Cántico de los peregrinos. De David.

131 Señor, mi corazón no es orgulloso
    ni son altivos mis ojos;
no busco grandezas desmedidas
    ni proezas que excedan a mis fuerzas.
Todo lo contrario:
    he calmado y aquietado mis ansias.
    Soy como un niño recién amamantado en el regazo de su madre.
    ¡Sí, como un niño recién amamantado soy!

Israel, pon tu esperanza en el Señor
    desde ahora y para siempre.

Plena confianza en Dios

Cántico gradual; de David.

131 Señor, mi corazón no es vanidoso,
ni son altaneros mis ojos;
no busco realizar grandes proezas,
ni hazañas que excedan a mis fuerzas.
Me porto con mesura y en sosiego,
como un niño recién amamantado;
¡soy como un niño recién amamantado,
que está en brazos de su madre!

Israel, ¡confía en el Señor
desde ahora y para siempre!

Humilde confianza en Dios

Cántico de ascenso gradual[a]; de David.

131 Señor, mi corazón no es soberbio(A), ni mis ojos altivos(B);
no ando tras las grandezas(C),
ni en cosas demasiado difíciles[b] para mí(D);
sino que he calmado y acallado mi alma(E);
como niño destetado en el regazo de su madre(F),
como niño destetado reposa en mí mi alma.
Espera, oh Israel(G), en el Señor,
desde ahora y para siempre(H).

Footnotes

  1. Salmos 131:1 Véase la nota al subtítulo del Salmo 120
  2. Salmos 131:1 O, maravillosas

Confiando en Dios como un niño

Cántico gradual; de David.

131 Jehová, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron;

Ni anduve en grandezas,

Ni en cosas demasiado sublimes para mí.

En verdad que me he comportado y he acallado mi alma

Como un niño destetado de su madre;

Como un niño destetado está mi alma.

Espera, oh Israel, en Jehová,

Desde ahora y para siempre.