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Jehová da dominio al rey

Salmo de David.

110 Jehová dijo a mi Señor:

Siéntate a mi diestra,

Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.(A)

Jehová enviará desde Sion la vara de tu poder;

Domina en medio de tus enemigos.

Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder,

En la hermosura de la santidad.

Desde el seno de la aurora

Tienes tú el rocío de tu juventud.

Juró Jehová, y no se arrepentirá:

Tú eres sacerdote para siempre

Según el orden de Melquisedec.(B)

El Señor está a tu diestra;

Quebrantará a los reyes en el día de su ira.

Juzgará entre las naciones,

Las llenará de cadáveres;

Quebrantará las cabezas en muchas tierras.

Del arroyo beberá en el camino,

Por lo cual levantará la cabeza.

El Señor da poder al rey

(1a) Salmo de David.

110 (1b) El Señor dijo a mi señor:
«Siéntate a mi derecha,
hasta que yo haga de tus enemigos
el estrado de tus pies.»

Desde Sión, el Señor te entrega
el cetro, símbolo de tu poder.
¡Domina, pues, a tus enemigos!
Tu pueblo se te entrega
en el día de tu victoria.
Sobre los montes santos,
y como el rocío que nace de la aurora,
tu juventud se renueva de día en día.

El Señor ha hecho un juramento,
y no va a desdecirse:
«Tú eres sacerdote para siempre,
de la misma clase que Melquisedec.»

El Señor está a tu mano derecha;
en el día de su furor, destruirá reyes;
dictará sentencia contra las naciones;
amontonará cadáveres;
¡estrellará cabezas en toda la tierra!
En el camino, beberá agua de un arroyo,
y el agua le dará nuevas fuerzas.