²⁹ sino que es judío el que lo es interiormente, y la circuncisión es la del corazón, por el Espíritu^(A), no por la letra; la alabanza del cual no procede de los hombres, sino de Dios^(B).

¹⁹ Yo les daré un solo corazón y pondré un espíritu nuevo dentro de ellos^[a]. Y quitaré de su carne el corazón de piedra^(A) y les daré un corazón de carne^(B),

³¹ Arrojad de vosotros todas las transgresiones que habéis cometido^(A), y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo^(B). ¿Por qué habéis de morir, casa de Israel? ³² Pues yo no me complazco en la muerte de nadie^[a] —declara el Señor Dios—. Arrepentíos y vivid^(C).

²⁶ Además, os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros; quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne^(A).

⁷ Y les daré un corazón para que me conozcan, porque yo soy el Señor; y ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios^(A), pues volverán a mí de todo corazón^(B).

³³ porque este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días —declara el Señor—. Pondré mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré^(A); y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo^(B). ³⁴ Y no tendrán que enseñar más cada uno a su prójimo^(C) y cada cual a su hermano, diciendo: «Conoce al Señor», porque todos me conocerán^(D), desde el más pequeño de ellos hasta el más grande —declara el Señor— pues perdonaré su maldad, y no recordaré más su pecado^(E).

³⁹ y les daré un solo corazón^(A) y un solo camino, para que me teman siempre, para bien de ellos y de sus hijos después de ellos^(B). ⁴⁰ Haré con ellos un pacto eterno^(C), por el que no me apartaré de ellos^(D), para hacerles bien, e infundiré mi temor en sus corazones para que no se aparten de mí^(E).