³⁰ Y se les abrieron los ojos. Y Jesús les advirtió rigurosamente^(A): «Miren que nadie lo sepa».

¹⁶ Y les advirtió que no revelaran quién era Él^[a](A);

Elías y Juan el Bautista

^9 (A)Mientras descendían del monte, Jesús les ordenó: «No cuenten a nadie la visión^(B) hasta que el Hijo del Hombre^(C) haya resucitado de entre los muertos^(D)».

⁴⁴ «Mira», le dijo*, «no digas nada a nadie, sino ve, muéstrate al sacerdote y ofrece por tu limpieza lo que Moisés ordenó, para testimonio a ellos^(A)».

¹² Pero Él les advertía con insistencia que no revelaran Su identidad^[a](A).

⁴³ Entonces les dio órdenes estrictas de que nadie se enterara de esto^(A); y dijo que le dieran de comer a la niña^[a].

³⁶ Jesús les ordenó que a nadie se lo dijeran^(A); pero mientras más se lo ordenaba, tanto más ellos lo proclamaban^(B).

³⁰ Y Jesús les advirtió severamente que no hablaran de Él a nadie^(A).

La venida de Elías

^9 (A)Cuando bajaban del monte, Jesús les ordenó que no contaran a nadie^(B) lo que habían visto, hasta que^[a] el Hijo del Hombre resucitara de entre los muertos.

⁴¹ También de muchos salían demonios, gritando: «¡Tú eres el Hijo de Dios^(A)!». Pero, reprendiéndolos^(B), no les permitía hablar, porque sabían que Él era el Cristo^[a](C).