38 Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida(A), ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes[a](B),
39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios(A) que es en Cristo Jesús Señor nuestro(B).
6 Y de nuevo, cuando trae[a] al Primogénito al mundo[b](A), dice:
Y adórenle todos los Ángeles de Dios(B).
Copyright © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation