¹⁶ para ser ministro de Cristo Jesús a los gentiles^(A), ministrando a manera de sacerdote^[a] el evangelio de Dios^(B), a fin de que la ofrenda que hago de los gentiles sea aceptable^(C), santificada por el Espíritu Santo.

³ siendo manifiesto que son carta de Cristo redactada^[a] por nosotros, no escrita con tinta, sino con el Espíritu^(A) del Dios vivo^(B); no en tablas de piedra^(C), sino en tablas de corazones humanos^[b](D).

⁶ el cual también nos hizo suficientes como ministros^[a](A) de un nuevo pacto^(B), no de la letra, sino del Espíritu^(C). Porque la letra mata, pero el Espíritu da vida^(D).

Ministros de Cristo

4 Por tanto, puesto que tenemos este ministerio^(A), según hemos recibido misericordia^(B), no desfallecemos^(C).

El ministerio de la reconciliación

¹⁸ Y todo esto procede de Dios^(A), quien nos reconcilió con Él mismo por medio de Cristo^(B), y nos dio el ministerio^(C) de la reconciliación;

⁴ Pues en todo nos recomendamos a nosotros mismos como ministros^[a] de Dios^(A), en mucha perseverancia, en aflicciones, en privaciones, en angustias^(B),

⁷ Es de este evangelio que fui hecho ministro^(A), conforme al don de la gracia de Dios que se me ha concedido^(B) según la eficacia de Su poder^(C).

²⁵ De esta iglesia fui hecho ministro^(A) conforme a la administración^[a] de Dios que me fue dada para beneficio de ustedes^(B), a fin de llevar a cabo la predicación de la^[b] palabra de Dios,

Gratitud de Pablo por la gracia de Dios

¹² Doy gracias a Cristo Jesús nuestro Señor^(A), que me ha fortalecido^(B), porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio^(C),