La conspiración contra Jesús(A)

26 Después de exponer todas estas cosas, Jesús dijo a sus discípulos: «Como ya saben, faltan dos días para la Pascua y el Hijo del hombre será entregado para que lo crucifiquen».

Se reunieron entonces los jefes de los sacerdotes y los líderes religiosos del pueblo en el palacio de Caifás, el sumo sacerdote, y con artimañas buscaban cómo arrestar a Jesús para matarlo. «Pero no durante la fiesta —decían—, no sea que se amotine el pueblo».

Una mujer unge a Jesús en Betania(B)

Estando Jesús en Betania, en casa de Simón, que había tenido una enfermedad en su piel, se acercó una mujer con un frasco de alabastro lleno de un perfume muy caro, y lo derramó sobre la cabeza de Jesús mientras él estaba sentado a la mesa.

Al ver esto, los discípulos se indignaron.

—¿Para qué este desperdicio? —dijeron—. Podía haberse vendido este perfume por mucho dinero para dárselo a los pobres.

10 Consciente de ello, Jesús dijo:

—¿Por qué molestan a esta mujer? Ella ha hecho una obra hermosa conmigo. 11 A los pobres siempre los tendrán con ustedes, pero a mí no me van a tener siempre. 12 Al derramar ella este perfume sobre mi cuerpo, lo hizo a fin de prepararme para la sepultura. 13 Les aseguro que en cualquier parte del mundo donde se predique este evangelio, se contará también, en memoria de esta mujer, lo que ella hizo.

Judas acuerda traicionar a Jesús(C)

14 Uno de los doce, el que se llamaba Judas Iscariote, fue a los jefes de los sacerdotes.

15 —¿Cuánto me dan y yo les entrego a Jesús? —propuso.

Decidieron pagarle treinta monedas de plata. 16 Y desde entonces Judas buscaba una oportunidad para entregarlo.

La Cena del Señor(D)(E)(F)

17 El primer día de la fiesta de los Panes sin levadura, se acercaron los discípulos a Jesús y preguntaron:

—¿Dónde quieres que hagamos los preparativos para que comas la Pascua?

18 Él les respondió que fueran a la ciudad, a la casa de cierto hombre y dijeran: «El Maestro dice: “Mi tiempo está cerca. Voy a celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos”». 19 Los discípulos hicieron entonces como Jesús había mandado y prepararon la Pascua.

20 Al anochecer, Jesús estaba sentado a la mesa con los doce. 21 Mientras comían, dijo:

—Les aseguro que uno de ustedes me va a traicionar.

22 Ellos se entristecieron mucho y uno por uno comenzaron a preguntarle:

—¿Acaso seré yo, Señor?

23 —El que mete la mano conmigo en el plato es el que me va a traicionar —respondió Jesús—. 24 El Hijo del hombre se irá, tal como está escrito de él, pero ¡ay de aquel que lo traiciona! Más le valdría a ese hombre no haber nacido.

25 —¿Acaso seré yo, Rabí? —dijo Judas, el que lo iba a traicionar.

—Tú lo has dicho —contestó Jesús.

26 Mientras comían, Jesús tomó pan y lo bendijo. Luego lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciéndoles:

—Tomen y coman; esto es mi cuerpo.

27 Después tomó una copa, dio gracias y se la dio a ellos diciéndoles:

—Beban de ella todos ustedes. 28 Esto es mi sangre del pacto[a] que es derramada por muchos para el perdón de pecados. 29 Les digo que no beberé de este fruto de la vid desde ahora en adelante, hasta aquel día en que beba con ustedes el vino nuevo en el reino de mi Padre.

30 Después de cantar los salmos, salieron al monte de los Olivos.

Jesús predice la negación de Pedro(G)

31 —Esta misma noche —dijo Jesús— todos ustedes me abandonarán, porque está escrito:

»“Heriré al pastor
    y se dispersarán las ovejas del rebaño”.[b]

32 Pero después de que yo resucite, iré delante de ustedes a Galilea».

33 —Aunque todos te abandonen —declaró Pedro—, yo jamás lo haré.

34 —Te aseguro —le contestó Jesús— que esta misma noche, antes de que cante el gallo, me negarás tres veces.

35 —Aunque tenga que morir contigo —insistió Pedro—, jamás te negaré.

Y los demás discípulos dijeron lo mismo.

Jesús en Getsemaní(H)

36 Luego fue Jesús con sus discípulos a un lugar llamado Getsemaní y dijo: «Siéntense aquí mientras voy más allá a orar». 37 Se llevó a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo y comenzó a sentirse triste y angustiado. 38 «Es tal la angustia que me invade que me siento morir —dijo—. Quédense aquí y manténganse despiertos conmigo».

39 Yendo un poco más allá, se postró rostro en tierra y oró: «Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo.[c] Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú».

40 Luego volvió adonde estaban sus discípulos y los encontró dormidos. «¿No pudieron mantenerse despiertos conmigo ni una hora? —dijo a Pedro—. 41 Permanezcan despiertos y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil».

42 Por segunda vez se retiró y oró: «Padre mío, si no es posible evitar que yo beba este trago amargo,[d] hágase tu voluntad».

43 Cuando volvió, otra vez los encontró dormidos, porque se les cerraban los ojos de sueño. 44 Así que los dejó y se retiró a orar por tercera vez, diciendo lo mismo.

45 Volvió de nuevo a los discípulos y dijo: «¿Siguen durmiendo y descansando? Miren, se acerca la hora; el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de pecadores. 46 ¡Levántense! ¡Vámonos! ¡Ahí viene el que me traiciona!».

Arresto de Jesús(I)

47 Todavía estaba hablando Jesús cuando llegó Judas, uno de los doce. Lo acompañaba una gran turba armada con espadas y palos, enviada por los jefes de los sacerdotes y los líderes religiosos del pueblo. 48 El traidor había dado esta contraseña: «Al que le dé un beso, ese es; arréstenlo». 49 Enseguida Judas se acercó a Jesús y lo saludó diciendo:

—¡Rabí!

Y lo besó.

50 —Amigo —respondió Jesús—, ¿a qué vienes?[e]

Entonces los hombres se acercaron y prendieron a Jesús. 51 En eso, uno de los que estaban con él extendió la mano, sacó la espada e hirió al siervo del sumo sacerdote, cortándole una oreja.

52 —Guarda tu espada —le dijo Jesús—, porque los que a hierro matan, a hierro mueren.[f] 53 ¿Crees que no puedo acudir a mi Padre y al instante pondría a mi disposición más de doce batallones[g] de ángeles? 54 Entonces, ¿cómo se cumplirían las Escrituras que dicen que así tiene que suceder?

55 Y de inmediato dijo a la turba:

—¿Acaso soy un bandido[h] para que vengan con espadas y palos a arrestarme? Todos los días me sentaba a enseñar en el Templo y no me arrestaron. 56 Pero todo esto ha sucedido para que se cumpla lo que escribieron los profetas.

Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron.

Jesús ante el Consejo(J)

57 Los que habían arrestado a Jesús lo llevaron ante Caifás, el sumo sacerdote, donde se habían reunido los maestros de la Ley y los líderes religiosos. 58 Pero Pedro lo siguió de lejos hasta el patio del sumo sacerdote. Entró y se sentó con los guardias para ver en qué terminaba aquello.

59 Los jefes de los sacerdotes y el Consejo en pleno buscaban alguna prueba falsa contra Jesús para poder condenarlo a muerte. 60 Pero no la encontraron, a pesar de que se presentaron muchos testigos falsos.

Por fin se presentaron dos 61 que declararon:

—Este hombre dijo: “Puedo destruir el Templo de Dios y reconstruirlo en tres días”.

62 Poniéndose en pie, el sumo sacerdote dijo a Jesús:

—¿No vas a responder? ¿Qué significan estas denuncias en tu contra?

63 Pero Jesús se quedó callado. Así que el sumo sacerdote insistió:

—Te ordeno en el nombre del Dios viviente que nos digas si eres el Cristo, el Hijo de Dios.

64 —Tú lo has dicho —respondió Jesús—. Pero yo les digo a todos: De ahora en adelante ustedes verán al Hijo del hombre sentado a la derecha del Todopoderoso y viniendo sobre las nubes del cielo.

65 —¡Ha blasfemado! —exclamó el sumo sacerdote, rasgándose las vestiduras—. ¿Para qué necesitamos más testigos? ¡Miren, ustedes mismos han oído la blasfemia! 66 ¿Qué piensan de esto?

—Merece la muerte —contestaron.

67 Entonces algunos escupieron su rostro y le dieron puñetazos. Otros lo abofeteaban 68 y decían:

—A ver, Cristo, ¡profetiza! ¿Quién te pegó?

Pedro niega a Jesús(K)

69 Mientras tanto, Pedro estaba sentado afuera, en el patio, y una criada se acercó.

—Tú también estabas con Jesús de Galilea —le dijo.

70 Pero él lo negó delante de todos, diciendo:

—No sé de qué estás hablando.

71 Luego salió a la puerta, donde otra criada lo vio y dijo a los que estaban allí:

—Este estaba con Jesús de Nazaret.

72 Él lo volvió a negar, jurándoles:

—¡A ese hombre ni lo conozco!

73 Poco después se acercaron a Pedro los que estaban allí y le dijeron:

—Seguro que eres uno de ellos; se te nota por tu acento.

74 Y comenzó a echarse maldiciones y juró:

—¡A ese hombre ni lo conozco!

En ese instante cantó un gallo. 75 Entonces Pedro se acordó de lo que Jesús había dicho: «Antes de que el gallo cante, me negarás tres veces». Y saliendo de allí, lloró amargamente.

Footnotes

  1. 26:28 del pacto. Var. del nuevo pacto (véase Lc 22:20).
  2. 26:31 Zac 13:7.
  3. 26:39 no … amargo. Lit. que pase de mí esta copa.
  4. 26:42 evitar … amargo. Lit. que esto pase de mí.
  5. 26:50 ¿a qué vienes? Alt. haz lo que viniste a hacer.
  6. 26:52 porque … mueren. Lit. porque todos los que toman espada, por espada perecerán.
  7. 26:53 batallones. Lit. legiones.
  8. 26:55 bandido. Alt. insurgente.

El complot para prender a Jesús(A)

26 Cuando Jesús terminó de decir todo esto, dijo a sus discípulos: «Como ustedes saben, dentro de dos días se celebra la pascua,(B) y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado.»

Entonces los principales sacerdotes, los escribas, y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio de Caifás, el sumo sacerdote, y se confabularon para aprehender con engaños a Jesús, y matarlo. Pero decían: «Que no sea durante la fiesta, para que no se alborote el pueblo.»

Jesús es ungido en Betania(C)

Mientras Jesús estaba en Betania, en casa de Simón el leproso, se le acercó una mujer. Llevaba un vaso de alabastro con un perfume muy caro, que derramó sobre la cabeza de Jesús mientras él estaba sentado a la mesa.(D) Al ver esto, los discípulos se enojaron y dijeron: «¿Pero qué desperdicio es éste? ¡Pudo haberse vendido esto por mucho dinero, y ser dado a los pobres!» 10 Jesús se dio cuenta de esto, y les dijo: «¿Por qué molestan a esta mujer? Lo que ha hecho conmigo es una buena obra. 11 Porque ustedes siempre tendrán a los pobres,(E) pero a mí no siempre me tendrán. 12 Lo que ha hecho ella al derramar sobre mí este perfume, es prepararme para la sepultura. 13 De cierto les digo que en cualquier parte del mundo donde este evangelio sea proclamado, también se contará lo que esta mujer ha hecho, y así será recordada.»

Judas ofrece entregar a Jesús(F)

14 Entonces Judas Iscariote, que era uno de los doce, fue a ver a los principales sacerdotes, 15 y les dijo: «¿Cuánto me darían, si yo les entrego a Jesús?» Y ellos le asignaron treinta piezas de plata. 16 Desde entonces Judas buscaba el mejor momento de entregar a Jesús.

Institución de la Cena del Señor(G)

17 El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: «¿Dónde quieres que te preparemos la comida de la pascua?» 18 Él les indicó ir a la ciudad, a la casa de cierto hombre, y decirle: «El Maestro dice: “Mi tiempo está cerca. Celebraré la pascua con mis discípulos en tu casa.”» 19 Los discípulos hicieron lo que Jesús les mandó, y prepararon la pascua.

20 Cuando llegó la noche, Jesús se sentó a la mesa con los doce, 21 y mientras comían dijo: «De cierto les digo, que uno de ustedes me va a traicionar.» 22 Ellos se pusieron muy tristes, y cada uno comenzó a preguntarle: «¿Soy yo, Señor?» 23 Él les respondió: «El que mete la mano conmigo en el plato, es el que me va a entregar. 24 A decir verdad, el Hijo del Hombre sigue su camino, como está escrito acerca de él,(H) ¡pero ay de aquél que lo traiciona! ¡Más le valdría no haber nacido!» 25 Entonces Judas, el que lo iba a traicionar, le preguntó: «¿Soy yo, Maestro?» Y Jesús le respondió: «Tú lo has dicho.»

26 Mientras comían, Jesús tomó el pan y lo bendijo; luego lo partió y se lo dio a sus discípulos, y les dijo: «Tomen, coman; esto es mi cuerpo.» 27 Después tomó la copa, y luego de dar gracias, la entregó a sus discípulos y les dijo: «Beban de ella todos, 28 porque esto es mi sangre(I) del nuevo pacto,(J) que es derramada por muchos, para perdón de los pecados. 29 Yo les digo que, desde ahora, no volveré a beber de este fruto de la vid, hasta el día en que beba con ustedes el vino nuevo en el reino de mi Padre.»

Jesús anuncia la negación de Pedro(K)

30 Luego de cantar el himno, fueron al monte de los Olivos. 31 Allí Jesús les dijo: «Todos ustedes se escandalizarán de mí esta noche, porque está escrito: “Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas.”(L) 32 Pero después de que yo haya resucitado, iré delante de ustedes a Galilea.»(M) 33 Pedro le dijo: «Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré.» 34 Jesús le dijo: «De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces.» 35 Pedro le dijo: «Aun cuando tenga yo que morir contigo, jamás te negaré.» Y todos los discípulos dijeron lo mismo.

Jesús ora en Getsemaní(N)

36 Entonces Jesús fue con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: «Siéntense aquí, mientras yo voy a orar en aquel lugar.» 37 Jesús llevó consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, y comenzó a ponerse triste y muy angustiado. 38 Entonces les dijo: «Quédense aquí, y velen conmigo, porque siento en el alma una tristeza de muerte.» 39 Unos pasos más adelante, se inclinó sobre su rostro y comenzó a orar. Y decía: «Padre mío, si es posible, haz que pase de mí esta copa. Pero que no sea como yo lo quiero, sino como lo quieres tú.» 40 Luego volvió con sus discípulos, y como los encontró durmiendo, le dijo a Pedro: «¿Así que no han podido mantenerse despiertos conmigo ni una hora? 41 Manténganse despiertos, y oren, para que no caigan en tentación. A decir verdad, el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.» 42 Otra vez fue y oró por segunda vez, y dijo: «Padre mío, si esta copa no puede pasar de mí sin que yo la beba, que se haga tu voluntad.» 43 Una vez más fue y los halló durmiendo, porque los ojos se les caían de sueño. 44 Entonces los dejó y volvió a irse, y por tercera vez oró con las mismas palabras. 45 Luego volvió con sus discípulos y les dijo: «Sigan durmiendo y descansando. Miren que ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. 46 ¡Vamos, levántense, que ya se acerca el que me traiciona!»

Arresto de Jesús(O)

47 Todavía estaba hablando Jesús cuando llegó Judas, que era uno de los doce. Con él venía mucha gente armada con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo. 48 El que lo estaba traicionando les había dado esta contraseña: «Al que yo le dé un beso, ése es; arréstenlo.» 49 Enseguida se acercó a Jesús, y le dijo: «¡Hola, Maestro!» Y le dio un beso. 50 Jesús le dijo: «Amigo, ¿a qué vienes?» Entonces aquellos hombres se acercaron, le echaron mano y lo arrestaron. 51 Pero uno de los que estaban con Jesús extendió su mano, sacó su espada, e hirió a un siervo del sumo sacerdote, y le cortó una oreja. 52 Entonces Jesús le dijo: «Vuelve tu espada a su lugar. Quien esgrime la espada, muere por la espada. 53 ¿No te parece que yo puedo orar a mi Padre, y que él puede mandarme ahora mismo más de doce legiones de ángeles? 54 Pero entonces ¿cómo se cumplirían las Escrituras? Porque es necesario que así suceda.» 55 En ese momento, Jesús dijo a la gente: «¿Han venido a arrestarme con espadas y palos, como si fuera yo un ladrón? ¡Todos los días me sentaba a enseñarles en el templo,(P) y ustedes no me aprehendieron! 56 Pero todo esto sucede, para que se cumpla lo escrito por los profetas.» Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron.

Jesús ante el concilio(Q)

57 Los que aprehendieron a Jesús lo llevaron ante el sumo sacerdote Caifás, donde estaban reunidos los escribas y los ancianos. 58 Pero Pedro lo siguió de lejos hasta el patio del sumo sacerdote, y entró y se sentó con los alguaciles, para ver cómo terminaba aquello. 59 Los principales sacerdotes, y los ancianos y todo el concilio, buscaban algún falso testimonio contra Jesús, para condenarlo a muerte; 60 pero no lo hallaron, aunque se presentaron muchos testigos falsos. Finalmente, llegaron dos testigos falsos 61 y dijeron: «Éste dijo: “Puedo derribar el templo de Dios, y reedificarlo en tres días.”»(R) 62 El sumo sacerdote se levantó y le preguntó: «¿No vas a responder? ¡Mira lo que éstos dicen contra ti!» 63 Pero Jesús guardó silencio. Entonces el sumo sacerdote le dijo: «Te ordeno en el nombre del Dios viviente, que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios.» 64 Jesús le respondió: «Tú lo has dicho. Y además les digo que, desde ahora, verán al Hijo del Hombre sentado a la diestra del Poderoso, y venir en las nubes del cielo.»(S) 65 El sumo sacerdote se rasgó entonces las vestiduras y dijo: «¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos de más testigos? ¡Ustedes acaban de oír su blasfemia! 66 ¿Qué les parece?» Y ellos respondieron: «¡Que merece la muerte!»(T) 67 Entonces unos lo escupieron en el rostro, y le dieron puñetazos; y otros lo abofeteaban(U) 68 y decían: «¡Profetízanos, Cristo; dinos quién te golpeó!»

Pedro niega a Jesús(V)

69 Mientras Pedro estaba sentado afuera, en el patio, se le acercó una criada y le dijo: «También tú estabas con Jesús el galileo.» 70 Pero él lo negó delante de todos, y dijo: «No sé de qué hablas.» 71 Y se fue a la puerta. Pero otra criada lo vio, y dijo a los que estaban allí: «También éste estaba con Jesús el nazareno.» 72 Pero él lo negó otra vez, y hasta juró: «No conozco a ese hombre.» 73 Un poco después, los que estaban por allí se acercaron a Pedro y le dijeron: «Sin lugar a dudas, tú también eres uno de ellos, porque hasta tu manera de hablar te delata.» 74 Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: «No conozco a ese hombre.» Y enseguida cantó el gallo. 75 Entonces Pedro se acordó de que Jesús le había dicho: «Antes de que cante el gallo, me negarás tres veces.» Y saliendo de allí, lloró amargamente.

Complot para prender y matar a Jesús

26 Cuando [a] Jesús terminó todas estas palabras(A), dijo a sus discípulos: (B)Sabéis que dentro de dos días se celebra la Pascua(C), y el Hijo del Hombre será[b] entregado(D) para ser crucificado. Entonces los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se reunieron(E) en el patio del sumo sacerdote(F) llamado Caifás(G). Y tramaron entre ellos prender a Jesús con engaño y matarle(H). Pero decían: No durante la fiesta, para que no haya un tumulto en el pueblo(I).

Jesús ungido en Betania

(J)Y hallándose Jesús en Betania(K), en casa de Simón el leproso, se le acercó una mujer con un frasco de alabastro de perfume muy costoso, y lo derramó sobre su cabeza cuando estaba sentado[c] a la mesa. Pero al ver esto, los discípulos se indignaron, y decían: ¿Para qué este desperdicio? Porque este perfume podía haberse vendido a gran precio, y el dinero habérselo dado a los pobres. 10 Pero Jesús, dándose cuenta, les dijo: ¿Por qué molestáis a la mujer? Pues buena obra ha hecho conmigo. 11 Porque a los pobres siempre los tendréis[d] con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis[e](L). 12 Pues al derramar ella este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura(M). 13 En verdad os digo: Dondequiera que este evangelio se predique, en el mundo entero, se hablará también de lo que esta ha hecho, en memoria suya(N).

Traición de Judas

14 (O)Entonces uno de los doce, llamado Judas Iscariote(P), fue a los principales sacerdotes, 15 y dijo: ¿Qué estáis dispuestos a darme para que yo os lo entregue[f](Q)? Y ellos le pesaron treinta piezas[g] de plata(R). 16 Y desde entonces buscaba una oportunidad para entregarle.

Preparación de la Pascua

17 (S)El primer día de la fiesta de los panes sin levadura[h](T), se acercaron los discípulos a Jesús, diciendo: ¿Dónde quieres que te hagamos los preparativos para comer la Pascua? 18 Y Él respondió: Id a la ciudad, a cierto hombre(U), y decidle: «El Maestro dice: “Mi tiempo está cerca(V); quiero celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos”». 19 Entonces los discípulos hicieron como Jesús les había mandado, y prepararon la Pascua.

Jesús identifica al traidor

20 (W)Al atardecer, estaba Él sentado[i] a la mesa con los doce discípulos. 21 Y mientras comían, dijo: En verdad os digo que uno de vosotros me entregará(X). 22 Y ellos, profundamente entristecidos, comenzaron a decirle uno por uno: ¿Acaso soy yo, Señor? 23 Respondiendo Él, dijo: El que metió[j] la mano conmigo en el plato, ese me entregará(Y). 24 El Hijo del Hombre se va, según está escrito de Él(Z); pero ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Mejor le fuera a ese hombre no haber nacido[k](AA). 25 Y respondiendo Judas(AB), el que le iba a entregar[l], dijo: ¿Acaso soy yo, Rabí(AC)? Y Él le dijo: lo has dicho(AD).

Institución de la Cena del Señor

26 (AE)Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a los discípulos(AF), dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. 27 Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, se la dio, diciendo: Bebed todos de ella; 28 porque esto es mi sangre del nuevo[m] pacto(AG), que es derramada por muchos(AH) para el perdón de los pecados. 29 Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.

30 (AI)Y después de cantar un himno, salieron hacia el monte de los Olivos(AJ).

Jesús predice la negación de Pedro

31 Entonces Jesús les dijo*: Esta noche todos vosotros os apartaréis[n] por causa de mí(AK), pues escrito está: «Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño se dispersarán(AL)». 32 Pero después de que yo haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea(AM). 33 Entonces Pedro, respondiendo, le dijo: Aunque todos se aparten[o] por causa de ti, yo nunca me apartaré[p]. 34 Jesús le dijo: En verdad te digo que esta misma noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces(AN). 35 Pedro le dijo*: Aunque tenga que morir(AO) contigo, jamás te negaré. Todos los discípulos dijeron también lo mismo.

Jesús en Getsemaní

36 (AP)Entonces Jesús llegó* con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo* a sus discípulos: Sentaos aquí mientras yo voy allá y oro(AQ). 37 Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo(AR), comenzó a entristecerse y a angustiarse. 38 Entonces les dijo*: Mi alma está muy afligida(AS), hasta el punto de la muerte; quedaos aquí y velad conmigo(AT). 39 Y adelantándose un poco, cayó sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa(AU); pero no sea como yo quiero, sino como tú quieras(AV). 40 Vino* entonces a los discípulos y los halló* durmiendo, y dijo* a Pedro: ¿Conque no pudisteis velar una hora conmigo(AW)? 41 Velad(AX) y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil(AY). 42 Apartándose de nuevo, oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si esta no puede pasar sin que yo la beba(AZ), hágase tu voluntad(BA). 43 Y vino otra vez y los halló durmiendo, porque sus ojos estaban cargados de sueño. 44 Dejándolos de nuevo, se fue y oró por tercera vez, diciendo otra vez las mismas palabras[q]. 45 Entonces vino* a los discípulos y les dijo*: ¿Todavía estáis[r] durmiendo y descansando? He aquí, ha llegado la hora(BB), y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. 46 ¡Levantaos! ¡Vamos! Mirad, está cerca el que me entrega.

Arresto de Jesús

47 (BC)Mientras todavía estaba Él hablando, he aquí, Judas(BD), uno de los doce, llegó acompañado de[s] una gran multitud con espadas y garrotes, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo. 48 Y el que le entregaba les había dado una señal, diciendo: Al que yo bese, ese es; prendedle. 49 Y enseguida se acercó a Jesús y dijo: ¡Salve, Rabí(BE)! Y le besó[t]. 50 Y Jesús le dijo: Amigo(BF), haz lo que viniste a hacer. Entonces ellos se acercaron, echaron mano a Jesús y le prendieron. 51 Y sucedió que[u] uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada(BG), e hiriendo al siervo del sumo sacerdote, le cortó[v] la oreja(BH). 52 Entonces Jesús le dijo*: Vuelve tu espada a su sitio, porque todos los que tomen la espada, a espada perecerán(BI). 53 ¿O piensas que no puedo rogar a mi Padre, y Él pondría a mi disposición ahora mismo más de doce legiones[w](BJ) de ángeles(BK)? 54 Pero, ¿cómo se cumplirían entonces las Escrituras(BL) que dicen que así debe suceder? 55 En aquel momento[x] Jesús dijo a la muchedumbre: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y garrotes para arrestarme? Cada día solía sentarme en el templo para enseñar(BM), y no me prendisteis. 56 Pero todo esto ha sucedido para que se cumplan las Escrituras(BN) de los profetas. Entonces todos los discípulos le abandonaron y huyeron.

Jesús ante el concilio

57 (BO)Y los que prendieron a Jesús le llevaron ante el sumo sacerdote Caifás, donde estaban reunidos los escribas y los ancianos(BP). 58 Y Pedro le fue siguiendo de lejos(BQ) hasta el patio del sumo sacerdote(BR), y entrando[y], se sentó con los alguaciles[z](BS) para ver el fin de todo aquello. 59 Y los principales sacerdotes y todo el concilio[aa](BT) procuraban obtener falso testimonio contra Jesús, con el fin de darle muerte, 60 y no lo hallaron a pesar de que se presentaron muchos falsos testigos. Pero más tarde se presentaron dos(BU), 61 que dijeron: Este declaró: «Yo puedo destruir el templo[ab] de Dios y en[ac] tres días reedificarlo(BV)». 62 Entonces el sumo sacerdote, levantándose, le dijo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican estos contra ti? 63 Mas Jesús callaba(BW). Y el sumo sacerdote le dijo(BX): Te conjuro(BY) por el Dios viviente(BZ) que nos digas si tú eres el Cristo[ad], el Hijo de Dios(CA). 64 Jesús le dijo*: mismo lo has dicho(CB); sin embargo, os digo que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del Poder(CC), y viniendo sobre las nubes del cielo(CD). 65 Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos de más testigos(CE)? He aquí, ahora mismo habéis oído la blasfemia; 66 ¿qué os parece? Ellos respondieron y dijeron: ¡Es reo de muerte(CF)! 67 Entonces le escupieron en el rostro y le dieron de puñetazos; y otros le abofeteaban[ae](CG), 68 diciendo: Adivina[af], Cristo[ag], ¿quién es el que te ha golpeado(CH)?

La negación de Pedro

69 (CI)Pedro estaba sentado fuera en el patio(CJ), y una sirvienta se le acercó y dijo: Tú también estabas con Jesús el galileo. 70 Pero él lo negó delante de todos ellos, diciendo: No sé de qué hablas. 71 Cuando salió al portal, lo vio otra sirvienta y dijo* a los que estaban allí: Este estaba con Jesús el nazareno. 72 Y otra vez él lo negó con juramento: ¡Yo no conozco a ese[ah] hombre! 73 Y un poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: Seguro que tú también eres uno de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre(CK). 74 Entonces él comenzó a maldecir y a jurar: ¡Yo no conozco a ese[ai] hombre! Y al instante un gallo cantó. 75 Y Pedro se acordó de lo que[aj] Jesús había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces(CL). Y saliendo fuera, lloró amargamente.

Footnotes

  1. Mateo 26:1 Lit., Y sucedió que cuando
  2. Mateo 26:2 Lit., es
  3. Mateo 26:7 Lit., reclinado
  4. Mateo 26:11 Lit., tenéis
  5. Mateo 26:11 Lit., tenéis
  6. Mateo 26:15 Lit., y yo os lo entregaré
  7. Mateo 26:15 O, siclos
  8. Mateo 26:17 O, de los Azimos
  9. Mateo 26:20 Lit., reclinado
  10. Mateo 26:23 Lit., mojó
  11. Mateo 26:24 Lit., Mejor le fuera si ese hombre no hubiera nacido
  12. Mateo 26:25 Lit., estaba entregando
  13. Mateo 26:28 Algunos mss. antiguos omiten, nuevo
  14. Mateo 26:31 O, escandalizaréis, o, caeréis
  15. Mateo 26:33 O, escandalicen, o, caigan
  16. Mateo 26:33 O, escandalizaré, o, caeré
  17. Mateo 26:44 Lit., la misma palabra
  18. Mateo 26:45 O, seguís
  19. Mateo 26:47 Lit., y con él
  20. Mateo 26:49 Lit., le besó efusivamente
  21. Mateo 26:51 Lit., Y he aquí
  22. Mateo 26:51 Lit., quitó
  23. Mateo 26:53 Una legión estaba compuesta de 6,000 soldados
  24. Mateo 26:55 Lit., aquella hora
  25. Mateo 26:58 Lit., entrando dentro
  26. Mateo 26:58 O, sirvientes
  27. Mateo 26:59 O, Sanedrín
  28. Mateo 26:61 O, santuario
  29. Mateo 26:61 O, después de
  30. Mateo 26:63 I.e., el Mesías
  31. Mateo 26:67 O, posiblemente, le herían con palos
  32. Mateo 26:68 Lit., Profetízanos
  33. Mateo 26:68 I.e., el Mesías
  34. Mateo 26:72 Lit., al
  35. Mateo 26:74 Lit., al
  36. Mateo 26:75 Lit., de la palabra que