalzado^(L).

Ocho ayes contra los escribas y fariseos

¹³ Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas^(M)!, porque cerráis el reino de los cielos^(N) delante de los hombres, pues ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando. ^14 [d]¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque devoráis las casas de las viudas^(O), aun cuando por pretexto hacéis largas oraciones; por eso recibiréis mayor condenación.

¹⁵ ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque recorréis el mar y la tierra para hacer un prosélito^(P), y cuando llega a serlo, lo hacéis hijo del infierno^[e](Q) dos veces más que vosotros.

¹⁶ ¡Ay de vosotros, guías ciegos^(R)!, que decís: «No es nada el que alguno jure por el templo^[f](S); pero el que jura por el oro del templo^[g], contrae obligación». ¹⁷ ¡Insensatos y ciegos!, porque ¿qué es más importante^[h](T): el oro, o el templo^[i] que santificó el oro? ¹⁸ También decís: «No es nada el que alguno jure por el altar; pero el que jura por la ofrenda que está sobre él, contrae obligación». ¹⁹ ¡Ciegos!, porque ¿qué es más importante^[j](U): la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda? ²⁰ Por eso, el que jura por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él; ²¹ y el que jura por el templo^[k], jura por él y por el que en él habita^(V); ²² y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios^(W) y por el que está sentado en él.

²³ ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas^(X)!, porque pagáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y habéis descuidado los preceptos de más peso de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad; y estas son las cosas que debíais haber hecho, sin descuidar aquellas. ²⁴ ¡Guías ciegos^(Y), que coláis el mosquito y os tragáis el camello!

²⁵ ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque limpiáis el exterior del vaso y del plato^(Z), pero por dentro están llenos de^[l] robo y de desenfreno. ²⁶ ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de adentro del vaso y del plato^(AA), para que lo de afuera también quede limpio.

²⁷ ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas^(AB)!, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. ²⁸ Así también vosotros, por fuera parecéis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad.

²⁹ ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas^(AC)!, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos, ³⁰ y decís: «Si nosotros hubiéramos vivido^[m] en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en derramar la sangre de los profetas». ³¹ Así que dais testimonio en contra de vosotros mismos, que sois hijos^[n] de los que asesinaron a los profetas^(AD). ³² Llenad, pues^[o], la medida de la culpa de vuestros padres. ³³ ¡Serpientes! ¡Camada de víboras^(AE)! ¿Cómo escaparéis del juicio^[p] del infierno^[q](AF)? ^34 (AG)Por tanto, mirad, yo os envío profetas, sabios y escribas^(AH): de ellos, a unos los mataréis y crucificaréis, y a otros los azotaréis en vuestras sinagogas^(AI) y los perseguiréis de ciudad en ciudad^(AJ), ³⁵ para que recaiga^[r] sobre vosotros la culpa de toda la sangre justa derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel^(AK) hasta la sangre de Zacarías, hijo de Berequías^(AL), a quien asesinasteis entre el templo^[s] y el altar^(AM). ³⁶ En verdad os digo que todo esto vendrá sobre esta generación^(AN).

⁶ Y Él les dijo: Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: