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Indignación por la corrupción de Israel

¡Me siento muy mal!
Me siento como si estuviera en un campo
    del que ya se ha recogido todo el fruto.
Como si estuviera en un campo
    del que ya se han recogido todas las uvas.
No quedan racimos de uvas para comer,
    ni esos higos frescos que tanto me gustan.
Ya no quedan hombres fieles en la tierra;
    no quedan personas honestas.
Todos están planeando cómo agredir y asesinar.
    Se atrapan con redes los unos a los otros.
La gente es hábil para hacer el mal con sus manos.
    El funcionario exige dinero y se soborna al juez.
Los líderes importantes hacen las leyes a su conveniencia
    y todas ellas se cumplen.
Los mejores de ellos son como arbustos llenos de espinas.
    Los más honestos de ellos son peor que una planta torcida, cubierta de espinas.
Se acerca el momento que anunciaron tus centinelas.
    Llegará pronto el día de la desgracia;
    los perversos serán presa de la confusión.
No creas en tu vecino,
    no confíes en tu amigo.
Ten cuidado de lo que dices a tu esposa,
    incluso cuando la tengas abrazada.
El hijo despreciará al papá,
    la hija se rebelará contra la mamá,
la nuera se pondrá en contra de su suegra
    y los enemigos de cada cual estarán dentro de su propia familia.
Pero yo estaré alerta, esperando al SEÑOR.
    Pacientemente esperaré en Dios mi Salvador;
    él me escuchará.

Esperanza de victoria

Que mis enemigos no se alegren.
    Aunque haya caído, me levantaré.
Aunque ahora esté en medio de la oscuridad,
    el SEÑOR será mi luz.
Tengo que soportar la ira del SEÑOR
    porque pequé contra él.
Él lanzará sus acusaciones en mi contra
    y hará justicia conmigo.
Él me sacará a la luz
    y me hará justicia.
10 Mis enemigos se darán cuenta de eso
    y se sentirán avergonzados.
Miraré a los que me dijeron:
    «¿Dónde está el SEÑOR tu Dios?»
Entonces la gente los pisoteará
    como si fueran lodo en las calles.

Restauración de Jerusalén

11 Ya se acerca el día en el que reconstruirás tus murallas;
    ese día tus fronteras se extenderán.
12 Ese día tu pueblo vendrá a ti de todos los lugares;
    desde Asiria hasta Egipto,
    desde Egipto hasta el río Éufrates.
Vendrán de todos los mares
    y de todas las montañas.
13 Pero el país quedará desolado
    por culpa de sus habitantes,
    como resultado de su maldad.

14 Guía a tu gente;
    guía a tus ovejas con tu bastón.
Tus ovejas viven solas en el bosque
    y en el monte Carmelo.
Haz que vivan en Basán y en Galaad
    como vivían en el pasado.
15 Muéstranos tus milagros
    como los que hiciste al salir de Egipto.
16 Que las naciones vean esos milagros
    y se avergüencen de su poder.
Que se tapen la boca con la mano
    y ensordezcan sus oídos.
17 Que laman el polvo como la víbora,
    que se arrastren por el suelo como serpientes.
Que desde sus fortalezas vengan
    temblando de miedo al SEÑOR nuestro Dios.
    Que tiemblen y tengan temor de ti.

Alabanza al Señor

18 No hay Dios como tú
    que perdona las malas acciones
    y pasa por alto la rebeldía del resto de su pueblo.
No estará siempre enojado
    porque le gusta demostrar su fiel amor.
19 Tendrá otra vez compasión de nosotros,
    perdonará nuestras culpas
y arrojará todos nuestros pecados
    a las oscuras profundidades del mar.
20 Muestra tu lealtad a Jacob
    y tu fiel amor a Abraham[a],
como prometiste hace mucho tiempo
    a nuestros antepasados.

Footnotes

  1. 7:20 Abraham Su nombre se usa aquí para referirse a todo el pueblo de Israel. Ver vocabulario.

Corrupción moral de Israel

¡Ay de mí! porque estoy como cuando han recogido los frutos del verano, como cuando han rebuscado después de la vendimia, y no queda racimo para comer; mi alma deseó los primeros frutos. Faltó el misericordioso de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres; todos acechan por sangre; cada cual arma red a su hermano. Para completar la maldad con sus manos, el príncipe demanda, y el juez juzga por recompensa; y el grande habla el antojo de su alma, y lo confirman. El mejor de ellos es como el espino; el más recto, como zarzal; el día de tu castigo viene, el que anunciaron tus atalayas; ahora será su confusión. No creáis en amigo, ni confiéis en príncipe; de la que duerme a tu lado cuídate, no abras tu boca. Porque el hijo deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son los de su casa.(A) Mas yo a Jehová miraré, esperaré al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá.

Jehová trae luz y libertad

Tú, enemiga mía, no te alegres de mí, porque aunque caí, me levantaré; aunque more en tinieblas, Jehová será mi luz. La ira de Jehová soportaré, porque pequé contra él, hasta que juzgue mi causa y haga mi justicia; él me sacará a luz; veré su justicia. 10 Y mi enemiga lo verá, y la cubrirá vergüenza; la que me decía: ¿Dónde está Jehová tu Dios? Mis ojos la verán; ahora será hollada como lodo de las calles.

11 Viene el día en que se edificarán tus muros; aquel día se extenderán los límites. 12 En ese día vendrán hasta ti desde Asiria y las ciudades fortificadas, y desde las ciudades fortificadas hasta el Río, y de mar a mar, y de monte a monte. 13 Y será asolada la tierra a causa de sus moradores, por el fruto de sus obras.

Compasión de Jehová por Israel

14 Apacienta tu pueblo con tu cayado, el rebaño de tu heredad, que mora solo en la montaña, en campo fértil; busque pasto en Basán y Galaad, como en el tiempo pasado. 15 Yo les mostraré maravillas como el día que saliste de Egipto.

16 Las naciones verán, y se avergonzarán de todo su poderío; pondrán la mano sobre su boca, ensordecerán sus oídos. 17 Lamerán el polvo como la culebra; como las serpientes de la tierra, temblarán en sus encierros; se volverán amedrentados ante Jehová nuestro Dios, y temerán a causa de ti.

18 ¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. 19 Él volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados. 20 Cumplirás la verdad a Jacob, y a Abraham la misericordia, que juraste a nuestros padres desde tiempos antiguos.