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El Señor de los ejércitos ha dicho:

«He aquí, yo envío a mi mensajero, el cual me(A) preparará el camino.»

El Señor, a quien ustedes buscan, vendrá de manera repentina, lo mismo que el ángel del pacto, en quien ustedes se complacen. Sí, ya viene. El Señor de los ejércitos lo ha dicho. ¿Pero quién podrá resistir cuando él se presente? ¿Quién podrá mantenerse de pie cuando él se manifieste?(B) Él es como un fuego purificador, como el jabón de lavanderos. Se sentará para refinar y limpiar la plata, es decir, limpiará y refinará a los hijos de Leví como se refinan el oro y la plata, para que ellos le presenten al Señor las ofrendas justas. Entonces las ofrendas de Judá y de Jerusalén volverán a ser gratas al Señor, como lo fueron en el pasado, en los años antiguos.

El Señor de los ejércitos ha dicho:

«Yo vendré a ustedes para someterlos a juicio, y me dispondré a actuar como testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los perjuros y los explotadores, contra los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y contra los que no les hacen justicia a los extranjeros ni tienen temor de mí.

El pago de los diezmos

»Hijos de Jacob, yo soy el Señor, y no cambio. Por eso ustedes no han sido consumidos. Desde los días de sus antepasados no se han sometido a mis leyes, sino que se han apartado de ellas. Pero si se vuelven a mí, yo me volveré a ustedes. Yo, el Señor de los ejércitos, lo he dicho.»

Pero ustedes dicen:

«¿Cómo está eso de que debemos de volvernos a ti?»

«¿Habrá quien pueda robarle a Dios? ¡Pues ustedes me han robado! Y sin embargo, dicen: “¿Cómo está eso de que te hemos robado?” ¡Pues me han robado en sus diezmos y ofrendas! Malditos sean todos ustedes, porque como nación me han robado. 10 Entreguen completos los diezmos en mi tesorería,(C) y habrá alimento en mi templo. Con esto pueden ponerme a prueba: verán si no les abro las ventanas de los cielos y derramo sobre ustedes abundantes bendiciones. Lo digo yo, el Señor de los ejércitos.

11 »Además, reprenderé a esos insectos que todo lo devoran, para que no destruyan los productos de la tierra, ni dejen sin uvas sus viñedos. Lo digo yo, el Señor de los ejércitos.

12 »Todas las naciones dirán que ustedes son bienaventurados, porque serán una nación envidiable. Lo digo yo, el Señor de los ejércitos.»

Diferencia entre justos e injustos

13 El Señor ha dicho:

«Las palabras de ustedes contra mí han sido violentas.»

Pero ustedes dicen:

«¿Qué es lo que hemos dicho contra ti?»

14 Pues han dicho:

«Servir a Dios no nos sirve de nada. ¿Qué ganamos con cumplir su ley y con que andemos afligidos en presencia del Señor de los ejércitos?»

15 ¡Ahora resulta que tenemos que llamar bienaventurados a los soberbios! ¡Los malvados no sólo prosperan, sino que ponen a Dios a prueba y salen bien librados!

16 Entonces los que temen al Señor hablaron el uno con el otro, y el Señor los escuchó atentamente. Luego, en su presencia se escribió un libro de actas para los que le temen y piensan en su nombre. 17 Dijo entonces el Señor:

«Ellos serán para mí un tesoro muy especial. Cuando llegue el día en que yo actúe, los perdonaré, como perdona un padre al hijo que le sirve. 18 Entonces ustedes se volverán a mí, y sabrán distinguir entre los justos y los malvados, entre los que sirven a Dios y los que no le sirven.»

El día del juicio

He aquí, yo envío a mi mensajero[a], y él preparará[b] el camino delante de mí(A). Y vendrá de repente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis(B); y el mensajero[c](C) del pacto en quien vosotros os complacéis(D), he aquí, viene —dice el Señor de los ejércitos. ¿Pero quién podrá soportar el día de su venida? ¿Y quién podrá mantenerse en pie cuando Él aparezca(E)? Porque Él es como fuego(F) de fundidor y como jabón de lavanderos. Y Él se sentará como fundidor y purificador de plata, y purificará(G) a los hijos de Leví y los acrisolará como a oro y como a plata, y serán los que presenten ofrendas[d] en justicia al Señor(H). Entonces será grata al Señor la ofrenda[e] de Judá y de Jerusalén(I), como en los días de antaño y como en los años pasados(J). Y me acercaré a vosotros para el juicio, y seré un testigo veloz contra los hechiceros(K), contra los adúlteros(L), contra los que juran en falso(M) y contra los que oprimen al jornalero en su salario(N), a la viuda y al huérfano(O), contra los que niegan el derecho del extranjero[f] y los que no me temen[g] —dice el Señor de los ejércitos. Porque yo, el[h] Señor, no cambio; por eso vosotros, oh hijos de Jacob, no habéis sido consumidos[i](P).

El pago de los diezmos

Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis estatutos y no los habéis guardado(Q). Volved a mí y yo volveré a vosotros —dice el Señor de los ejércitos(R). Pero decís: «¿Cómo hemos de volver?». ¿Robará[j] el hombre a Dios? Pues vosotros me estáis robando. Pero decís: «¿En qué te hemos robado?». En los diezmos y en las ofrendas[k](S). Con maldición estáis malditos(T), porque vosotros, la nación entera, me estáis robando[l]. 10 Traed todo el diezmo(U) al alfolí[m], para que haya alimento[n] en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto —dice el Señor de los ejércitos— si no os abriré las ventanas del cielo(V), y derramaré para vosotros bendición(W) hasta que sobreabunde[o](X). 11 Por vosotros reprenderé al devorador, para que no os destruya los frutos del suelo(Y); ni vuestra vid en el campo será estéril —dice el Señor de los ejércitos. 12 Y todas las naciones os llamarán bienaventurados(Z), porque seréis una tierra de delicias(AA) —dice el Señor de los ejércitos.

El justo y el injusto

13 Vuestras palabras han sido duras contra mí —dice el Señor—. Pero decís: «¿Qué hemos hablado contra ti?». 14 Habéis dicho: «En vano es servir a Dios(AB). ¿Qué provecho hay en que guardemos sus ordenanzas y en que andemos de duelo delante del Señor(AC) de los ejércitos? 15 Por eso ahora llamamos bienaventurados a los soberbios(AD). No solo prosperan los que hacen el mal(AE), sino que también ponen a prueba a Dios y escapan impunes».

16 Entonces los que temían[p] al Señor se hablaron unos a otros, y el Señor prestó atención(AF) y escuchó, y fue escrito delante de Él un libro(AG) memorial para los que temen[q] al Señor y para los que estiman[r] su nombre. 17 Y ellos serán míos —dice el Señor(AH) de los ejércitos— el día en que yo prepare[s](AI) mi tesoro especial[t](AJ), y los perdonaré[u] como un hombre perdona al[v] hijo(AK) que le sirve. 18 Entonces volveréis a distinguir entre el justo y el impío(AL), entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.

Footnotes

  1. Malaquías 3:1 O, ángel
  2. Malaquías 3:1 O, allanará
  3. Malaquías 3:1 O, ángel
  4. Malaquías 3:3 U, ofrendas de cereal
  5. Malaquías 3:4 U, ofrenda de cereal
  6. Malaquías 3:5 O, peregrino
  7. Malaquías 3:5 O, no me reverencian
  8. Malaquías 3:6 O, Yo soy el
  9. Malaquías 3:6 O, acabados
  10. Malaquías 3:8 O, Defraudará
  11. Malaquías 3:8 U, ofrendas alzadas
  12. Malaquías 3:9 O, defraudando
  13. Malaquías 3:10 Lit., a la casa del tesoro
  14. Malaquías 3:10 Lit., presa
  15. Malaquías 3:10 O, no haya suficiente lugar
  16. Malaquías 3:16 O, reverenciaban
  17. Malaquías 3:16 O, reverencian
  18. Malaquías 3:16 O, piensan en
  19. Malaquías 3:17 Lit., haga
  20. Malaquías 3:17 O, propiedad personal
  21. Malaquías 3:17 O, les tendré compasión
  22. Malaquías 3:17 O, se compadece del