³ y le dije al rey: «Viva para siempre el rey^(A). ¿Cómo no ha de estar triste mi rostro cuando la ciudad, lugar de los sepulcros de mis padres, está desolada y sus puertas han sido consumidas por el fuego^(B)?».

⁴ Entonces los caldeos hablaron al rey en arameo^[a](A): «¡Oh rey, viva para siempre^(B)! Cuente el sueño a sus siervos, y nosotros le declararemos la interpretación^(C)».

¹⁰ La reina, al enterarse de las palabras del rey y de sus nobles, entró en la sala^[a] del banquete y^[b] tomando la palabra, dijo: «¡Oh rey, viva para siempre^(A)! No le turben sus pensamientos ni se mude su semblante^[c].

²¹ Entonces Daniel respondió al^[a] rey: «Oh rey, viva para siempre^(A).