Add parallel Print Page Options

20 Pero ¿y quién eres tú, mísero mortal, para exigir cuentas a Dios? ¿Le dice acaso la pieza de barro al alfarero: “Por qué me hiciste así”? 21 ¿No tiene facultad el alfarero para hacer del mismo barro un jarrón de lujo o un recipiente ordinario? 22 Así es Dios. Cuando quiere, muestra su indignación y pone de manifiesto su poder. Pero puede también soportar con toda paciencia a esos que son objeto de indignación y están abocados a la ruina.

Read full chapter