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Misión de Juan el Bautista

(Mr 1:1-8; Lc 3:1-9; Jn 1:19-28)

Varios años después, mientras ellos todavía estaban viviendo en Nazaret, vino Juan el Bautista y empezó a hablarle a la gente en el desierto de Judea. Él decía: «Cambien su manera de pensar y de vivir, porque el reino de Dios está cerca». (A)El profeta Isaías se refería a Juan cuando dijo:

«Alguien grita en el desierto:
“¡Preparen el camino para el Señor;
    háganle caminos derechos!”»[a]

Juan se vestía de pelo de camello, llevaba un cinto de cuero en la cintura; y su comida era langostas y miel silvestre. Entonces la gente venía a él desde Jerusalén, de toda la provincia de Judea y de toda la región alrededor del río Jordán. Confesaban sus pecados y Juan los bautizaba en el río Jordán.

Cuando Juan vio que muchos fariseos y saduceos venían para ser bautizados, les dijo: «¡Partida[b] de víboras! ¿Quién les advirtió que escaparan de la ira de Dios que está por venir? Vivan de tal manera que demuestre que realmente han cambiado. Y no me vengan con que “Abraham es nuestro antepasado”, porque les aseguro que Dios puede convertir hasta estas piedras en descendientes de Abraham. 10 Y ya también el hacha está lista para cortar los árboles de raíz. Por tanto, todo árbol que no produzca buenos frutos será cortado y echado al fuego para que se queme. 11 Yo los bautizo con agua como demostración de que han cambiado su vida, pero el que viene después de mí es más poderoso que yo. Ni siquiera soy digno de ayudarle a quitarse las sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. 12 Vendrá preparado para separar el trigo de la paja. Guardará el trigo bueno en el granero y quemará lo que no es bueno en un fuego que nunca se apagará».

Bautismo de Jesús

(Mr 1:9-11; Lc 3:21-22)

13 En ese tiempo, Jesús vino de Galilea al Jordán para que Juan lo bautizara, 14 pero Juan trató de impedirlo, y le dijo:

—Soy yo quien necesita ser bautizado por ti, ¿por qué entonces vienes a mí?

15 Jesús le contestó:

—No me lo impidas ahora, porque es necesario cumplir con todo lo que Dios requiere.[c]

Entonces Juan estuvo de acuerdo. 16 Y Jesús, después de que fue bautizado, salió inmediatamente del agua y vio que el cielo se le abrió y que el Espíritu de Dios bajaba sobre él como una paloma. 17 Una voz desde los cielos decía: «Este es mi hijo amado con quien estoy muy contento».

Footnotes

  1. 3:3 Cita de Is 40:3.
  2. 3:7 Partida Textualmente Engendros.
  3. 3:15 con todo […] requiere Textualmente toda justicia.

Predicación de Juan el Bautista

(Mr. 1.1-8; Lc. 3.1-9,15-17; Jn. 1.19-28)

En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos(A) se ha acercado.(B) Pues este es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo:

Voz del que clama en el desierto:

Preparad el camino del Señor,

Enderezad sus sendas.(C)

Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos;(D) y su comida era langostas y miel silvestre. Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán, y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados.

Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras!(E) ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre;(F) porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. 10 Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.(G)

11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. 12 Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.

El bautismo de Jesús

(Mr. 1.9-11; Lc. 3.21-22)

13 Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. 14 Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? 15 Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. 16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. 17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.(H)