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»Bienaventurados los de limpio corazón,(A) porque ellos verán a Dios.

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Bienaventurados los de limpio corazón(A), pues ellos verán a Dios(B).

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Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser. Pero sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él porque lo veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.

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Amados(A), ahora somos hijos de Dios(B) y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser(C). Pero sabemos que cuando Él se manifieste[a](D), seremos semejantes a Él(E) porque le veremos como Él es(F). Y todo el que tiene esta esperanza puesta en Él(G), se purifica, así como Él es puro(H).

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Footnotes

  1. 1 Juan 3:2 Lit., si se manifiesta

Saludo

Yo, Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, saludamos a la iglesia de Dios que está en Corinto,(A) con todos los santos que están en toda Acaya. Que la gracia y la paz de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo, sean con todos ustedes.

Aflicciones de Pablo

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que también nosotros podamos consolar a los que están sufriendo, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Porque así como abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así también por el mismo Cristo abunda nuestra consolación. Si nosotros sufrimos, es para que ustedes reciban consolación y salvación; si somos consolados, es para que ustedes reciban consuelo y puedan soportar como nosotros cuando pasen por los mismos sufrimientos. Firme es nuestra esperanza respecto a ustedes, pues sabemos que así como participan en nuestras aflicciones, también participan en nuestra consolación.

Hermanos, no queremos que ustedes ignoren nada acerca de los sufrimientos que padecimos en Asia;(B) porque fuimos abrumados de manera extraordinaria y más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que hasta perdimos la esperanza de seguir con vida. Pero la sentencia de muerte que pendía sobre nosotros fue para que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos; 10 y él nos libró, y nos libra, y aún tenemos la esperanza de que él seguirá librándonos de tal peligro de muerte, 11 si ustedes nos apoyan con sus oraciones por nosotros. Si muchos oran por nosotros, también serán muchos los que den gracias a Dios por el don concedido a nosotros por tantas oraciones.

Pablo pospone su visita a Corinto

12 Nuestro motivo de orgullo es el testimonio de nuestra conciencia ante Dios, que nos dice que en este mundo, y especialmente con ustedes, nos hemos comportado no con sabiduría humana, sino con la sencillez y la sinceridad que proviene de Dios. 13 Porque no les escribimos nada que no pudieran leer y entender, y espero que al final puedan comprenderlo todo, 14 así como ya en parte han entendido que pueden estar orgullosos de nosotros, y que nosotros estaremos orgullosos de ustedes en el día del Señor Jesús.

15 Seguro de esto, quise antes que nada ir a visitarlos, para que tuvieran una doble bendición; 16 es decir, quise visitarlos de camino a Macedonia,(C) y visitarlos nuevamente a mi regreso, para que me ayudaran a continuar mi viaje a Judea. 17 Cuando quise hacer esto, ¿fue acaso algo decidido a la ligera? ¿Acaso lo que pienso hacer, lo pienso como toda la gente, que está lista para decir «Sí» y «No» al mismo tiempo? 18 Dios es testigo fiel de que nosotros no les decimos a ustedes «Sí» y «No» al mismo tiempo. 19 Porque Jesucristo, el Hijo de Dios, que Silvano, Timoteo y yo les hemos predicado,(D) no ha sido «Sí» y «No»; sino que siempre ha sido «Sí» en él. 20 Porque todas las promesas de Dios en él son «Sí». Por eso, por medio de él también nosotros decimos «Amén», para la gloria de Dios. 21 Y es Dios el que nos confirma con ustedes en Cristo, y es Dios el que nos ha ungido, 22 y es Dios el que también nos ha marcado con su sello, y el que, como garantía, ha puesto al Espíritu en nuestros corazones.

23 Así que pongo a Dios por testigo de que, si aún no he pasado por Corinto, ha sido por consideración a ustedes. 24 No es nuestra intención dirigir la fe de ustedes, sino colaborar con ustedes para que tengan gozo, pues por la fe se mantienen firmes.

Saludo

Pablo, apóstol de Cristo Jesús(A) por la voluntad de Dios(B), y el hermano Timoteo(C):

A la iglesia de Dios(D) que está en Corinto(E), con todos los santos que están en toda Acaya(F): Gracia y paz a vosotros de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo(G).

El Dios de toda consolación

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo(H), Padre de misericordias y Dios de toda consolación(I), el cual nos consuela en toda tribulación(J) nuestra, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier aflicción con el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios. Porque así como los sufrimientos de Cristo son nuestros en abundancia[a], así también abunda nuestro consuelo por medio de Cristo(K). Pero si somos atribulados, es para vuestro consuelo y salvación(L); o si somos consolados, es para vuestro consuelo, que obra al soportar las mismas aflicciones que nosotros también sufrimos. Y nuestra esperanza respecto de vosotros está firmemente establecida, sabiendo que como sois copartícipes de los sufrimientos, así también lo sois de la consolación(M). Porque no queremos que ignoréis, hermanos(N), acerca de nuestra aflicción sufrida[b] en Asia[c](O), porque fuimos abrumados sobremanera, más allá de nuestras fuerzas, de modo que hasta perdimos la esperanza de salir con vida(P). De hecho[d], dentro de nosotros mismos ya teníamos la sentencia de muerte, a fin de que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos, 10 el cual nos libró(Q) de tan gran peligro de muerte y nos librará, y en quien hemos puesto nuestra esperanza(R) de que Él aún nos ha de librar, 11 cooperando también vosotros con nosotros con la oración(S), para que por muchas personas sean dadas gracias a favor nuestro por el don que nos ha sido impartido por medio de las oraciones de muchos(T).

Sinceridad de Pablo

12 Porque nuestra satisfacción[e] es esta: el testimonio de nuestra conciencia(U) que en la santidad[f] y en la sinceridad que viene de Dios(V), no en sabiduría carnal(W) sino en la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo y especialmente hacia vosotros. 13 Porque ninguna otra cosa os escribimos sino lo que leéis y entendéis, y espero que entenderéis hasta el fin(X), 14 así como también nos habéis entendido en parte, que nosotros somos el motivo de vuestra gloria, así como también vosotros la nuestra en el día de nuestro Señor Jesús(Y).

15 Y con esta confianza me propuse ir primero a vosotros(Z) para que dos veces recibierais bendición[g](AA), 16 es decir[h], quería visitaros de paso[i] a Macedonia(AB), y de Macedonia ir de nuevo a vosotros(AC) y ser encaminado por vosotros en mi viaje(AD) a Judea. 17 Por tanto, cuando me propuse esto, ¿acaso obré precipitadamente? O lo que me propongo, ¿me lo propongo conforme a la carne(AE), para que en mí haya al mismo tiempo el sí, sí, y el no, no? 18 Pero como Dios es fiel(AF), nuestra palabra a vosotros no es sí y no(AG). 19 Porque el Hijo de Dios, Cristo Jesús(AH), que fue predicado entre vosotros por nosotros (por mí y Silvano(AI) y Timoteo(AJ)) no fue sí y no, sino que ha sido sí en Él(AK). 20 Pues tantas como sean las promesas de Dios(AL), en Él todas son sí(AM); por eso también por medio de Él, Amén(AN), para la gloria de Dios por medio de nosotros. 21 Ahora bien, el que nos confirma(AO) con vosotros en Cristo y el que nos ungió(AP), es Dios, 22 quien también nos selló(AQ) y nos dio el Espíritu en nuestro corazón(AR) como garantía[j].

23 Mas yo invoco a Dios como testigo(AS) sobre mi alma, que por consideración a vosotros no he vuelto a Corinto(AT). 24 No es que queramos tener control de vuestra fe(AU), sino que somos colaboradores con vosotros para vuestro gozo; porque en la fe permanecéis firmes(AV).

Footnotes

  1. 2 Corintios 1:5 Lit., abundan para con nosotros
  2. 2 Corintios 1:8 Lit., que nos vino
  3. 2 Corintios 1:8 I.e., la provincia de la costa occidental de Asia Menor
  4. 2 Corintios 1:9 Lit., Pero
  5. 2 Corintios 1:12 Lit., jactancia
  6. 2 Corintios 1:12 Algunos mss. dicen: sencillez
  7. 2 Corintios 1:15 Lit., tengáis una segunda gracia; algunos mss. antiguos dicen: gozo
  8. 2 Corintios 1:16 Lit., y
  9. 2 Corintios 1:16 Lit., pasar por vosotros
  10. 2 Corintios 1:22 O, arras

Porque Dios, que mandó que de las tinieblas surgiera la luz,(A) es quien brilló en nuestros corazones para que se revelara el conocimiento de la gloria de Dios en el rostro de Jesucristo.

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Pues Dios, que dijo que de las tinieblas resplandeciera la luz(A), es el que ha resplandecido en nuestros corazones(B), para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo(C).

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18 Por lo tanto, todos nosotros, que miramos la gloria del Señor a cara descubierta, como en un espejo, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.

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18 Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo(A) la gloria del Señor(B), estamos siendo transformados en la misma imagen(C) de gloria en gloria, como por el Señor(D), el Espíritu.

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