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Analogía tomada del matrimonio

Puesto que hablo con quienes conocen la ley, les pregunto: ¿Acaso ignoran, hermanos, que la ley ejerce poder sobre alguien mientras esa persona vive?

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Analogía tomada del matrimonio

¿Acaso ignoráis, hermanos(A) (pues hablo a los que conocen la ley), que la ley tiene jurisdicción sobre una persona mientras vive?

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Así también ustedes, hermanos míos, por medio del cuerpo de Cristo han muerto a la ley, para pertenecer a otro, al que resucitó de los muertos, a fin de que demos fruto para Dios. Porque mientras vivíamos en la carne, las pasiones pecaminosas estimuladas por la ley actuaban en nuestros miembros y producían frutos que llevan a la muerte. Pero ahora que hemos muerto a su dominio, estamos libres de la ley, y de ese modo podemos servir en la vida nueva del Espíritu y no bajo el viejo régimen de la letra.

El pecado que mora en mí

¿Concluiremos entonces que la ley es pecado? ¡De ninguna manera! Sin embargo, de no haber sido por la ley, yo no hubiera conocido el pecado; porque si la ley no dijera: «No codiciarás»,(A) tampoco yo habría sabido lo que es codiciar. Pero el pecado se aprovechó del mandamiento y despertó en mí toda clase de codicia, porque sin la ley el pecado está muerto. En un tiempo, yo vivía sin la ley, pero cuando vino el mandamiento, el pecado cobró vida y yo morí.

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Por tanto, hermanos míos, también a vosotros se os hizo morir a la ley(A) por medio del cuerpo de Cristo(B), para que seáis unidos a otro, a aquel que resucitó de entre los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios. Porque mientras estábamos en la carne(C), las pasiones pecaminosas despertadas por la ley(D), actuaban en los miembros de nuestro cuerpo[a] a fin de llevar fruto para muerte(E). Pero ahora hemos quedado libres de la ley, habiendo muerto a lo que nos ataba(F), de modo que sirvamos en la novedad(G) del Espíritu[b] y no en el arcaísmo de la letra(H).

¿Qué diremos(I) entonces? ¿Es pecado la ley? ¡De ningún modo(J)! Al contrario, yo no hubiera llegado a conocer el pecado si no hubiera sido por medio de la ley(K); porque yo no hubiera sabido lo que es la codicia[c], si la ley no hubiera dicho: No codiciaras(L). Pero el pecado, aprovechándose del[d] mandamiento(M), produjo en mí toda clase de codicia[e]; porque aparte de la ley el pecado está muerto(N). Y en un tiempo yo vivía sin la ley, pero al venir el mandamiento, el pecado revivió, y yo morí;

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Footnotes

  1. Romanos 7:5 Lit., en nuestros miembros
  2. Romanos 7:6 O, espíritu
  3. Romanos 7:7 O, lujuria
  4. Romanos 7:8 O, tomando ocasión mediante el
  5. Romanos 7:8 O, lujuria