Mateo 26:36-46
Reina-Valera 1995
Jesús ora en Getsemaní(A)
36 Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos:
—Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro.
37 Y tomando a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. 38 Entonces Jesús les dijo:
—Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad conmigo.
39 Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: «Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.»
40 Volvió luego a sus discípulos y los halló durmiendo, y dijo a Pedro:
—¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? 41 Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
42 Otra vez fue y oró por segunda vez, diciendo: «Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.»
43 Volvió otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño. 44 Y dejándolos, se fue de nuevo y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras. 45 Entonces se acercó a sus discípulos y les dijo:
—¡Dormid ya y descansad! Ha llegado la hora, y el Hijo del hombre es entregado en manos de pecadores. 46 ¡Levantaos, vamos! Ved, se acerca el que me entrega.
Read full chapter
Marcos 14:32-42
Reina-Valera 1995
Jesús ora en Getsemaní(A)
32 Vinieron, pues, a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos:
—Sentaos aquí, entre tanto que yo oro. 33 Se llevó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a entristecerse y a angustiarse. 34 Y les dijo:
—Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad.
35 Yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oró que, si fuera posible, pasara de él aquella hora. 36 Y decía: «¡Abba, Padre!, todas las cosas son posibles para ti. Aparta de mí esta copa; pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.»
37 Vino luego y los halló durmiendo, y dijo a Pedro:
—Simón, ¿duermes? ¿No has podido velar una hora? 38 Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
39 Otra vez fue y oró, diciendo las mismas palabras. 40 Al volver, otra vez los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño; y no sabían qué responderle. 41 Vino la tercera vez, y les dijo:
—¡Dormid ya y descansad! ¡Basta, la hora ha llegado! He aquí, el Hijo del hombre es entregado en manos de los pecadores.
42 »¡Levantaos! ¡Vamos! Ya se acerca el que me entrega.
Read full chapterCopyright © 1995 by United Bible Societies