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El Dios de Israel

¡Aleluya!

Den gracias al SEÑOR, porque él es bueno;
    su fiel amor dura para siempre.
¿Quién puede describir lo grande que es el SEÑOR?
    ¿O alabar a Dios de la manera que él merece?
Afortunados los que practican la justicia
    y siempre hacen lo que es justo.
SEÑOR, recuérdame cuando tengas compasión de tu pueblo;
    fíjate en mí cuando traigas salvación,
para que yo vea la prosperidad de tus elegidos;
    me alegre y llene de orgullo de la gente que es tu propiedad.

Hemos pecado al igual que nuestros antepasados;
    hemos actuado mal e hicimos cosas malas.
Nuestros antepasados en Egipto
    no apreciaron los milagros que hiciste;
    olvidaron las numerosas obras de tu fiel amor.
Allí junto al mar Rojo,
    nuestros antepasados te dieron la espalda.
Pero Dios los salvó por el prestigio de su nombre
    para mostrar su gran poder.
Reprendió al mar Rojo y se secó;
    y los llevó por el mar profundo
    como si pasaran por un desierto.
10 Los libró de sus enemigos,
    del poder de quienes los odiaban.
11 Las aguas sepultaron a sus enemigos
    y no quedó ni uno vivo.
12 Entonces ellos creyeron en sus promesas
    y le entonaron canciones de alabanza.

13 Pero pronto se olvidaron de lo que Dios hizo por ellos;
    no prestaron atención al consejo que Dios les dio.
14 Nuestros antepasados tuvieron deseos desordenados,
    y pusieron a prueba a Dios en el desierto.
15 Dios les dio lo que le pidieron,
    pero también les dio una enfermedad terrible.

16 Tuvieron envidia de Moisés en el campamento,
    y de Aarón el consagrado del SEÑOR.
17 La tierra se abrió y se tragó a Datán;
    se cerró y cubrió al grupo de Abirán.
18 Después, el fuego consumió a ese grupo,
    quemó a todos esos perversos.

19 Hicieron un becerro en el monte Horeb
    y se postraron ante una imagen de fundición.
20 Cambiaron al Dios glorioso
    por la imagen de un toro que come hierba.
21 Dios salvó a nuestros antepasados,
    pero ellos se olvidaron de él.
    Se olvidaron de los milagros que Dios hizo en Egipto,
22 de las maravillas que hizo en el país de Cam
    y de las cosas asombrosas que hizo en el mar Rojo.
23 Dios quiso destruirlos,
    pero Moisés, su elegido, se puso entre Dios y el pueblo.
Aunque Dios estaba furioso,
    Moisés evitó que destruyera a su pueblo.

24 Sin embargo, esa gente se negó a entrar en la tierra hermosa;
    no creían en las promesas de Dios.
25 En sus carpas se quejaban del SEÑOR
    y se negaron a obedecer lo que les ordenaba.
26 Entonces Dios levantó su mano
    para que murieran en el desierto,
27 para que sus descendientes cayeran ante sus enemigos,
    y para dispersarlos entre las naciones.

28 Luego, se unieron en la adoración de Baal Peor,
    y comieron de lo sacrificado a los muertos[a].
29 Provocaron a Dios con sus hechos,
    y les cayó una plaga.
30 Pero Finés decidió hacer lo que era necesario y correcto,
    y la plaga se detuvo.
31 Dios le tomó en cuenta lo que hizo
    y lo consideró un acto de justicia,
    para siempre y de generación en generación.

32 Hicieron enojar al SEÑOR en Meribá
    y por culpa de ellos le fue muy mal a Moisés,
33 pues lo importunaron tanto
    que él habló sin pensar.
34 No destruyeron a los pueblos
    que el SEÑOR les había dicho que destruyeran.
35 Al contrario, se mezclaron con los paganos
    y asimilaron sus costumbres.
36 Adoraron a los ídolos de ellos
    y eso se les convirtió en una trampa,
37 pues resultaron ofreciendo a sus propios hijos e hijas
    como sacrificio a esos demonios.
38 Derramaron sangre inocente,
    la de sus hijos e hijas
al sacrificarlos a los ídolos de Canaán.
    La tierra se contaminó con su sangre.
39 Contaminaron su vida
    y se prostituyeron con todas sus maldades.

40 El SEÑOR se enojó con su pueblo,
    se cansó de la gente que heredó.
41 Los entregó a otras naciones;
    dejó que sus enemigos los gobernaran.
42 Los enemigos los oprimieron
    y bajo su poder fueron humillados.
43 Dios salvó a su pueblo muchas veces,
    pero ellos se pusieron en contra de él
    y se hundieron en su maldad.
44 Pero al verlos llenos de angustia
    y al escuchar sus gritos pidiendo ayuda,
45 Dios recordó el pacto que había hecho con ellos,
    y debido a su fiel amor cambió de parecer.
46 Hizo que sus opresores
    les tuvieran compasión.
47 Sálvanos, SEÑOR Dios nuestro,
    reúnenos de entre las naciones
para agradecer a tu santo nombre
    y alabarte con orgullo.

48 Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel,
    que siempre ha vivido y siempre vivirá.
Y todo el pueblo dijo: «Así sea».

¡Aleluya!

Footnotes

  1. 106:28 muertos o estatuas sin vida, dioses sin vida. La gente se reunía con frecuencia a comer en las tumbas como una manera de honrar a dioses falsos y a los muertos.

La rebeldía de Israel

106 Aleluya.

Alabad a Jehová, porque él es bueno;

Porque para siempre es su misericordia.(A)

¿Quién expresará las poderosas obras de Jehová?

¿Quién contará sus alabanzas?

Dichosos los que guardan juicio,

Los que hacen justicia en todo tiempo.

Acuérdate de mí, oh Jehová, según tu benevolencia para con tu pueblo;

Visítame con tu salvación,

Para que yo vea el bien de tus escogidos,

Para que me goce en la alegría de tu nación,

Y me gloríe con tu heredad.

Pecamos nosotros, como nuestros padres;

Hicimos iniquidad, hicimos impiedad.

Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas;

No se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias,

Sino que se rebelaron junto al mar, el Mar Rojo.(B)

Pero él los salvó por amor de su nombre,

Para hacer notorio su poder.

Reprendió al Mar Rojo y lo secó,(C)

Y les hizo ir por el abismo como por un desierto.

10 Los salvó de mano del enemigo,

Y los rescató de mano del adversario.

11 Cubrieron las aguas a sus enemigos;

No quedó ni uno de ellos.

12 Entonces creyeron a sus palabras

Y cantaron su alabanza.(D)

13 Bien pronto olvidaron sus obras;

No esperaron su consejo.

14 Se entregaron a un deseo desordenado en el desierto;

Y tentaron a Dios en la soledad.

15 Y él les dio lo que pidieron;

Mas envió mortandad sobre ellos.(E)

16 Tuvieron envidia de Moisés en el campamento,

Y contra Aarón, el santo de Jehová.

17 Entonces se abrió la tierra y tragó a Datán,

Y cubrió la compañía de Abiram.

18 Y se encendió fuego en su junta;

La llama quemó a los impíos.(F)

19 Hicieron becerro en Horeb,

Se postraron ante una imagen de fundición.(G)

20 Así cambiaron su gloria

Por la imagen de un buey que come hierba.

21 Olvidaron al Dios de su salvación,

Que había hecho grandezas en Egipto,

22 Maravillas en la tierra de Cam,

Cosas formidables sobre el Mar Rojo.

23 Y trató de destruirlos,

De no haberse interpuesto Moisés su escogido delante de él,

A fin de apartar su indignación para que no los destruyese.

24 Pero aborrecieron la tierra deseable;

No creyeron a su palabra,

25 Antes murmuraron en sus tiendas,

Y no oyeron la voz de Jehová.

26 Por tanto, alzó su mano contra ellos

Para abatirlos en el desierto,(H)

27 Y humillar su pueblo entre las naciones,

Y esparcirlos por las tierras.(I)

28 Se unieron asimismo a Baal-peor,

Y comieron los sacrificios de los muertos.

29 Provocaron la ira de Dios con sus obras,

Y se desarrolló la mortandad entre ellos.

30 Entonces se levantó Finees e hizo juicio,

Y se detuvo la plaga;

31 Y le fue contado por justicia

De generación en generación para siempre.(J)

32 También le irritaron en las aguas de Meriba;

Y le fue mal a Moisés por causa de ellos,

33 Porque hicieron rebelar a su espíritu,

Y habló precipitadamente con sus labios.(K)

34 No destruyeron a los pueblos

Que Jehová les dijo;

35 Antes se mezclaron con las naciones,

Y aprendieron sus obras,

36 Y sirvieron a sus ídolos,

Los cuales fueron causa de su ruina.(L)

37 Sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios,(M)

38 Y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas,

Que ofrecieron en sacrificio a los ídolos de Canaán,

Y la tierra fue contaminada con sangre.(N)

39 Se contaminaron así con sus obras,

Y se prostituyeron con sus hechos.

40 Se encendió, por tanto, el furor de Jehová sobre su pueblo,

Y abominó su heredad;

41 Los entregó en poder de las naciones,

Y se enseñorearon de ellos los que les aborrecían.

42 Sus enemigos los oprimieron,

Y fueron quebrantados debajo de su mano.

43 Muchas veces los libró;

Mas ellos se rebelaron contra su consejo,

Y fueron humillados por su maldad.

44 Con todo, él miraba cuando estaban en angustia,

Y oía su clamor;

45 Y se acordaba de su pacto con ellos,

Y se arrepentía conforme a la muchedumbre de sus misericordias.

46 Hizo asimismo que tuviesen de ellos misericordia todos los que los tenían cautivos.(O)

47 Sálvanos, Jehová Dios nuestro,

Y recógenos de entre las naciones,

Para que alabemos tu santo nombre,

Para que nos gloriemos en tus alabanzas.

48 Bendito Jehová Dios de Israel,

Desde la eternidad y hasta la eternidad;

Y diga todo el pueblo, Amén.

Aleluya.(P)

106 (A)¡Aleluya!

Den gracias al Señor porque él es bueno;
    su gran amor perdura para siempre.

¿Quién puede proclamar las proezas del Señor
    o expresar toda su alabanza?
Dichosos los que practican la justicia
    y hacen siempre lo que es justo.

Acuérdate de mí, Señor, cuando muestres tu bondad a tu pueblo;
    ven en mi ayuda el día de tu salvación,
para que yo pueda disfrutar del bienestar de tus escogidos,
    participar de la alegría de tu pueblo
    y expresar mis alabanzas con tu heredad.

Hemos pecado, lo mismo que nuestros antepasados;
    hemos hecho lo malo y actuado con iniquidad.
Cuando nuestros antepasados estaban en Egipto,
    no tomaron en cuenta tus maravillas,
no recordaron la inmensidad de tu gran amor
    y se rebelaron junto al mar, el mar Rojo.[a]
Pero Dios los salvó, haciendo honor a su nombre,
    para mostrar su gran poder.
Reprendió al mar Rojo y este quedó seco;
    los condujo por las profundidades del mar como si cruzaran el desierto.
10 Los salvó del poder de quienes los odiaban;
    los rescató del poder de sus enemigos.
11 Las aguas envolvieron a sus adversarios
    y ninguno de estos quedó con vida.
12 Entonces ellos creyeron en sus promesas
    y le entonaron alabanzas.

13 Pero muy pronto olvidaron sus acciones
    y no esperaron a conocer sus planes.
14 En el desierto cedieron a sus propios deseos;
    en los páramos pusieron a prueba a Dios.
15 Y él les dio lo que pidieron,
    pero les envió una enfermedad devastadora.

16 En el campamento tuvieron envidia de Moisés
    y de Aarón, el que estaba consagrado al Señor.
17 Se abrió la tierra y se tragó a Datán;
    sepultó a los seguidores de Abirán.
18 Un fuego devoró a ese grupo;
    las llamas consumieron a los malvados.
19 En Horeb hicieron un becerro;
    se postraron ante un ídolo de fundición.
20 Cambiaron a quien era su gloria
    por la imagen de un toro que come hierba.
21 Se olvidaron del Dios que los salvó
    y que había hecho grandes cosas en Egipto:
22 milagros en la tierra de Cam
    y maravillas asombrosas junto al mar Rojo.
23 Dios amenazó con destruirlos,
    pero no lo hizo por Moisés, su escogido,
quien se puso ante él en la brecha
    e impidió que su ira los destruyera.

24 Despreciaron una tierra apetecible;
    no creyeron en la promesa de Dios.
25 Murmuraron en sus tiendas de campaña
    y no obedecieron al Señor.
26 Por tanto, él juró solemnemente con su mano en alto contra ellos
    para hacerlos caer en el desierto,
27 para hacer caer a sus descendientes entre las naciones
    y dispersarlos entre los países.

28 Se sometieron al yugo de Baal Peor
    y comieron sacrificios a los muertos.
29 Provocaron la ira del Señor con sus malvadas acciones
    y les sobrevino una plaga.
30 Pero Finés se levantó e intervino,
    y la plaga se detuvo.
31 Esto se le acreditó como un acto de justicia
    para siempre, por todas las generaciones.
32 Junto a las aguas de Meribá hicieron enojar al Señor.
    Y a Moisés le fue mal por culpa de ellos,
33 porque se rebelaron contra el Espíritu de Dios[b]
    y Moisés habló sin pensar lo que decía.

34 No destruyeron a los pueblos
    que el Señor les había señalado,
35 sino que se mezclaron con los paganos
    y adoptaron sus costumbres.
36 Rindieron culto a sus ídolos
    que fueron una trampa para ellos.
37 Ofrecieron a sus hijos y a sus hijas
    como sacrificio a esos demonios.
38 Derramaron sangre inocente,
    la sangre de sus hijos y sus hijas.
Al ofrecerlos en sacrificio a los ídolos de Canaán,
    su sangre derramada contaminó la tierra.
39 Se hicieron impuros por esos hechos;
    se prostituyeron con sus acciones.

40 La ira del Señor se encendió contra su pueblo;
    su heredad le resultó aborrecible.
41 Por eso los entregó a los paganos
    y fueron dominados por quienes los odiaban.
42 Sus enemigos los oprimieron,
    los sometieron a su poder.
43 Muchas veces Dios los libró;
    pero ellos se obstinaron en su rebeldía
    y se hundieron en su iniquidad.
44 Al verlos angustiados
    y escuchar su clamor,
45 Dios se acordó del pacto que había hecho con ellos
    y por su gran amor les tuvo compasión.
46 Hizo que todos sus opresores
    también se apiadaran de ellos.

47 ¡Sálvanos, Señor, Dios nuestro!
    Vuelve a reunirnos de entre las naciones,
para que demos gracias a tu santo nombre
    y alabarte sea nuestra gloria.

48 ¡Bendito sea el Señor, el Dios de Israel,
    eternamente y para siempre!

Que todo el pueblo diga: «¡Amén!».

¡Aleluya!

Footnotes

  1. 106:7 Lit. mar de las Cañas. Término con el que se designa en la Biblia al mar Rojo en su parte septentrional; también en vv. 9 y 22.
  2. 106:33 contra … de Dios. Alt. contra su espíritu.