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Advertencia a los sacerdotes

»Escuchen, ustedes sacerdotes, ¡este mandato es para ustedes! Escúchenme y decidan honrar mi nombre—dice el Señor de los Ejércitos Celestiales—, o enviaré una maldición terrible contra ustedes. Maldeciré hasta las bendiciones que reciban. En realidad ya las he maldecido, porque ustedes no han tomado a pecho mi advertencia. Castigaré a sus descendientes y a ustedes les salpicaré la cara con el estiércol de los animales que sacrifican en sus festivales y luego los arrojaré sobre el montón de estiércol. Entonces por fin sabrán que fui yo quien les envió esta advertencia, para que mi pacto con los levitas continúe», dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.

«El propósito de mi pacto con los levitas era darles vida y paz y eso fue lo que les di. De ellos se requería que me reverenciaran, y lo hicieron en gran manera y temieron mi nombre. Comunicaron al pueblo la verdad de las instrucciones que recibieron de mí. No mintieron ni estafaron; anduvieron conmigo y llevaron vidas buenas y justas e hicieron volver a muchas personas de sus vidas pecaminosas.

»Las palabras que salen de la boca de un sacerdote deberían conservar el conocimiento de Dios y la gente debería acudir a él para recibir instrucción, porque el sacerdote es el mensajero del Señor de los Ejércitos Celestiales. No obstante, ustedes, sacerdotes, han abandonado los caminos de Dios. Sus instrucciones hicieron que muchos cayeran en pecado. Corrompieron el pacto que hice con los levitas—dice el Señor de los Ejércitos Celestiales—. Por lo tanto, yo los he vuelto despreciables y los he humillado ante los ojos de todo el pueblo. Pues no me obedecieron, sino que mostraron favoritismo en su forma de llevar a la práctica mis instrucciones».

Un llamado a la fidelidad

10 ¿No somos hijos del mismo Padre? ¿No fuimos creados por el mismo Dios? Entonces, ¿por qué nos traicionamos unos a otros, violando el pacto de nuestros antepasados?

11 Judá ha sido infiel y se ha hecho una cosa detestable en Israel y en Jerusalén. Los hombres de Judá han contaminado el amado santuario del Señor, al casarse con mujeres que rinden culto a ídolos. 12 Que el Señor arranque de la nación de Israel[a] hasta el último de los hombres que haya hecho esto y que aun así lleva una ofrenda al Señor de los Ejércitos Celestiales.

13 Esta es otra cosa que hacen: cubren el altar del Señor con lágrimas; lloran y gimen porque él no presta atención a sus ofrendas ni las acepta con agrado. 14 Claman: «¿Por qué el Señor no acepta mi adoración?». ¡Les diré por qué! Porque el Señor fue testigo de los votos que tú y tu esposa hicieron cuando eran jóvenes. Pero tú le has sido infiel, aunque ella siguió siendo tu compañera fiel, la esposa con la que hiciste tus votos matrimoniales.

15 ¿No te hizo uno el Señor con tu esposa? En cuerpo y espíritu ustedes son de él.[b] ¿Y qué es lo que él quiere? De esa unión quiere hijos que vivan para Dios. Por eso, guarda tu corazón y permanece fiel a la esposa de tu juventud. 16 «¡Pues yo odio el divorcio![c]—dice el Señor, Dios de Israel—. Divorciarte de tu esposa es abrumarla de crueldad[d]—dice el Señor de los Ejércitos Celestiales—. Por eso guarda tu corazón; y no le seas infiel a tu esposa».

17 Ustedes han cansado al Señor con sus palabras.

«¿Cómo lo hemos cansado?», preguntan.

Lo cansaron diciendo que todos los que hacen el mal son buenos a los ojos del Señor y que él se agrada de ellos. Lo han fatigado al preguntar: «¿Dónde está el Dios de justicia?».

Footnotes

  1. 2:12 En hebreo de las carpas de Jacob. Los nombres «Jacob» e «Israel» a menudo son intercambiables en el Antiguo Testamento. Algunas veces hacen referencia al patriarca como individuo y otras veces a la nación.
  2. 2:15 O ¿No nos hizo el único Señor y preservó nuestra vida y aliento? o ¿No la hizo el único Señor a ella, carne y espíritu? El significado del hebreo es incierto.
  3. 2:16a En hebreo Pues él odia divorciar.
  4. 2:16b En hebreo es cubrirse la vestidura con violencia.

Reprensión a los sacerdotes

«Ahora, sacerdotes, les doy esta orden: Si no me obedecen ni respetan mi nombre, los castigaré y convertiré todas sus bendiciones en maldiciones. De hecho, yo ya los maldije porque ustedes no han respetado mi nombre». Es lo que dice el SEÑOR Todopoderoso.

«Castigaré a sus hijos y les restregaré en la cara el excremento de los animales que ustedes sacrifiquen en sus festivales, y los echaré a ustedes sobre el excremento de esos animales. Así ustedes aprenderán esta orden que yo les di para que se mantenga mi pacto con la tribu de Leví». Lo dice el SEÑOR Todopoderoso.

«Mi pacto con ellos fue darles vida y paz, y lo cumplí durante el tiempo que me respetaron. Ellos me respetaban y sentían admiración por mi nombre. Eran fieles a la ley y nunca apoyaban el mal. Llevaban una vida justa y en paz delante de mí y evitaban que mucha gente hiciera el mal. La gente busca a un sacerdote cuando necesita conocimiento e instrucción, pues ellos son mensajeros del SEÑOR Todopoderoso.

»Pero ustedes se alejaron del camino de Dios y con su instrucción hicieron que muchos tropezaran y cayeran. Ustedes arruinaron el pacto que hice con Leví». Lo que dice el SEÑOR Todopoderoso. «No viven de la manera que les ordené y se han alejado de mis enseñanzas, mostrando favoritismo. Por eso haré que se sientan avergonzados y que todos dejen de respetarlos».

Judá no fue fiel a Dios

10 ¿Acaso no tenemos todos el mismo padre? ¿No nos creó a todos el mismo Dios? Entonces, ¿por qué hay quienes engañan a sus hermanos? Al hacerlo rompen el pacto que Dios hizo con nuestros antepasados. 11 Judá ha sido infiel. Algo horrible se ha cometido en Israel y en Jerusalén: Judá le ha faltado al respeto al templo sagrado del SEÑOR, el lugar que él ama. Los hombres de Judá se han casado con mujeres que adoran a otro dios. 12 Que el SEÑOR saque de la nación de Jacob a los que hicieron eso y los testigos que los apoyaron,[a] no importa las ofrendas que le traigan al SEÑOR Todopoderoso.

13 Además, ustedes cubren el altar del SEÑOR con lágrimas y lamentos aun así a él no le agradan las ofrendas que le traen, ni las acepta. 14 Ustedes preguntan: «¿Por qué él no acepta nuestras ofrendas?» Porque el SEÑOR es testigo del pacto matrimonial que cada uno de ustedes hizo con la mujer de su juventud. Pero ustedes se divorciaron de ella aunque era su fiel compañera y esposa legítima. 15 Nadie con un poco de inteligencia haría eso. ¿Qué sería lo más sensato? Buscar que sus hijos sean parte del pueblo de Dios,[b] ser cuidadosos de sí mismos y ser fiel cada uno a la mujer de su juventud.

16 El SEÑOR, el Dios de Israel, dice que el que odia a su mujer y se divorcia de ella deja ver lo cruel que es,[c] dice el SEÑOR Todopoderoso. Así que cuídese cada uno y no sean infieles.

El momento del juicio

17 El SEÑOR está cansado de sus palabras. Ustedes preguntan: «¿Por qué se cansó de escucharnos?» Porque está cansado de oírles decir que ante el SEÑOR los malos son buenos y que Dios se siente a gusto con ellos. Él también está harto de oírles preguntar: «¿Dónde está el Dios de justicia?»

Footnotes

  1. 2:12 y los testigos que los apoyaron El hebreo es oscuro.
  2. 2:15 Nadie […] pueblo de Dios El hebreo es oscuro.
  3. 2:16 El SEÑOR […] cruel que es o El SEÑOR Dios de Israel dice que odia el divorcio y aborrece a la gente cruel.