La hija de Jairo, y la mujer que tocó el manto de Jesús

(Mr. 5.21-43; Lc. 8.40-56)

¹⁸ Mientras él les decía estas cosas, vino un hombre principal y se postró ante él, diciendo: Mi hija acaba de morir; mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá.

²⁵ Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme!

²⁶ Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.

Petición de Santiago y de Juan

(Mr. 10.35-45)

²⁰ Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose ante él y pidiéndole algo.

³⁸ Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró.

²⁵ Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró.