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Los buenos vivirán con Dios

La gente buena
está bajo el cuidado de Dios
y no tendrá ningún sufrimiento.
Los malvados creen que los buenos
están muertos en vida
y acabados para siempre.
Piensan que su muerte
es un terrible castigo,
y que han sido destruidos;
pero ellos realmente
disfrutan de mucha paz.

Aunque muchos piensan
que su muerte ha sido un castigo,
ellos estaban seguros
de que vivirían para siempre.
5-6 Dios los puso a prueba un tiempo
como se prueba el oro en el fuego,
pero al final los aceptó
como una ofrenda agradable.
Por eso será muy grande
el premio que les dará.

En la hora de la prueba,
la gente buena
alumbrará como una antorcha;
¡brillará como las chispas en el fuego!
Los buenos juzgarán a las naciones
y gobernarán a los pueblos,
y para siempre Dios será su rey.
Los que confían en Dios
conocerán la verdad.
Los que son fieles a Dios
vivirán para siempre en su amor,
porque Dios es bondadoso
y premia a sus elegidos.

El futuro de los malvados

10 Los malvados recibirán
el castigo que se merecen,
porque despreciaron a los buenos
y se apartaron de Dios.

11 El que rechaza la sabiduría
y se aleja de la enseñanza,
no conoce la felicidad;
su esperanza está perdida,
su esfuerzo no sirve de nada
y sus logros no tienen valor.
12 ¡Sus mujeres son tercas,
y sus hijos, unos malvados!
¡Todos sus descendientes
están destinados a la perdición!

Dios bendice a la gente fiel

13 Dios bendice a la mujer casada
que se aleja del pecado,
y que aunque no puede tener hijos,
no se acuesta con otros hombres.
14 Dios también bendice al hombre
que es fiel a sus mandamientos
y no comete ningún pecado.
Aunque no haya podido tener hijos,
recibirá un gran premio
y ocupará un lugar de honor
en el templo de Dios.
15 Hacer siempre el bien
da buenos resultados,
pues la sabiduría es como un árbol
que da mucho fruto.

16 Los hijos que nacen
de una relación sexual prohibida
no llegarán a ser adultos,
pues tendrán un fin trágico.
17 Y aun si llegan a viejos
nadie les hará caso ni los respetará.
18 Si mueren en plena juventud,
no tendrán esperanza,
y no habrá quien los consuele
en el día del juicio.
19 No hay duda que a la gente malvada
le espera un final muy cruel.