¹⁴ Vosotros sois la luz del mundo^(A). Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar; ¹⁵ ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud^[a], sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa^(B). ¹⁶ Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones^(C) y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos^(D).

Jesús cumple la ley y los profetas

¹⁷ No penséis que he venido para abolir la ley o los profetas^(E); no he venido para abolir, sino para cumplir. ¹⁸ Porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra^(F), no se perderá ni la letra más pequeña^[b] ni una tilde de la ley hasta que toda se cumpla. ¹⁹ Cualquiera, pues, que anule uno solo de estos mandamientos, aun de los más pequeños, y así lo enseñe a otros^[c], será llamado muy pequeño en el reino de los cielos; pero cualquiera que los guarde^[d] y los enseñe, este será llamado grande en el reino de los cielos^(G). ²⁰ Porque os digo que si vuestra justicia no supera la de los escribas y fariseos^(H), no entraréis en el reino de los cielos.

Enseñanza de Jesús sobre el odio

²¹ Habéis oído que se dijo a los antepasados^(I): «No matarás^(J)» y: «Cualquiera que cometa homicidio será culpable^[e] ante la corte^(K)». ²² Pero yo os digo que todo aquel que esté enojado con su hermano^[f] será culpable ante la corte; y cualquiera que diga: «Raca^[g](L)» a su hermano, será culpable delante de la corte suprema^[h](M); y cualquiera que diga: «Idiota», será reo del infierno^[i] de fuego^(N). ²³ Por tanto, si estás presentando tu ofrenda^[j](O) en el altar, y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, ²⁴ deja tu ofrenda^[k] allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano^(P), y entonces ven y presenta tu ofrenda^[l]. ²⁵ Reconcíliate pronto con tu adversario mientras vas^[m] con él por el camino, no sea que tu adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil^[n], y seas echado en la cárcel^(Q). ²⁶ En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo^[o](R).

Enseñanza de Jesús sobre el adulterio

²⁷ Habéis oído que se dijo^(S): «No cometerás adulterio^(T)». ²⁸ Pero yo os digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón^(U). ²⁹ Y si tu ojo derecho te es ocasión de pecar^[p], arráncalo y échalo de ti; porque te es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno^[q](V). ³⁰ Y si tu mano derecha te es ocasión de pecar, córtala y échala de ti; porque te es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo vaya al infierno^[r](W). ³¹ También se dijo: «Cualquiera que repudie a su mujer, que le de carta de divorcio^(X)». ³² Pero yo os digo que todo el que se divorcia de^[s] su mujer, a no ser por causa de infidelidad, la hace cometer adulterio; y cualquiera que se casa con una mujer divorciada^[t], comete adulterio^(Y).

Enseñanza de Jesús sobre el juramento falso

³³ También habéis oído que se dijo a los antepasados^(Z): «No jurarás falsamente^[u], sino que cumplirás tus juramentos^[v] al Señor^(AA)». ³⁴ Pero yo os digo: no juréis de ninguna manera^(AB); ni por el cielo, porque es el trono de Dios^(AC); ³⁵ ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies^(AD); ni por^[w] Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey^(AE). ³⁶ Ni jurarás por tu cabeza, porque no puedes hacer blanco o negro ni un solo cabello. ³⁷ Antes bien, sea vuestro hablar^[x]: «Sí, sí» o «No, no»; y lo que es más de esto, procede del mal^[y](AF).

Enseñanza de Jesús sobre la venganza

³⁸ Habéis oído que se dijo^(AG): «Ojo por ojo y diente por diente^(AH)». ^39 (AI)Pero yo os digo: no resistáis al que es malo; antes bien, a cualquiera que te abofetee en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. ⁴⁰ Y al que quiera ponerte pleito y quitarte la túnica^[z], déjale también la capa^[aa]. ⁴¹ Y cualquiera que te obligue a ir una milla, ve con él dos. ⁴² Al que te pida, dale; y al que desee pedirte prestado no le vuelvas la espalda^(AJ).

El amor verdadero y su recompensa

⁴³ Habéis oído que se dijo^(AK): «Amarás a tu prójimo^(AL) y odiarás a tu enemigo^(AM)». ⁴⁴ Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen^(AN), ⁴⁵ para que seáis^[ab] hijos de vuestro Padre que está en los cielos^(AO); porque Él hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. ⁴⁶ Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tenéis^(AP)? ¿No hacen también lo mismo los recaudadores de impuestos^[ac]? ⁴⁷ Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis más que otros? ¿No hacen también lo mismo los gentiles? ⁴⁸ Por tanto, sed vosotros perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto^(AQ).

¹⁵ para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios^(A) sin tacha^(B) en medio de una generación torcida y perversa^[a](C), en medio de la cual resplandecéis como luminares^[b] en el mundo^(D),

²⁰ En cuanto al misterio^(A) de las siete estrellas^(B) que viste en mi mano derecha y de los siete candelabros de oro^(C): las siete estrellas^(D) son los ángeles^[a] de las siete iglesias^(E), y los siete candelabros^(F) son las siete iglesias.