El castigo a los gobernantes corruptos

Entonces dije:

«Escuchen, príncipes de Jacob,
    autoridades del pueblo de Israel:
¿Acaso no corresponde a ustedes
    conocer el derecho?
Ustedes odian el bien y aman el mal;
    a mi pueblo le arrancan la piel del cuerpo
    y la carne de los huesos.
Ustedes se comen la carne de mi pueblo,
    le arrancan la piel y rompen sus huesos;
lo descuartizan como carne para la olla,
    como carne para el caldero».

Entonces pedirán auxilio al Señor,
    pero él no responderá;
esconderá de ellos su rostro
    porque hicieron lo malo.

Contraste entre el profeta falso y el verdadero

Esto es lo que dice el Señor contra ustedes,
    profetas que desvían a mi pueblo:
«Con el estómago lleno, invitan a la paz;
    con el vientre vacío, declaran la guerra.
Por tanto, tendrán noches sin visiones,
    oscuridad sin adivinaciones».
El sol se ocultará de estos profetas;
    el día se les volverá tinieblas.
Los videntes quedarán en vergüenza;
    los adivinos serán humillados.
Cubrirán sus rostros,
    pues no habrá respuesta de Dios.
Yo, en cambio, estoy lleno de poder,
    del Espíritu del Señor,
    de justicia y de fuerza,
para echarle en cara a Jacob su delito;
    para reprocharle a Israel su pecado.

El gobierno corrupto, causa de la caída de Sión

Escuchen esto ustedes,
    príncipes de la casa de Jacob
y autoridades del pueblo de Israel,
    que abominan la justicia y tuercen el derecho,
10 que edifican a Sión con sangre
    y a Jerusalén con maldad.
11 Sus jueces juzgan por soborno,
    sus sacerdotes instruyen por paga
    y sus profetas predicen por dinero;
para colmo, buscan apoyo en el Señor, diciendo:
    «¿No está el Señor entre nosotros?
    ¡No vendrá sobre nosotros ningún mal!».
12 Por lo tanto, por culpa de ustedes
    Sión será como un campo arado;
Jerusalén quedará en ruinas
    y el monte del Templo se volverá un matorral.

Acusación contra los dirigentes de Israel

Yo dije entonces: Escuchen ahora, príncipes de Jacob, y jefes de la casa de Israel: ¿Acaso no les toca a ustedes saber lo que es justo? Ustedes aborrecen lo bueno y aman lo malo; le arrancan a mi pueblo la piel y la carne, hasta dejarlo en los huesos. Sí, se comen la carne de mi pueblo y le arrancan la piel, le rompen los huesos y los descuartizan, como cuando se echa la carne en la olla y se pone en el caldero. Pero cuando clamen al Señor, él no les responderá; más bien, en ese momento les volverá la espalda por todo el mal que han hecho.

«Así ha dicho el Señor acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, esos que hablan de paz cuando se les da de comer, pero que declaran la guerra cuando no se les da nada: La profecía se les volverá noche, y sus adivinanzas se les volverán oscuridad. Sobre esos profetas se pondrá el sol, y el día se les volverá tinieblas. ¡Esos profetas quedarán avergonzados! ¡Esos adivinos quedarán confundidos! ¡Se quedarán con la boca cerrada, porque no tendrán respuesta de Dios! En cambio, yo estoy lleno del poder del espíritu del Señor; lleno de justicia y de fuerza, para denunciar la rebelión de Jacob y el pecado de Israel.

»Escuchen ahora esto, jefes de la casa de Jacob, y capitanes de la casa de Israel, que aborrecen la justicia y pervierten todo lo recto; 10 que edifican a Sión con sangre, y a Jerusalén con injusticia. 11 Sus jefes dictan sentencia a cambio del soborno; sus sacerdotes cobran por impartir sus enseñanzas, y sus profetas adivinan a cambio de dinero, y se apoyan en el Señor cuando dicen: “¿No es verdad que el Señor está entre nosotros? ¡Ningún mal nos sobrevendrá!” 12 Por eso, por culpa de ustedes Sión será arada como un campo, Jerusalén vendrá a ser un montón de ruinas, y el monte del templo quedará hecho un matorral.»(A)

Denuncia contra los gobernantes

Y dije:

Oíd ahora, jefes de Jacob
y gobernantes de la casa de Israel(A).
¿No corresponde a vosotros conocer la justicia[a](B)?
Vosotros que aborrecéis lo bueno y amáis lo malo,
que les[b] arrancáis la piel de encima
y la carne de sobre sus huesos(C);
que coméis la carne de mi pueblo(D),
les[c] desolláis su piel,
quebráis sus huesos,
y los hacéis pedazos como para la olla(E),
como carne dentro de la caldera.
Entonces clamarán al Señor,
pero Él no les responderá(F);
sino que esconderá de ellos su rostro en aquel tiempo(G),
porque han hecho malas obras(H).

Así dice el Señor acerca de los profetas
que hacen errar a mi pueblo(I),
los cuales cuando tienen algo que morder[d],
proclaman: Paz(J).
Pero contra aquel que no les pone nada en la boca,
declaran guerra santa.
Por tanto, para vosotros será noche sin visión(K),
y oscuridad sin adivinación.
Se pondrá el sol sobre los profetas,
y se oscurecerá el día sobre ellos(L).
Los videntes serán avergonzados(M),
y confundidos los adivinos(N).
Todos ellos se cubrirán la boca[e](O)
porque no hay respuesta de Dios(P).
Yo, en cambio, estoy lleno de poder,
del Espíritu del Señor(Q),
y de juicio y de valor,
para dar a conocer a Jacob su rebelión,
y a Israel su pecado(R).
Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob(S)
y gobernantes de la casa de Israel,
que aborrecéis la justicia[f](T)
y torcéis todo lo recto,
10 que edificáis a Sión con sangre(U)
y a Jerusalén con iniquidad.
11 Sus jefes juzgan por soborno(V),
sus sacerdotes enseñan por precio,
sus profetas adivinan por dinero(W),
y se apoyan en el Señor, diciendo:
¿No está el Señor en medio de nosotros(X)?
No vendrá sobre nosotros mal alguno.
12 Por tanto, a causa de vosotros,
Sión será arada como un campo,
Jerusalén se convertirá en un montón de ruinas(Y),
y el monte del templo[g] será como las alturas de un bosque(Z).

Footnotes

  1. Miqueas 3:1 O, el derecho
  2. Miqueas 3:2 I.e., al pueblo
  3. Miqueas 3:3 Lit., de sobre ellos
  4. Miqueas 3:5 Lit., morder con sus dientes
  5. Miqueas 3:7 Lit., el bigote
  6. Miqueas 3:9 O, el derecho
  7. Miqueas 3:12 Lit., de la casa

Acusación contra los dirigentes de Israel

Dije: Oíd ahora, príncipes de Jacob, y jefes de la casa de Israel: ¿No concierne a vosotros saber lo que es justo? Vosotros que aborrecéis lo bueno y amáis lo malo, que les quitáis su piel y su carne de sobre los huesos; que coméis asimismo la carne de mi pueblo, y les desolláis su piel de sobre ellos, y les quebrantáis los huesos y los rompéis como para el caldero, y como carnes en olla.

Entonces clamaréis a Jehová, y no os responderá; antes esconderá de vosotros su rostro en aquel tiempo, por cuanto hicisteis malvadas obras.

Así ha dicho Jehová acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, y claman: Paz, cuando tienen algo que comer, y al que no les da de comer, proclaman guerra contra él: Por tanto, de la profecía se os hará noche, y oscuridad del adivinar; y sobre los profetas se pondrá el sol, y el día se entenebrecerá sobre ellos. Y serán avergonzados los profetas, y se confundirán los adivinos; y ellos todos cerrarán sus labios, porque no hay respuesta de Dios. Mas yo estoy lleno de poder del Espíritu de Jehová, y de juicio y de fuerza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado. Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob, y capitanes de la casa de Israel, que abomináis el juicio, y pervertís todo el derecho; 10 que edificáis a Sion con sangre, y a Jerusalén con injusticia. 11 Sus jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en Jehová, diciendo: ¿No está Jehová entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros. 12 Por tanto, a causa de vosotros Sion será arada como campo, y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, y el monte de la casa como cumbres de bosque.(A)