⁸ Pero todo esto es solo el comienzo de dolores^[a](A). ⁹ Entonces os entregarán a tribulación^(B), y os matarán, y seréis odiados de todas las naciones por causa de mi nombre^(C). ¹⁰ Muchos tropezarán^[b] entonces y caerán^(D), y se traicionarán unos a otros, y unos a otros se odiarán. ¹¹ Y se levantarán muchos falsos profetas^(E), y a muchos engañarán. ¹² Y debido al aumento de la iniquidad, el amor de muchos se enfriará. ¹³ Pero el que persevere hasta el fin, ese será salvo^(F). ¹⁴ Y este evangelio del reino se predicará^(G) en todo el mundo^[c](H) como testimonio a todas las naciones^(I), y entonces vendrá el fin.

La abominación de la desolación

¹⁵ Por tanto, cuando veáis la abominación de la desolación^(J), de que se habló por medio del profeta Daniel, colocada^[d] en el lugar santo^(K) (el que lea, que entienda^(L)), ¹⁶ entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; ¹⁷ el que esté en la azotea, no baje a sacar las cosas de su casa^(M); ¹⁸ y el que esté en el campo, no vuelva atrás a tomar su capa. ¹⁹ Pero, ¡ay de las que estén encinta y de las que estén criando en aquellos días^(N)! ²⁰ Orad para que vuestra huida no suceda en invierno, ni en día de reposo,

¹² Pero antes de todas estas cosas ^(A)os echarán mano, y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles, llevándoos ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre. ¹³ Esto os dará oportunidad de testificar^[a](B). ¹⁴ Por tanto, proponed en vuestros corazones no preparar de antemano vuestra defensa^(C); ¹⁵ porque yo os daré palabras^[b](D) y sabiduría que ninguno de vuestros adversarios podrá resistir ni refutar. ¹⁶ Pero seréis entregados aun por padres, hermanos, parientes y amigos; y matarán a algunos de vosotros, ¹⁷ y seréis odiados de todos por causa de mi nombre. ¹⁸ Sin embargo, ni un cabello de vuestra cabeza^(E) perecerá. ¹⁹ Con vuestra perseverancia ganaréis vuestras almas^[c](F).

²⁰ Pero cuando veáis a Jerusalén rodeada de ejércitos^(G), sabed entonces que su desolación está cerca. ²¹ Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes, y los que estén en medio de la ciudad^[d], aléjense; y los que estén en los campos, no entren en ella^(H); ²² porque estos son días de venganza^(I), para que se cumplan todas las cosas que están escritas. ²³ ¡Ay de las que estén encinta y de las que estén criando en aquellos días! Porque habrá una gran calamidad sobre la tierra, e ira para este pueblo^(J); ²⁴ y caerán a filo de espada^(K), y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles^(L), hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan^(M).