¹³ porque si vivís conforme a la carne, habréis de^[a] morir; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne^[b](A), viviréis^(B).

¹¹ en Él también fuisteis circuncidados con una circuncisión no hecha por manos^(A), al quitar el cuerpo de la carne^(B) mediante la circuncisión de Cristo;

⁷ mas si andamos en la luz^(A), como Él está en la luz^(B), tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado^(C).

⁸ El que practica el pecado es del diablo^(A), porque el diablo ha pecado^[a] desde el principio. El Hijo de Dios^(B) se manifestó con este propósito^(C): para destruir^[b] las obras del diablo^(D).

Los verdaderos hijos de Abraham

³¹ Entonces Jesús decía a los judíos que habían creído en Él: Si vosotros permanecéis en mi palabra^(A), verdaderamente sois mis discípulos^(B);

³² y conoceréis la verdad^(A), y la verdad os hará libres^(B).

³⁴ Jesús les respondió: En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado^(A);

³⁶ Así que, si el Hijo os hace libres^(A), seréis realmente libres.