¹¹ ¿Se ha convertido esta casa^(A), que es llamada por mi nombre, en cueva de ladrones delante de vuestros ojos^(B)? He aquí, yo mismo lo he visto^(C) —declara el Señor.

¹⁷ Porque mis ojos están puestos sobre todos sus caminos^(A), que no se me ocultan, ni su iniquidad está encubierta a mis ojos^(B).

⁵ Y me acercaré a vosotros para el juicio, y seré un testigo veloz contra los hechiceros^(A), contra los adúlteros^(B), contra los que juran en falso^(C) y contra los que oprimen al jornalero en su salario^(D), a la viuda y al huérfano^(E), contra los que niegan el derecho del extranjero^[a] y los que no me temen^[b] —dice el Señor de los ejércitos.

¹³ Y no hay cosa creada oculta a su vista^[a](A), sino que todas las cosas están al descubierto^[b] y desnudas^(B) ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.