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Los ciegos ven, los cojos caminan, los leprosos son sanados, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la buena noticia. Afortunado el que no dude de mí.[a]

Mientras se iban los seguidores de Juan, Jesús comenzó a hablar acerca de Juan a la multitud: «¿Qué salieron a ver al desierto? ¿Hierba[b] azotada por el viento?

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Footnotes

  1. 11:6 no dude de mí Textualmente no halle tropiezo en mí.
  2. 11:7 Hierba Textualmente Carrizo.