Romanos 1:8-32

La Biblia de las Américas

Deseos de Pablo de visitar a Roma

⁸ En primer lugar, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo por todos vosotros^(A), porque por todo el mundo se habla de vuestra fe^[a](B). ⁹ Pues Dios, a quien sirvo en mi espíritu en la predicación del evangelio de su Hijo, me es testigo^(C) de cómo sin cesar hago mención de vosotros^{(D) 10} siempre en mis oraciones, implorando que^[b] ahora, al fin, por la voluntad de Dios, logre ir a vosotros^(E). ¹¹ Porque anhelo veros^(F) para impartiros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados; ¹² es decir, para que cuando esté entre vosotros nos confortemos mutuamente, cada uno por la fe del otro, tanto la vuestra como la mía. ¹³ Y no quiero que ignoréis, hermanos^(G), que con frecuencia he hecho planes para ir a visitaros^[c] (y hasta ahora me he visto impedido^(H)) a fin de obtener algún fruto^(I) también entre vosotros, así como entre los demás gentiles. ¹⁴ Tengo obligación^[d](J) tanto para con los griegos como para con los bárbaros^[e](K), para con los sabios como para con los ignorantes. ¹⁵ Así que, por mi parte, ansioso estoy de anunciar el evangelio^(L) también a vosotros que estáis en Roma.

Una definición del evangelio

¹⁶ Porque no me avergüenzo del evangelio^(M), pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree^(N); del judío primeramente^(O) y también del griego^(P). ¹⁷ Porque en el evangelio^[f] la justicia de Dios se revela por^[g] fe y para fe^(Q); como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá^[h](R).

El hombre ha ignorado a Dios

¹⁸ Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres^(S), que con^[i] injusticia restringen^(T) la verdad; ¹⁹ porque lo que se conoce acerca de Dios es evidente dentro de^[j] ellos, pues Dios se lo hizo evidente^(U). ²⁰ Porque desde la creación del mundo^(V), sus atributos invisibles, su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que no tienen excusa^(W). ²¹ Pues aunque conocían a Dios, no le honraron^[k] como a Dios ni le dieron gracias, sino que se hicieron vanos en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido^(X). ²² Profesando ser sabios, se volvieron necios^(Y), ²³ y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una imagen en forma de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles^(Z).

Consecuencias de la corrupción del hombre

²⁴ Por consiguiente, Dios los entregó a la impureza^(AA) en la lujuria^[l] de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos^(AB); ²⁵ porque^[m] cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en lugar del Creador^(AC), quien es bendito por los siglos^(AD). Amén.

²⁶ Por esta razón Dios los entregó a pasiones degradantes^(AE); porque sus mujeres cambiaron la función natural^[n] por la que es contra la naturaleza; ²⁷ y de la misma manera también los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lujuria unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos^[o] hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos el castigo correspondiente a su extravío^(AF).

²⁸ Y como ellos no tuvieron a bien reconocer a Dios^[p], Dios los entregó a una mente depravada^(AG), para que hicieran las cosas que no convienen; ²⁹ estando llenos de toda injusticia, maldad, avaricia y malicia; colmados de envidia, homicidios, pleitos, engaños y malignidad; son chismosos^(AH), ³⁰ detractores, aborrecedores^(AI) de Dios, insolentes, soberbios, jactanciosos, inventores de lo malo, desobedientes a los padres^(AJ), ³¹ sin entendimiento, indignos de confianza^[q], sin amor^(AK), despiadados; ³² los cuales, aunque conocen el decreto de Dios que los que practican tales cosas son dignos de muerte^(AL), no solo las hacen, sino que también dan su aprobación a los que las practican^(AM).