Add parallel Print Page Options

Todos vivimos para el Señor y ninguno vive o muere para sí mismo. Si vivimos, para el Señor vivimos y si morimos, para el Señor morimos. Así que vivos o muertos pertenecemos al Señor. Cristo murió y resucitó por esta razón: para ser Señor de vivos y muertos.

10 Entonces, ¿por qué juzgas a tu hermano? ¿O por qué te crees mejor que tu hermano? Dios es nuestro juez y todos tendremos que presentarnos ante él. 11 (A)Como está escrito:

«El Señor dice: Prometo por mi vida,
    que todos se arrodillarán ante mí,
    y todos reconocerán a Dios».[a]

12 Así que cada uno de nosotros tendrá que rendirle cuentas a Dios.

Read full chapter

Footnotes

  1. 14:11 Cita de Is 45:23.