Cántico de los peregrinos. De David.

133 ¡Cuán bueno y cuán agradable es
    que los hermanos convivan en armonía!

Es como el buen aceite que, desde la cabeza,
    va descendiendo por la barba,
por la barba de Aarón,
    hasta el borde de sus vestiduras.
Es como el rocío de Hermón
    que va descendiendo sobre los montes de Sión.
Ciertamente allí
    el Señor envía su bendición, vida para siempre.

Cántico de los peregrinos.

134 Bendigan al Señor todos ustedes sus siervos,
    que de noche permanecen en la casa del Señor.
Eleven sus manos hacia el santuario
    y bendigan al Señor.

Que desde Sión te bendiga el Señor,
    que hizo el cielo y la tierra.

135 (A)¡Aleluya!

¡Alaben el nombre del Señor!
    ¡Siervos del Señor, alábenlo,
ustedes, que permanecen en la casa del Señor,
    en los atrios de la casa del Dios nuestro!

Alaben al Señor, porque el Señor es bueno;
    canten salmos a su nombre, porque eso es agradable.
El Señor escogió a Jacob como suyo,
    a Israel como su propiedad exclusiva.

Yo sé que el Señor, nuestro Soberano,
    es más grande que todos los dioses.
El Señor hace todo lo que quiere
    en los cielos y en la tierra,
    en los mares y en todos sus abismos.
Levanta las nubes desde los confines de la tierra;
    envía relámpagos con la lluvia
    y saca de sus depósitos a los vientos.

A los primogénitos de Egipto hirió de muerte,
    tanto a hombres como a animales.
En medio de ti, Egipto,
    Dios envió señales y maravillas
    contra el faraón y todos sus siervos.
10 A muchas naciones las hirió de muerte;
    a reyes poderosos les quitó la vida:
11 a Sijón, el rey amorreo;
    a Og, el rey de Basán,
    y a todos los reyes de Canaán.
12 Entregó sus tierras como herencia,
    como herencia para su pueblo Israel.

13 Tu nombre, Señor, es eterno;
    serás recordado por todas las generaciones.
14 Ciertamente el Señor juzgará a su pueblo
    y de sus siervos tendrá compasión.

15 Los ídolos de las naciones son de plata y oro,
    producto de manos humanas.
16 Tienen boca, pero no pueden hablar;
    ojos, pero no pueden ver;
17 tienen oídos, pero no pueden oír;
    ¡ni siquiera hay aliento en su boca!
18 Semejantes a ellos son sus hacedores
    y todos los que confían en ellos.

19 Pueblo de Israel, bendice al Señor;
    familia de Aarón, bendice al Señor;
20 familia de Leví, bendice al Señor;
    los que temen al Señor, bendíganlo.
21 Desde Sión sea bendito el Señor,
    el que habita en Jerusalén.

¡Aleluya!

136 Den gracias al Señor, porque él es bueno;
su gran amor perdura para siempre.
Den gracias al Dios de dioses;
su gran amor perdura para siempre.
Den gracias al Señor de los señores;
su gran amor perdura para siempre.

Al único que hace grandes maravillas;
su gran amor perdura para siempre.
Al que con inteligencia hizo los cielos;
su gran amor perdura para siempre.
Al que expandió la tierra sobre las aguas;
su gran amor perdura para siempre.
Al que hizo las grandes lumbreras;
su gran amor perdura para siempre.
El sol, para gobernar el día;
su gran amor perdura para siempre.
La luna y las estrellas, para gobernar la noche;
su gran amor perdura para siempre.

10 Al que hirió a los primogénitos de Egipto;
su gran amor perdura para siempre.
11 Al que sacó de Egipto[a] a Israel;
su gran amor perdura para siempre.
12 Con mano poderosa y con brazo extendido;
su gran amor perdura para siempre.

13 Al que partió en dos el mar Rojo;[b]
su gran amor perdura para siempre.
14 Y por en medio hizo cruzar a Israel;
su gran amor perdura para siempre.
15 Pero hundió en el mar Rojo al faraón y a su ejército;
su gran amor perdura para siempre.

16 Al que guio a su pueblo por el desierto;
su gran amor perdura para siempre.

17 Al que hirió de muerte a grandes reyes;
su gran amor perdura para siempre.
18 Al que a reyes poderosos les quitó la vida;
su gran amor perdura para siempre.
19 A Sijón, el rey amorreo;
su gran amor perdura para siempre.
20 A Og, el rey de Basán;
su gran amor perdura para siempre.
21 Cuyas tierras entregó como herencia;
su gran amor perdura para siempre.
22 Como herencia para su siervo Israel;
su gran amor perdura para siempre.

23 Al que nunca nos olvida, aunque estemos humillados;
su gran amor perdura para siempre.
24 Al que nos libró de nuestros adversarios;
su gran amor perdura para siempre.
25 Al que alimenta a todo ser viviente;
su gran amor perdura para siempre.

26 ¡Den gracias al Dios de los cielos!
¡Su gran amor perdura para siempre!

Footnotes

  1. 136:11 de Egipto. Lit. de entre ellos.
  2. 136:13 mar Rojo. Lit. mar de las Cañas (heb. Yam Suf); también en v. 15.

La bienaventuranza del amor fraternal

Cántico gradual; de David.

133 ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es

Habitar los hermanos juntos en armonía!

Es como el buen óleo sobre la cabeza,

El cual desciende sobre la barba,

La barba de Aarón,

Y baja hasta el borde de sus vestiduras;

Como el rocío de Hermón,

Que desciende sobre los montes de Sion;

Porque allí envía Jehová bendición,

Y vida eterna.

Exhortación a los guardas del templo

Cántico gradual.

134 Mirad, bendecid a Jehová,

Vosotros todos los siervos de Jehová,

Los que en la casa de Jehová estáis por las noches.

Alzad vuestras manos al santuario,

Y bendecid a Jehová.

Desde Sion te bendiga Jehová,

El cual ha hecho los cielos y la tierra.

La grandeza del Señor y la vanidad de los ídolos

Aleluya.

135 Alabad el nombre de Jehová;

Alabadle, siervos de Jehová;

Los que estáis en la casa de Jehová,

En los atrios de la casa de nuestro Dios.

Alabad a JAH, porque él es bueno;

Cantad salmos a su nombre, porque él es benigno.

Porque JAH ha escogido a Jacob para sí,

A Israel por posesión suya.

Porque yo sé que Jehová es grande,

Y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses.

Todo lo que Jehová quiere, lo hace,

En los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.

Hace subir las nubes de los extremos de la tierra;

Hace los relámpagos para la lluvia;

Saca de sus depósitos los vientos.

Él es quien hizo morir a los primogénitos de Egipto,

Desde el hombre hasta la bestia.

Envió señales y prodigios en medio de ti, oh Egipto,

Contra Faraón, y contra todos sus siervos.

10 Destruyó a muchas naciones,

Y mató a reyes poderosos;

11 A Sehón rey amorreo,

A Og rey de Basán,

Y a todos los reyes de Canaán.

12 Y dio la tierra de ellos en heredad,

En heredad a Israel su pueblo.

13 Oh Jehová, eterno es tu nombre;

Tu memoria, oh Jehová, de generación en generación.

14 Porque Jehová juzgará a su pueblo,

Y se compadecerá de sus siervos.

15 Los ídolos de las naciones son plata y oro,

Obra de manos de hombres.

16 Tienen boca, y no hablan;

Tienen ojos, y no ven;

17 Tienen orejas, y no oyen;

Tampoco hay aliento en sus bocas.

18 Semejantes a ellos son los que los hacen,

Y todos los que en ellos confían.(A)

19 Casa de Israel, bendecid a Jehová;

Casa de Aarón, bendecid a Jehová;

20 Casa de Leví, bendecid a Jehová;

Los que teméis a Jehová, bendecid a Jehová.

21 Desde Sion sea bendecido Jehová,

Quien mora en Jerusalén.

Aleluya.

Alabanza por la misericordia eterna de Jehová

136 Alabad a Jehová, porque él es bueno,

Porque para siempre es su misericordia.(B)

Alabad al Dios de los dioses,

Porque para siempre es su misericordia.

Alabad al Señor de los señores,

Porque para siempre es su misericordia.

Al único que hace grandes maravillas,

Porque para siempre es su misericordia.

Al que hizo los cielos(C) con entendimiento,

Porque para siempre es su misericordia.

Al que extendió la tierra sobre las aguas,(D)

Porque para siempre es su misericordia.

Al que hizo las grandes lumbreras,(E)

Porque para siempre es su misericordia.

El sol para que señorease en el día,

Porque para siempre es su misericordia.

La luna y las estrellas para que señoreasen en la noche,

Porque para siempre es su misericordia.

10 Al que hirió a Egipto en sus primogénitos,(F)

Porque para siempre es su misericordia.

11 Al que sacó a Israel de en medio de ellos,(G)

Porque para siempre es su misericordia.

12 Con mano fuerte, y brazo extendido,

Porque para siempre es su misericordia.

13 Al que dividió el Mar Rojo en partes,(H)

Porque para siempre es su misericordia;

14 E hizo pasar a Israel por en medio de él,

Porque para siempre es su misericordia;

15 Y arrojó a Faraón y a su ejército en el Mar Rojo,

Porque para siempre es su misericordia.

16 Al que pastoreó a su pueblo por el desierto,

Porque para siempre es su misericordia.

17 Al que hirió a grandes reyes,

Porque para siempre es su misericordia;

18 Y mató a reyes poderosos,

Porque para siempre es su misericordia;

19 A Sehón rey amorreo,(I)

Porque para siempre es su misericordia;

20 Y a Og rey de Basán,(J)

Porque para siempre es su misericordia;

21 Y dio la tierra de ellos en heredad,

Porque para siempre es su misericordia;

22 En heredad a Israel su siervo,

Porque para siempre es su misericordia.

23 Él es el que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros,

Porque para siempre es su misericordia;

24 Y nos rescató de nuestros enemigos,

Porque para siempre es su misericordia.

25 El que da alimento a todo ser viviente,

Porque para siempre es su misericordia.

26 Alabad al Dios de los cielos,

Porque para siempre es su misericordia.