¹² Todo lo mejor^[a] del aceite nuevo y todo lo mejor^[b] del mosto y del cereal^(A), las primicias que presenten al Señor, te las daré a ti.

¹³ Los primeros frutos maduros de todo lo que hay en su tierra, que traigan al Señor^(A), serán tuyos. Todo el que esté limpio en tu casa podrá comer de ello.

⁴ También ordenó al pueblo que habitaba en Jerusalén que diera la porción^(A) correspondiente a los sacerdotes y a los levitas, a fin de que pudieran dedicarse a la ley del Señor^(B). ⁵ Tan pronto como se divulgó la orden^[a], los hijos de Israel proveyeron en abundancia las primicias de grano, mosto, aceite, miel y de todo producto del campo; y trajeron el diezmo^(C) de todo en abundancia. ⁶ Y los hijos de Israel y de Judá que habitaban en las ciudades de Judá, también trajeron el diezmo de bueyes y ovejas y el diezmo de las cosas sagradas consagradas al Señor su Dios^(D), y los depositaron en montones.

¹⁰ y el sumo sacerdote Azarías, de la casa de Sadoc^(A), le dijo^[a]: Desde que se comenzaron a traer las ofrendas a la casa del Señor, hemos tenido bastante para comer y ha sobrado mucho, porque el Señor ha bendecido a su pueblo; y esta gran cantidad ha sobrado^(B).

³⁵ y para traer cada año los primeros frutos de nuestra tierra y los primeros frutos de todo árbol^[a] a la casa del Señor^(A), ³⁶ y traer a la casa de nuestro Dios los primogénitos de nuestros hijos y de nuestros ganados como está escrito en la ley^(B); los primogénitos de nuestras vacas y de nuestras ovejas son para los sacerdotes que ministran en la casa de nuestro Dios. ³⁷ También traeremos las primicias de nuestra harina^[b](C) y nuestras ofrendas del fruto de todo árbol, del mosto y del aceite para los sacerdotes a las cámaras de la casa de nuestro Dios^(D), y el diezmo de nuestro suelo a los levitas^(E), porque los levitas son los que reciben los diezmos en todas las ciudades donde trabajamos.