Add parallel Print Page Options

Arrepentimiento para traer bendición

14 Vuélvete, Israel, al Señor tu Dios.
    ¡Tu perversidad te ha hecho caer!
Piensa bien lo que le dirás,
    y vuélvete al Señor con este ruego:
«Perdónanos nuestra perversidad,
    y recíbenos con benevolencia,
pues queremos ofrecerte
    el fruto de nuestros labios.
Asiria no podrá salvarnos;
    no montaremos caballos de guerra.
Nunca más llamaremos “dios nuestro”
    a cosas hechas por nuestras manos,
    pues en ti el huérfano halla compasión».

Respuesta de Dios

«Yo corregiré su rebeldía
    y los amaré de pura gracia,
    porque mi ira contra ellos se ha calmado.
Yo seré para Israel como el rocío,
    y lo haré florecer como lirio.
    ¡Hundirá sus raíces como cedro del Líbano!
Sus vástagos crecerán,
    y tendrán el esplendor del olivo
    y la fragancia del cedro del Líbano.
Volverán a habitar bajo mi sombra,
    y crecerán como el trigo.
Echarán renuevos, como la vid,
    y serán tan famosos como el vino del Líbano.
Efraín, ¿qué tengo yo que ver con las imágenes?
    ¡Soy yo quien te responde y cuida de ti!
Soy como un pino siempre verde;
    tu fruto procede de mí».

El que es sabio entiende estas cosas;
    el que es inteligente las comprende.
Ciertamente son rectos los caminos del Señor:
    en ellos caminan los justos,
    mientras que allí tropiezan los rebeldes.