² Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús^(A) te^[a] ha libertado^[b] de la ley del pecado y de la muerte^(B).

²¹ A los que están sin ley^(A), como sin ley^(B), aunque no estoy^[a] sin la ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo^(C), para poder ganar a los que están sin ley.

²⁵ Pero el que mira atentamente^[a] a la ley perfecta, la ley de la libertad^(A), y permanece en ella, no habiéndose vuelto un oidor olvidadizo sino un hacedor eficaz^[b], este será bienaventurado en lo que hace^[c](B).

¹² Así hablen ustedes y así procedan, como los que han de ser juzgados por la ley de la libertad^(A).